21 de marzo de 2015     Número 90

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

Próxima década

Volverán a elevarse los precios internacionales de alimentos

Los precios agrícolas internacionales –que sufrieron una caída continua en los dos años recientes- continuarán declinando en 2015 y 2016 hasta tocar fondo y luego repuntarán gradualmente por lo menos hasta 2024, prevé el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su reporte Agricultural projections to 2024, publicado en febrero pasado.

Asimismo, la demanda mundial de productos agrícolas se mantendrá al alza entre 2015 y 2024, y la producción crecerá más rápidamente que la población, “lo que permitirá un aumento pequeño en el consumo per cápita de la mayoría de tales productos en medio mundo” (en países en desarrollo) y fortalecerá el comercio global, sobre todo las ventas de los países exportadores tradicionales, señala el documento, cuyas proyecciones se basan en supuestos concretos sobre la situación macroeconómica, la política, el clima, la demografía y acontecimientos internacionales, aunque sin considerar posibles shocks internos o externos en los mercados agrícolas mundiales.

De acuerdo con el USDA, países de ingresos bajos y medianos son los que asumirán la mayor parte del incremento previsto en el consumo agrícola mundial y en la demanda de importaciones en granos, oleaginosas, algodón y productos pecuarios en los diez años que considera el reporte. Los factores que fundamentarían este comportamiento son altas tasas relativas de crecimiento demográfico y de los ingresos en esas naciones, un gran número de consumidores de bajos ingresos con propensión a gastar nuevos ingresos en más alimentos, incremento en la urbanización y el consecuente cambio en las dietas –con diversificación y exposición a nuevos alimentos, así como el acercamiento de la población a expendios minoristas-. Y todo ello, en el marco de un crecimiento económico mundial estable.

Con base en esto, dice que tras sufrir reducciones en 2015 y 2016, los ingresos en efectivo de los productores mejorarán durante el resto del periodo de proyección. Los pronósticos del USDA son aplicados a los productores estadounidenses. “Aunque los gastos de producción agrícola también se elevarán más allá de 2016, el ingreso neto de las fincas se mantendrán por encima de su promedio 2001-10”, dice.

El USDA prevé que el consumo de carne continuará la tendencia alcista que ya registra a lo largo de 2015-24. El consumo de carne de pollo, que es la de precio más bajo, aumentará más rápido, en 2.2 por ciento anual; el consumo de carne de vacuno aumentará en 1.3 por ciento anual, y en cerdo el aumento promedio por año será de 1.2.
Estima que los países en desarrollo aumentarán su consumo de cereales secundarios (maíz, sorgo, cebada),  y con ello las importaciones  crecerían en 2.1 por ciento anual hasta 2024, mientras que el consumo de estos granos crecerá sólo uno por ciento al año en los países desarrollados.

Parte sustancial del aumento en consumo de todo tipo de productos corresponderá a países de África y Medio Oriente, regiones para las cuales se prevén crecimientos económicos anuales promedio de 5.2 y 4.1 por ciento, respectivamente durante 2015-24. El reporte destaca la situación de México como un país cuya economía crecería en promedio anual en 4.1 por ciento y que fortalecería sus importaciones de granos, oleaginosas y carne. Asimismo resalta el caso de China como importador de soya, de sorgo, algodón y carnes.

Los países en desarrollo representan alrededor de 81 por ciento del aumento previsto en el consumo mundial de carne, el 87 por ciento del aumento de la demanda de cereales y oleaginosas, y prácticamente todo el crecimiento en el consumo de algodón. Las tasas de crecimiento anual para el consumo de carne en los países desarrollados y en desarrollo son un 0.7 por ciento y 1.9, respectivamente, durante el período de proyección.

Para el trigo (y harina de trigo), dice que su comercio mundial crecerá en casi 24.5 millones de toneladas o sea 16 por ciento entre 2015/16 y 2024/25 para llegar a 180 millones de toneladas. La demanda de países africanos y del Medio Oriente fortalecerán las importaciones. Y además de los exportadores tradicionales  de este grano (Estados Unidos, Australia, Unión Europea, Argentina y Canadá), figurarán en las ventas países de la ex Unión Soviética y otras naciones europeas que se están colocando en el escenario de los exportadores. En algodón, el USDA dice que su comercio global registrará un crecimiento de 4.6 por ciento anual entre los ciclos 2015/16 y 2024/25, con lo cual se recuperará del declive que sufre en 2014-15 a causa de una baja en la demanda de parte de China, situación que fue influida por políticas internas de ese país relativas a sus niveles de inventarios.

En cuanto a soya y productos de soya, el USDA señala que su comercio ha mantenido un crecimiento rápido desde fines de los 90’s y ha sobrepasado el comercio global tanto de trigo como de granos duros (maíz, sorgo, cebada, centeno, avena y granos mixtos). Esta tendencia continuará debido a la creciente demanda global, en especial de China y otros países asiáticos, de aceites vegetales y harinas con proteína.

