Opinión
Ver día anteriorJueves 12 de marzo de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

¿Candidatos probos?

Filtros electorales inocuos

Credibilidad en duda

H

ace algunos días les platicábamos de los exámenes que deberán presentar quienes fueron designados por sus partidos como candidatos a las diferentes opciones de servicio público que se ofertarán en las próximas elecciones, cosa que ayer fue confirmada en una reunión de los presidentes del Instituto y el Tribunal electorales, así como y del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos, todos del Distrito Federal, con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, donde el asunto central fue la aplicación de esa estrategia para evitar que alguno de los candidatos, de cualquier partido, con antecedentes o vínculos, por ejemplo, con el crimen organizado, se cuele al gobierno de la ciudad, como ocurrió en Iguala, Guerrero.

Por el momento esta es una muy buena onda tanto del gobierno de la ciudad como de los organismos de control electoral y de transparencia, porque el resultado de tales exámenes a lo único que podría obligar es a que los partidos y sus candidatos fortalezcan sus complicidades, pues, cuando menos por ahora, de nada servirán esos filtros.

Tan es así que desde ya la candidata del PRD aa la delegación Iztapalapa, Dione Anguiano, levantó la mano y dijo que será ella la primera de ese partido en someterse al llamado protocolo de confianza. Total, los resultados de las pruebas quedarán sólo en manos de los partidos que decidirán el futuro de sus candidatos.

Y como van las cosas, nadie puede confiar en que las organizaciones políticas denuncien las actividades ilícitas que alguno de sus candidatos hubiera cometido. Por el contrario, lo que sí podría pasar es que los jefes políticos de los partidos los mantengan, pese a los resultados contrarios, y con esos mismos resultados en las manos ejerzan un control absoluto sobre quienes hubieran reprobado los exámenes.

Y eso porque los órganos electorales y de transparencia no podrán denunciar a los candidatos no probos, y tendrán que guardar un silencio oprobioso y cómplice con los partidos políticos, que, a fin de cuentas, podrán organizar sus cárteles con absoluta tranquilidad. Por eso la pregunta es: ¿para qué la farsa?

Las más recientes mediciones del IEDF aseguran que la credibilidad de los órganos electorales está por debajo de 40 por ciento, y según el presidente del organismo, Mario Velázquez Miranda, eso se debe a la mala fama que les acarrean las declaraciones de quienes obtienen resoluciones contrarias a sus intereses de la institución, y esa opinión, después de mirar de cerca la farsa que fueron a montar ayer a la jefatura de Gobierno del DF, no da más que risa.

No se confía en las instituciones vigilantes de las elecciones locales y federales por su fallos contrarios a la lógica y a la realidad. Para no ir tan lejos, baste con citar aquello de que la compra de votos con tarjetas de la tienda Soriana o de Monex simplemente no existió en la elección presidencial pasada, pero si el fin hubiera justificado los medios, alguna disculpa tendrían los organismos electorales, pero luego de padecer lo que este gobierno le ha traído a México, las instituciones electorales no tienen perdón.

Y si a eso añadimos la demagogia y el engaño que ahora pretenden ejecutar en contra de los habitantes del DF, no sabemos qué pueden esperan los taumaturgos electorales, pero ¿votos y confianza?, ni lo piensen.

De pasadita

El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ya empezó a hacer maletas porque dentro de unos días, del 24 al 30 de este mes, emprenderá una gira de trabajo por Argentina, la ciudad más europea del mundo, dicen sus habitantes, de la que se espera que el mandatario mexicano traiga acuerdos provechosos para el DF. La reunión, de índole mundial, versará sobre los efectos del cambio climático. Y eso nos debe importar a todos.