jornada
letraese

Número 221
Jueves 4 de Diciembre
de 2014



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate



Director fundado
Una victoria ante la

doble discriminación

A dos años de la muerte del marido de Janet, mujer yaqui, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sonora emitió una recomendación a fin de que le sea reparado el daño por la pérdida de su ser querido,
así como la discriminación padecida por ambos a causa de su identidad indígena y por tener VIH.

 

Leonardo Bastida Aguilar

Más de 24 meses pasaron para que Janet, mujer yaqui de 28 años, obtuviera una respuesta a su queja interpuesta ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Sonora, tras la sorpresiva muerte de su esposo en el Hospital General "Dr. Ernesto Ramos Bours".

Originarios de Vicam, Sonora, Janet y Ramón vivían en Hermosillo. En septiembre de 2012, Ramón tenía mucha tos y fiebre. Fue al centro de salud pero la enfermedad no cedió. Fueron a una farmacia y el médico les recomendó ir al Hospital General porque el cuadro no era bueno. La pareja se sabía portadora del VIH desde hacía seis años.

Llegaron al nosocomio y Ramón fue ingresado el 11 de septiembre. Los médicos pensaron que tenía tuberculosis. Tras realizarle radiografías, el personal de urgencias informó a Janet que su pareja tenía un hongo en los pulmones, por lo que debían hospitalizarlo. Sin embargo, al no haber camas disponibles, esperarían en la sala de urgencias hasta que se desocupara alguna. Por cuatro días, Ramón no recibió sus medicamentos antirretrovirales porque el doctor Fernando Legleu Terán no los había prescrito a pesar de que él mismo había pegado sobre su cama una hoja con la leyenda "sida y el hongo".

Le decían a Janet que no lo ponían en un cuarto con otros pacientes porque se podía "infectar de algo". Sin embargo, el 15 de septiembre llegaron tres hombres, uno con tuberculosis, y los pusieron junto a Ramón.

Ese mismo día, Legleu le solicitó comprar fluconazol, un medicamento utilizado para combatir las infecciones
por hongos. Janet lo compró y lo entregó al personal médico. Pasó más de una hora y no se lo aplicaban a Ramón. Entonces ella acudió al área de Trabajo Social. Minutos más tarde, la enfermera le reclamó por haber "ido de chismosa".

Inesperado
El domingo 16 seguían en el área de urgencias, aunque ya aislados. Por la noche, no le dieron de cenar a Ramón y Janet pidió permiso para introducir alimentos al hospital. Hasta ese momento él estaba consciente y platicaron hasta la medianoche, cuando él se durmió.

La mañana siguiente no le permitieron la entrada a Janet debido a que ya había comenzado la ronda matutina de médicos. Decidió ir al Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits), donde se atendía la pareja, para preguntar si podrían proporcionarle el fluconazol. Janet recibió una caja.

Cuando llegó al hospital vio que un grupo de médicos rodeaba la cama de su marido. El doctor Legleu le informó que su pareja había fallecido porque toda la noche había estado grave y a pesar de que le habían dado medicamento, no respondió.

El acta de defunción dice que Ramón falleció a causa de un choque séptico, coccidividomicosis y síndrome de
inmunodeficiencia humana (sic).

Janet no tenía dinero para los gastos funerarios por lo que solicitó los servicios en los velatorios del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) local. Vía telefónica le preguntaron cuál había sido la causa de muerte de su esposo. Al mencionar que sida, le respondieron que no le podían dar el servicio ni manipular el cuerpo.

Estas claras violaciones a los derechos de Ramón y Janet, tales como la falta de confidencialidad en el acta de queja por negligencia médica y otra por negación de los servicios funerarios.

La recomendación
En noviembre pasado, la CEDH emitió la recomendación 22/2014, cuyo contenido establece que la Secretaría de Salud de Sonora debe adoptar varias medidas, entre ellas: diseñar e impartir un programa integral de capacitación y formación en materia de derechos humanos, garantizar la atención médica adecuada en el área de urgencias, iniciar de manera inmediata el proceso legal que corresponda contra los responsables de las violaciones al derecho a la salud de Ramón, prohibir la colocación de letreros que indiquen la condición
de salud de los pacientes con sida o VIH, garantizar el abasto de medicamento de oportunidad a pacientes con
VIH y suministrarlos en tiempo y forma a quienes así los requieren.

Además, deberán tomarse las medidas necesarias para que de forma inmediata, se solicite la valoración a
infectología y epidemiología cuando cualquier persona con VIH ingrese a un hospital o clínica pertenecientes a
la Secretaría de Salud, con el fin de que su conteo de linfocitos CD4 permita determinar el tratamiento antirretroviral. También se instruye a resarcir los daños y perjuicios ocasionados.

Por otra parte, se recomienda al DIF que procure y gestione los recursos necesarios para dotar a sus funerarias de la infraestructura suficiente para la manipulación de cadáveres, incluidos aquellos de personas fallecidas por enfermedades infectocontagiosas, y modificar la normatividad a fin de que las personas que hayan fallecido por este tipo de enfermedades tengan acceso a los servicios funerarios y asistencia social
que brinda el Estado.