Respecto de la producción agrícola mundial, el USDA considera que los bajos precios de 2015-16 desestimularán en principio la siembra (sobre todo en algunos países con tierras de cultivo marginales), y al mismo tiempo granos relativamente baratos para la alimentación pecuaria representarán un incentivo para la expansión del subsector ganadero. Pero después de 2016, con un cambio en la tendencia de los precios de los granos, hacia el aza, el USDA prevé que siga aumentando la producción con miras hacia el año 2024, al ritmo que crecen los rendimientos gracias a mejoras tecnológicas, y también por expansión de áreas de siembra.

De cualquier forma, aclara, “la tasa de crecimiento promedio de las cosechas a escala mundial ha venido disminuyendo durante casi dos décadas y se prevé que siga a la baja en los próximos diez años. La reducción de la inversión pública en investigación y desarrollo durante los 25 años pudo haber contribuido a esta desaceleración. (…) Además, la escasez de agua en algunos países está impidiendo la expansión del riego”.

El USDA pronostica que, a nivel mundial, la superficie total sembrada con cereales, oleaginosas y algodón crecerá a una tasa media anual de 0.5 por ciento en 2015-2024, para pasar de 934 millones a 982 millones de hectáreas. “El área se expandirá más rápidamente en los países con una reserva de tierra y políticas que permitan a los agricultores responder a los precios. Éstos incluyen a Rusia, Ucrania, Brasil, Argentina, otros de Suramérica y algunos países de África Subsahariana. Más de la mitad del crecimiento previsto de la producción mundial de cereales, oleaginosas y algodón (1.3 por ciento anual para 2024) se logrará del aumento de los rendimientos, a pesar de que el crecimiento en el rendimiento de los cultivos continuará en una tendencia de desaceleración”.

Según los pronósticos del USDA, el aumento en la demanda mundial de productos agrícolas dará lugar “a una mayor producción y exportaciones de los principales países exportadores durante el periodo de proyección “. Respecto de los que han exportado tradicionalmente una gran cantidad y una amplia gama de productos agrícolas, como Argentina, Australia, Brasil, Canadá, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, “se espera que sigan siendo exportadores importantes durante la próxima década. Pero de los países que han hecho importantes inversiones en sus sectores agrícolas y aplican políticas destinadas a fomentar la producción, incluyendo a Rusia, Ucrania y Kazajstán, se espera que tengan una presencia creciente en mercados de exportación. India se ha convertido en un importante exportador de arroz, algodón y carne de res en la década reciente, y se prevé que continúe en esa tónica. Birmania y Camboya han expandido la producción de arroz y se espera que aumenten significativamente sus exportaciones de arroz durante el período de proyección”.

En cuanto a las reservas o inventarios mundiales, señala que han aumentado en la mayoría de los cultivos durante los años recientes. “A raíz de la volatilidad de los precios de los cultivos básicos desde 2008, las políticas también han tendido a apoyar niveles de existencias superiores. En China, las políticas de apoyo a los productores han dado lugar a la acumulación de grandes cantidades de granos y algodón. Del mismo modo, Tailandia ahora tiene grandes reservas de arroz, y la India tiene fuertes reservas de arroz y el trigo, debido en parte a las políticas dirigidas productores y para garantizar la seguridad alimentaria. Los inventarios en manos de Estados o acordados con éstos son una parte importante de las existencias totales de algunos países. Los cambios previstos en estos niveles de existencias afectarán la trayectoria de los mercados de cereales y algodón a nivel mundial durante los primeros tres o cuatro años del período de proyección”.

El USDA considera por otro lado que la expansión global de la producción de agrocombustibles continuará durante la próxima década, aunque a un ritmo más lento que en los cinco años recientes. Como resultado, la demanda de materias primas para estos productos (maíz, caña de azúcar, oleaginosas) también seguirá creciendo, aunque más lentamente. Los productores de agrocombustibles más grandes son: Estados Unidos, Brasil, la UE y Argentina. Indonesia y Malasia siguen aumentando la producción de éstos, pero a partir de aceite de palma y Filipinas está expandiendo el uso de copra para ese propósito.

La UE seguirá siendo el mayor importador mundial de agrocombustibles en todo el periodo de proyección. El biodiesel representa la mayor parte de las importaciones de agrocombustibles de la UE. Brasil suministra gran parte de las importaciones de etanol de la UE. También se proyecta que la UE importe semillas oleaginosas y aceites vegetales para su uso como materia prima de biodiesel, principalmente de Ucrania, Rusia e Indonesia. Argentina, Brasil y Estados Unidos son los mayores exportadores mundiales de biocarburantes, con Argentina especializada en biodiesel a base de aceite de soya, Brasil en etanol a base de caña de azúcar y Estados Unidos en etanol a base de maíz. Las exportaciones de Argentina y Brasil crecerán de manera constante en las proyecciones, pero las exportaciones están limitadas ya que se prevé que ambos países incrementen su uso nacional de biocombustibles. (LER).

