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Inauguran muestra

Leopoldo Méndez en el museo Estanquillo

Hijo del grabador seleccionó cien obras

 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de marzo de 2015, p. 3

El Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis posee unas 750 piezas del grabador Leopoldo Méndez (1902-1969), creador muy estimado por el cronista.

Este jueves, en el recinto se inaugura a las 19:30 la exposición Leopoldo Méndez y el Taller de Gráfica Popular, que reúne 350 obras, entre ellas un centenar de quien es considerado el más grande grabador después de José Guadalupe Posada.

También incluye obra de Jean Charlot, Pablo O’Higgins, Alfredo Zalce, Luis Arenal, Elizabeth Catlett, Fanny Rabel, Andrea Gómez, Arturo García Bustos, Everardo Ramírez y Adolfo Mexiac.

Problemas de conservación

Si gran parte de la obra de Méndez se entregó a Monsiváis, Pablo Méndez, hijo del grabador y curador de la muestra, lo atribuye a problemas de conservación. Al parecer el coleccionista se interesaba por la producción del Taller de Gráfica Popular (TGP).

Foto
Grabado de Leopoldo Méndez (1902-1969), que ilustra el cartel de la exposición montada en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis, ubicado en Isabel la Católica 26, Centro Histórico. La muestra se abre hoy al público, a las 19:30 horas. Entrada gratuita

Un día José Sánchez, impresor del TGP, dijo a Pablo: Carlos busca obra de tu papá, de allí que trabó contacto con Monsiváis.

Las cosas, no obstante, se quedaron un poco pendientes. Fue con los sismos de 1985 que se vino abajo la estantería que guardaba la obra.

Según el curador, el escritor fue de los pocos mexicanos que respondieron ante uno de los grandes artistas de este país.

De la obra seleccionada, Méndez dijo: Es lo que me llegó al corazón y quiero transmitirlo.

Se explora el aporte de Méndez a los movimientos y colectivos artísticos en los que colaboró, como el estridentismo, la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, el TGP, que siempre ejerció una función social, así como sus grabados para proyectos cinematográficos.

Incluye la máscara mortuoria de su padre (ya es parte del acervo) y el Premio Internacional de la Paz que recibió en Viena, en 1952.