Diez razones

Para no cerrar la investigación del caso Ayotzinapa

1.      Porque no existe plena certeza científica sobre lo ocurrido en el basurero de Cocula. La PGR dio a conocer que su hipótesis se sostiene en varios dictámenes de química, biología y otros. Dado que es más que conocido que las procuradurías mexicanas son especialistas en fabricar delitos y puesto que reconocidos científicos han expresado dudas sobre esta hipótesis, las familias no aceptarán esos resultados hasta que expertos independientes realicen esos mismos peritajes. 

2.   Porque la declaración de Felipe Rodríguez Salgado, contrario a lo señalado por la PGR, no es determinante para esclarecer lo ocurrido en Cocula, pues, como se aceptó en la misma conferencia, esta persona no declaró haber permanecido en ese lugar durante todo el tiempo que supuestamente duraron los hechos. 

3.   Porque la información dada a conocer por la Procuraduría depende en exceso de declaraciones rendidas ante Ministerio Público, que fácilmente pudieron ser coaccionados, pues es de todos conocido que en México la tortura es recurrente.

4.   Porque la PGR no ha aclarado, en su teoría del caso, el cruento homicidio de Julio César Mondragón, cuyo joven cuerpo desollado fue encontrado en las inmediaciones de donde ocurrieron los hechos.  

5.   Porque el Estado mexicano, a cuatro meses de los hechos, se ha mostrado incapaz para detener a quienes, según su hipótesis, serían responsables. El gobierno federal no ha podido detener al máximo responsable de la corrupta policía de Iguala, Felipe Flores Velázquez, ni a su cómplice y subalterno Francisco Salgado Valladares. Tampoco ha sido capaz de detener a Gildardo Astudillo, alias el Cabo Gil, personaje a quien la propia PGR asigna gran relevancia en su versión de los hechos. También siguen prófugos 11 de las 15 personas que, según la Procuraduría, estuvieron en Cocula, lo mismo que el líder de Guerreros Unidos, Ángel Casarrubias Salgado «El mochomo».  

6.   Porque la PGR no ha logrado que exista un solo juicio penal iniciado por el delito de desaparición forzada de personas.

7.   Porque en el mismo expediente donde obran las declaraciones de los supuestos sicarios de Cocula, se encuentran agregadas las declaraciones de otros sicarios de Iguala que confesaron haber atentado contra los estudiantes no en Cocula, sino en Pueblo Viejo y Cerro la Parota.

8.   Porque en sentido contrario a lo dicho por la PGR, sólo hay certeza de la muerte de uno de los estudiantes desaparecidos. Esto no implica certeza sobre la muerte de otros, ni sobre el lugar donde esto pudo haber ocurrido.

9.   Porque no se ha indagado la responsabilidad del Ejército, aunque hay en el expediente indicios de su complicidad con la delincuencia organizada, pues el policía Salvador Bravo Bárcenas afirmó ante el Ministerio Público que el Ejército sabía desde 2013 que los Guerreros Unidos controlaban a la policía de Cocula.

10. Porque no ha empezado el deslinde de responsabilidades sobre el entorno de corrupción política que desencadenó los hechos del 26 de septiembre. Está pendiente investigar a otros alcaldes, como el de Cocula, así como a otras autoridades del gobierno del estado de Guerrero. 

Con información del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez
y el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan.