Editorial
Ver día anteriorMiércoles 14 de enero de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Hemodiálisis: actitud insensible e irresponsable
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ras la difusión en este diario sobre la situación que impera en el área de hemodiálisis del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, donde una remodelación concesionada ha llevado a la suspensión de ese tratamiento –del que dependen de modo crítico quienes padecen insuficiencia renal crónica–, Sebastián Lerdo de Tejada, director general del Instituto de Seguridad Social y Servicio Social de los Trabajadores del Estado (Issste), ofreció ayer, en conferencia de prensa, que en febrero próximo se reanudará el servicio referido en el nosocomio.

No es fácil comprender la lógica, si es que hubo alguna, que llevó a las autoridades del Issste y del 20 de Noviembre a concebir y emprender una remodelación que significara dejar sin servicio durante dos meses a los pacientes que necesitan un tratamiento que debe aplicarse, en la mayoría de los casos, tres veces por semana. Pero, aun suponiendo que no hubiera sido posible habilitar una zona provisional para realizar hemodiálisis en el propio hospital, es inadmisible el desdén y la insensibilidad con que se ha obligado a los enfermos a peregrinar por distintos sanatorios privados contratados para ofrecerlas sin costo a los derechohabientes. El hecho es que éstos han experimentado un maltrato institucional y concesionado, se han enfrentado a falta de información y a denegaciones del servicio, han debido alterar sus trayectos, sus rutinas laborales y familiares y han tenido que trasladarse hasta hospitales del estado de México para recibir un tratamiento del que depende su vida.

Lo anterior muestra, por una parte, el creciente desinterés que se ha apoderado de diversas instancias de la administración pública hacia las necesidades de la población –incluso de las más urgentes e indispensables, como es el caso– en el curso de los últimos sexenios; por la otra, confirma la falsedad de que el concesionar o contratar a particulares los servicios públicos los hace, en automático, más eficientes.

En la deplorable circunstancia comentada es necesario que el Issste explique a cabalidad la razón por la cual se tomó la decisión de suspender del todo el servicio de hemodiálisis en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre en vez de recurrir, como habría sido lógico a partir de una mínima vocación de servicio a los derechohabientes, a instalaciones provisionales en tanto se realiza la remodelación referida. Asimismo, el asunto amerita que se transparenten de manera exhaustiva ante la opinión pública los procedimientos observados para otorgar los contratos de remodelación y de servicios en otros nosocomios a la empresa Fresenius. De otra forma se alimentará en forma absurda e innecesaria la irritación social y se dará un paso adicional hacia el descrédito institucional que ya se vive.