Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 15 de febrero de 2015 Num: 1041

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Campbell y La era
de la criminalidad

José María Espinasa

El quehacer editorial: adrenalina pura
Edgar Aguilar entrevista
con Noemí Luna García

Batis para neófitos
Fernando Curiel

En el Sábado de
Huberto Batis

Marco Antonio Campos

Recuerdo, Huberto
Bernardo Ruiz

El multifacético
Huberto Batis

Luis Chumacero

Batis y el amor
a la palabra

Mariana Domínguez

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
De Paso
Ricardo Yáñez
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
Perfiles
Ricardo Guzmán Wolffer
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Felipe Garrido

Remedios

A nadie le sorprendió que Remedios se suicidara. Un desastre era su vida. La mayor de siete hijos, sufrió siempre los celos de la madre, que se sentía desplazada por ella, y los celos del padre, rijoso y autoritario. Las hermanas se fueron casando, los hermanos fueron escapando, y Remedios se fue quedando al cuidado de los viejos, que seguían imponiéndole su voluntad. ¡Cállate!, gritaba la madre cuando Remedios cantaba. ¡Mi desayuno, a qué horas piensas traérmelo!, gritaba el padre desde la cama. Remedios volvió a ver a sus hermanos, por unos minutos, en el velorio de la madre. Con algunos no había hablado en años. El padre siguió gritando por las mañanas, y comenzó a acosarla. Alguna vez consiguió meterle mano. A nadie le sorprendió que se colgara. Ni que lo hiciera allí, en el enorme vestíbulo, donde fue lo primero que su padre vio por la mañana, al salir de su recámara, enfurecido porque Remedios no llegaba con el pan, con la taza de café.