Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 26 de octubre de 2014 Num: 1025

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Antonio Cisneros
como cronista

Marco Antonio Campos

Los amores de Elenita
Paula Mónaco Felipe entrevista
con Elena Poniatowska

Retrato de Dylan Thomas
Edgar Aguilar

En mi oficio o ceñudo arte
Dylan Thomas

Presencia y desaparición
del mundo maya

Vilma Fuentes

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
A Lápiz
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Cinexcusas
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Alonso Arreola
Twitter: @LabAlonso

De músicos y tierras amputadas

Nunca es mejor el hombre que cuando debe resolver un problema, crecerse ante la adversidad. Ya lo hemos dicho. Motor de la evolución, superar obstáculos resulta fascinante en el proceso creativo. En tales ideas recaímos hace unos días cuando vimos los videos del cantautor chileno Andrés Godoy. Lo que este hombre ha logrado es conmovedor. Compone, canta y toca la guitarra como muchos trovadores más, pero lo hace con un solo brazo, el izquierdo, que baila en el diapasón mostrando cualidades inimaginables para quien cuenta con las dos extremidades superiores.

Nos referimos a la independencia de los dedos, a lo inusual de sus mecanizaciones de rasgueo con el meñique, a las metas que se impone estéticamente. Verbigracia: tiene una pieza instrumental dedicada a dos seres alados (“Ángeles y mosquitos”). Como se imaginará nuestra lectora, nuestro lector dominical, en ella muchas notas deben tañerse imitando aleteos. Calcule cuán complejo es hacerlo con una sola mano mientras otras melodías, ritmos y armonías se entreveran. Godoy tiene cuatro discos en solitario y numerosas colaboraciones. Verlo nos hizo recordar a otros músicos que se levantaron tras una tragedia.

Allí está Bill Clements. Él es un bajista nacido en Michigan, Estados Unidos, cuyo trabajo se ha vuelto popular, también, por la ausencia del brazo derecho. Una vez más llaman la atención los caminos que su cuerpo e imaginación han trazado en el aire. Hoy reconocido mundialmente por la velocidad y limpieza de sus ejecuciones, tras el accidente industrial que lo dejó incompleto hace veinticinco años el uso del pulgar y la experimentación física han hecho de su discurso algo digno de escucharse y claro, de mirarse. Es por ello que a Bill lo patrocinan múltiples marcas y que, curiosamente, puede dedicarse a la música de tiempo completo.

Más famoso que ellos es Rick Allen, baterista de Def Leppard (recientemente volvieron a México). Él ya había grabado tres discos del grupo cuando un accidente automovilístico le arrebató el brazo izquierdo. Al igual que los mencionados, remontó el sufrimiento, se rehabilitó y volvió a una batería modificada para que muchos tambores pudieran sonar con pedales en el piso. Así, apoyado por sus compañeros de banda, se preparó durante cuatro años para lanzar con ellos el álbum más exitoso de su trayectoria: Hysteria (1987). Otro célebre baterista accidentado –quien quedó paralítico del torso hacia abajo– fue Robert Wyatt, fundador de Soft Machine. Él cayó de una ventana desde un tercer piso, lo que le provocó una gran depresión seguida por su renacimiento como un compositor mucho más completo, innovador y arriesgado. Verdaderamente notable.

Otros grandes instrumentistas que vieron alterados sus cuerpos son Abraham Laboriel, quien siendo niño perdió parte de un dedo en una licuadora, lo que no le impidió convertirse en el bajista más grabado de la historia; así como Django Reinhardt, magnífico guitarrista gitano de origen belga cuya mano izquierda quedó casi inmovilizada tras un incendio, lo que tampoco lo detuvo en su camino hacia el sitio de las leyendas. Asimismo, son muchos los músicos (sobre todo pianistas) que nos vienen a la cabeza si pensamos, por ejemplo, en la ceguera. Algunos notables han sido los pianistas Lennie Tristano, Art Tatum, George Shearing y sus revolucionarios colegas Ray Charles y Stevie Wonder; el pianista japonés Nobuyuk Tsujii; los guitarristas de blues Willie Johnson y Willie McTell; el cantante de country Ronnie Milsap; el cantautor puertorriqueño José Feliciano y el percusionista Moondog, extravagante, extraordinario artista cuya vida y obra (de la que han sido seguidores Philip Glass, Steve Reich y Janis Joplin) valdrá la pena abordar luego a columna completa.

Dicho esto, y atendiendo a México, pensamos en don Ángel Tavira, violinista guerrerense de fama reciente tras su participación en la multipremiada cinta El violín, de Francisco Vargas. A él le explotó un cohete en la mano derecha siendo joven, cuando ya tocaba la guitarra y el saxofón. Luego de un tiempo, se sobrepuso para abordar el violín, rescatar mucha de la música de su tierra, meterse en la política, triunfar en el Festival de Cine de Cannes y ser maestro en una escuela de Iguala, Guerrero... ¿Quién lo diría? Empezamos hablando de músicos que superan problemas físicos y, como por destino, terminamos hablando, una vez más, de la Tierra Caliente que ha visto desaparecer a tantos hombres injustamente. Don Ángel murió en 2008. Habrá que ver su película nuevamente para escucharlo tocar, pero también para recordar lo que sucede cuando las autoridades se convierten en delincuentes que dejan a una patria amputada. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.