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El ex gobernador cedió a la casa de estudios Morelos, pintado por el artista ruso en 1995

Carrillo Olea evoca a Vlady como ser de contrastes y dona un cuadro a la UACM

Necesita reconocimiento, lo merece; su calidad está por encima de todo, señaló el político

 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de marzo de 2015, p. 3

Del artista Vlady (Petrogrado, Rusia, 1920-ciudad de México, 2005) “contrastaban mucho su tremenda intensidad con rasgos de gran ingenuidad y sentido humano. Era muy limpio, cándido, diría yo, pero al conversar a fondo con él denotaba su impresionante cultura y una interpretación de la vida muy sui generis”, expresó el ex gobernador de Morelos Jorge Carrillo Olea, en el centro de difusión e investigación de la obra del artista ruso.

Carrillo Olea y su esposa, Hilda María Enríquez, donaron este sábado al Centro Vlady, dependiente de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), el cuadro Morelos (1995), perteneciente a la última etapa creativa del artista ruso, en el que reivindica el estilo renacentista, particularmente de la escuela veneciana.

El fundador del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen); el rector de la UACM, Hugo Aboites Aguilar; Claudio Albertani, director del Centro Vlady, y Kously Lamko, coordinador de difusión cultural de la universidad, firmaron el contrato de donación.

En la ceremonia, Carrillo Olea expresó que Morelos es un obsequio muy sentido. La generosidad es de la UACM, que veo como proyecto con profundo sentido social: sus sedes están donde están con toda la intención de ser una forma de dar acceso a la cultura y a la profesionalidad que un buen jefe de gobierno creó.

Al realizar un recorrido por las instalaciones del Centro Vlady (calle Goya 63, colonia Insurgentes Mixcoac), Jorge Carrillo recordó la extraordinaria exposición de dibujo del pintor ruso Vladimir Kibalchich Russakov, conocido como Vlady, en el Museo de Arte Moderno, en 2001.

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Hugo Aboites y Jorge Carrillo Olea después de firmar el contrato de donaciónFoto Marco Peláez

Vlady necesita reconocimiento, lo merece, porque su calidad está por encima de todo.

Claudio Albertani, director del centro, que en 2007 recibió en comodato un millar de piezas, entre cuadernos, grabados, dibujos y óleos, anunció que el 30 de abril será inaugurada la exposición Demonios revolucionarios, investigación sobre los 318 cuadernos del pintor, los cuales representan una parte importante de su acervo.

El centro tiene mil dos obras, y los 318 cuadernos son una bitácora de la vida de Vlady, que reflejan sus obsesiones, sus fantasmas y, sobre todo, construyen la simbología que después vierte en sus cuadros.

Albertani explicó que Vlady fue un pintor completamente esotérico, porque plasmó en sus cuadros ángeles y demonios, y porque se interesó en la teología de la liberación cuando estaba en Francia, en los años 40.

Desde los años 50, Vlady construye los símbolos de su obra, uno de ellos es el piolet, un círculo con una cruz encima, que está vinculado con el asesinato de León Trotsky. Aunque no tenía interés por que se supiera qué pintaba, él plasmaba sus fantasmas y dejó una obra inmortal.

Para Claudio Albertani, quien asumió la dirección del centro hace seis meses, la obra de Vlady es la traducción plástica de la obra de su padre, Victor Serge, gran escritor del siglo XX. Agregó que durante su gestión ubicará al pintor en el contexto de la historia del arte de México.