VIH/sida y el
derecho al trabajo


En junio de 2013, Edgar solicitó empleo en Televisión Azteca. Tras pasar todos los exámenes de aptitudes laborales y ser citado para incorporarse a su nuevo empleo, su estado serológico, el cual fue revelado a la empresa sin su autorización, impidió que comenzara esa nueva etapa en su vida.


Leonardo Bastida Aguilar

La posibilidad
de incorporarse al área de noticias de una de las cadenas más grandes de televisión del país, TV Azteca, motivó a Edgar a atender a la convocatoria publicada en el portal de internet de empleos Bumeran. Si bien sacrificaría una parte de los ingresos que percibía en el empleo donde estaba, consideró que en la televisora tendría la posibilidad de crecer profesionalmente.

Envió su currículum y se presentó a una entrevista en las instalaciones de la compañía a principios de junio de 2013. Allí lo atendió Gloria María Acevedo Salinas, quien días después le notificaría que él era el candidato más apto para cubrir la vacante. Al otro día, en las oficinas de la conocida como "televisora del Ajusco", se entrevistó con quien seríasu próxima jefa: Amada Castañón, jefa de información internacional y editora general web. En esa entrevista, ella le comentó que "él era su gallo".

Castañón le pidió incorporarse el lunes 17 de junio de 2013, puesto que sólo quedaba pendiente cubrir algunos requisitos del departamento de contratación de personal, como llenar por Internet algunos uestionarios. Edgar preguntó si tenía que renunciar a su empleo anterior; le dijeron que sí.

El 13 de junio recibió la llamada de Acevedo, quien le notificó que le habían enviado las ligas a las pruebas y dijo que también le enviaría la del laboratorio médico Lapi, Salud Integral, donde tendría que realizarse un examen de rutina. El viernes siguiente, Acevedo le envió un formato para sus exámenes médicos. También le dijo que comenzaría a trabaja hasta el martes 18 de junio, una vez terminado el proceso.

Edgar se inquietó. Temía que por ser VIH positivo desde hace 14 años le fuera negado el empleo. El sábado 15 de junio acudió al laboratorio. No se le informó qué tipo de pruebas le realizarían.

El lunes 17, esperó todo el día la llamada por parte de TV Azteca. Nunca la recibió y sus inquietudes parecían confirmarse. El martes 18, Acevedo le llamó para avisarle que el jefe de noticieros, y no la jefa de información internacional, con quien se había entrevistado, había decidido darle la plaza a un integrante de su equipo. Como él ya "había pasado las pruebas", en cualquier otro momento podrían tomarlo en cuenta.

Reparación del daño
La situación impactó la vida económica y laboral de Edgar, quien afirma nunca haber tenido problemas en sus anteriores empleos a pesar de que sus jefes conocían su estado serológico.

Si bien pudo enrolarse en otros proyectos, decidió interponer una queja (folio Q-088-2013) ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), acompañado por el Módulo de Derechos
Humanos "Francisco Galván Díaz" de la organización civil Letra S. Lo hizo, dice, para que la situación no se repita y las personas VIH positivas puedan acceder a empleos sin ser discriminadas.

La primera acción del Copred fue notificar al representante legal de TV Azteca y a Gloria Acevedo sobre la
queja. La respuesta del consorcio fue que no contaban con empleados ni representaban a terceros, además de no llevar a cabo procesos de selección de personal. Dos meses después, la empresa contestó que el reclutamiento había sido llevado a cabo por SCI de México, la cual compartía la dirección de TV Azteca.

En enero de 2014, Carlos Ramírez González, quien se identificó como miembro del área jurídica de Azteca,
dijo a personal de Copred que ahí no estaba la empresa buscada. Para marzo, ante otra visita del organismo, que en esa ocasión logró entrar a las instalaciones del corporativo, se reiteró queTV Azteca no compartía domicilio con SCI de México y los visitantes fueron conminados a salir acompañados de personal de seguridad.

Ha habido varios intentos más de notificación, pero la respuesta de la emisora es nula. Para Iván Pérez Vitela,
director de Cultura por la No Discriminación del Copred, hay fuertes indicios de un acto de discriminación debido a que después de la aplicación de los exámenes de sangre se terminó la cordialidad y el buen trato hacia el interesado, además de que los datos surgidos de dichos exámenes fueron entregados directamente a la televisora, violando el principio de confidencialidad, y afectaron de manera directa en su vida.

Vitela comentó que se continuará buscando una solución: la implementación de una mesa de diálogo para que
la televisora conozca los actos de discriminación imputados y las maneras en que puede modificar su conducta.

Aunque estés capacitado, eres un sidoso En opinión de Edgar "lo más lamentable es que no hay perjuicio para quien comete un delito como este porque a pesar de ingresar quejas a organismos de defensa de derechos humanos, no ocurre nada. Estamos totalmente vulnerables. Te pueden discriminar y las personas quedan impunes a pesar de que haya leyes".

Edgar se quedó sin empleo por un tiempo aunque refiere que el mayor daño fue anímico. "Lo más encabronante es que en pleno siglo XXI, después de tanta información, hay quien sigue pensando que vivir con VIH es tener sida y peor aún, hay quien, desde su ignorancia, se siente con el derecho de juzgar que por más capacitado que estés para un puesto, eres un sidoso y vas a seguir siendo un sidoso".

S U B I R