Próxima década

México importará cada vez más productos agropecuarios

Si bien es cierto que África y Medio Oriente destacan como las principales regiones donde se fortalecerán la demanda de alimentos y su comercio (fundamentalmente importaciones) durante la próxima década –según prevé el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA)- México resalta en los pronósticos globales de manera importante.

“Se prevé que México sea otro gran y creciente mercado para las importaciones de carne, granos y semillas oleaginosas. El aumento sostenido de la demanda de carne per cápita de México en la próxima década ofrece incentivos para ampliar la producción de ganado en ese país, así como para importar más carne y alimento para animales. Se prevé que en el periodo las importaciones de carne de res se eleven en más del doble, mientras que las de carne de cerdo y aves de corral crezcan en 36 y 52 por ciento, respectivamente. México figurará como el segundo mayor importador de maíz en los próximos diez años –sus compras externas aumentarán en 32 por ciento- y para 2024 empatarán a las previstas para Japón (en 15 millones de toneladas) que es el importador de maíz número uno en el mundo”, señala el reporte USDA Agricultural projections to 2024, publicado en febrero pasado.

Según el documento, a escala mundial está previsto que el comercio mundial de “cereales secundarios” (maíz, sorgo, cebada, centeno) aumente en 15 por ciento, o sea 23.8 millones de toneladas, entre 2015/16 y 2024/25. “Se espera que el maíz cubra una parte cada vez mayor de ese comercio. La producción ganadera en los países con déficit de alimentos continuará siendo el principal motor de crecimiento de las importaciones de granos. Mercados de crecimiento clave incluyen China, México, África y el Medio Oriente”.

“Las importaciones mexicanas previstas de maíz representan una sexta parte del incremento esperado en el comercio mundial de cereales secundarios durante la próxima década”, dice.


FOTO: CIMMYT

En cuanto a sorgo, el reporte señala que las importaciones mexicanas de este grano disminuyeron significativamente durante los dos años recientes, ya que los precios de forraje alternativo, en especial maíz, disminuyeron y se activó la preferencia de compra por este último grano. Se estima que la demanda de importación de sorgo por parte de México continúe a la baja hasta 2024 por el mismo motivo de precio, pues la demanda china de sorgo propiciará que los precios de este grano forrajero sean menos competitivos que los del maíz. El USDA dice que entre 2003/04 y 2012/13 las importaciones mexicanas de sorgo promediaron más de dos millones de toneladas anuales, pero el promedio estimado para 2015/16-2024/25 es de sólo 68 mil toneladas anuales.

“Históricamente, muchos productores pecuarios mexicanos han mostrado una ligera preferencia por el sorgo para la alimentación de sus animales, lo que facilitaba los envíos de sorgo de Estados Unidos, desde la zona suroeste, hacia México. Los patrones históricos de intercambio han sido cambiados por el aumento de la demanda de China por sorgo”, dice el USDA.

Prevé que las importaciones de soya por parte de México aumenten en el periodo pronosticado en 11 por ciento a 4.5 millones de toneladas en 2024/25. “Esas importaciones apoyarán la producción de harina soya para las industrias de aves de corral y cerdo y para el aceite de soya de consumo humano”. También México elevará sus compras externas de harina de soya, de 1.4 millones de toneladas a 1.7 millones durante los diez años considerados.

En cuanto a carne, las previsiones para México es que eleve en más del doble sus importaciones de carne de bovino, mismas que, dice el USDA, tradicionalmente consisten en carne de alto valor (de animales alimentados con granos, de Estados Unidos). En carne de cerdo las importaciones mundiales crecerán en 19 por ciento en los diez años de referencia y China y México presentarán los mayores aumentos.

“Se prevé que México se convertirá en el tercer mayor importador de cerdo en este periodo, después de China y Japón; entre 2015 y 2024 sus importaciones crecerán un acumulado de 37 por ciento. El aumento de los ingresos y de la población son los principales motores de la creciente demanda de carne de cerdo de México. Estas importaciones de México representan en 2014 un 15 por ciento del total de los principales países importadores (Japón, China, Hong Kong, Corea del Sur, Rusia, Centroamérica en su conjunto y Canadá) y para 2025 cubrirán 19 por ciento. El documento dice que las naciones de la Cuenca del Pacífico y México son mercados claves para el crecimiento a largo plazo de las exportaciones de carne de cerdo de Estados Unidos.

El reporte dice también que el aumento de los ingresos fortalecerá la demanda de carne de aves de corral y las importaciones de México y de la región Centroamérica y el Caribe. “Los productos avícolas siguen siendo menos caros que la carne de vacuno o de cerdo, y eso estimula aún más la demanda. La producción avícola nacional de México seguirá aumentando durante el periodo de proyección, pero se elevará menos que el consumo, con el resultado de más importaciones, que crecerán en medio millón de toneladas, o sea 52 por ciento”.

Los cuadros que acompañan a esta nota incluyen los detalles de previsiones de importación de parte de México en aquellos productos donde figura como parte de los “importadores líderes” en el mundo. (LER).

 
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