El público que asistió este jueves al estreno de La dictadura perfecta no paró de reír e incluso aplaudir. Aunque también hubo espacio para la reflexión, como el que se dio la estudiante de preparatoria Irene González, quien mencionó: Es triste darse cuenta de cómo nos engañan. Si la mitad de lo que presenta la película es verdad, los mexicanos somos muy tontos.

La Jornada realizó un recorrido por los complejos Cinemex Pabellón Del Valle y Cinépolis Plaza Universidad, donde las 12 funciones de la película tuvieron una asistencia aceptable, según información de cada complejo.

Algunos de los asistentes se negaron a dar su opinión, porque tenemos que reflexionarla; nos devastó mucho verla. Televisa y TV Azteca son una mierda, además de los políticos, claro, mencionó una pareja de jóvenes, quienes dijeron que esperaban con ansias el estreno de la nueva cinta del director Luis Estrada.

Un par de amigos trataba de encontrar equivalentes a los personajes de Estrada: Ese es el güey del noticiero de la mañana de Televisa. A lo que su acompañante respondió: Y ese es el del bigotito de TV Azteca, el de la noche. Reviró el primero: Nel, es el Dóriga; sólo le hace falta girar la sillita.

Todos la tienen que ver

Jesús Robledo, asistió solo, al término de la proyección opinó: Está muy buena. Creo que es una película muy importante y que todos la tienen que ver.

Guillermina, tomada del brazo de su esposo, Ulises, atinó en mencionar: “Creo que ya sabíamos todo esto, pero verlo de esta manera, tan explícito, confirma que la televisión, los políticos corruptos y los narcos controlan el país. Muy buena, nos gustó mucho”. 

La familia integrada por Ricardo Méndez, Emilia Amezcua y su hijo de 16 años, Patricio, coincidieron en sus opiniones, al concluir la función: Nos entretuvo mucho, está muy divertida, pero detrás presenta cómo somos manipulados, y eso no es nada divertido. Se la recomendaremos a todos nuestros amigos y familiares.

Sergio y Mariano,opinaron: Está bien cabrona. Critica a Televisa y TV Azteca y a los políticos... pero no sabemos cómo Damián Alcázar y Joaquín Cosío pudieron actuar con esos pendejitos de la televisión, nos causa extrañeza; igual la película es otra forma de manipularnos, de que pensemos que sí hay libertad de expresión. Ya ves que en este país pasa todo.

Otra sala, de las mil 500 donde se proyecta la cinta, lucía a media capacidad. Jaime Montiel, profesor de preparatoria, acompañado por su pareja, Pavlesca, mencionó: Es una película importantísima, por toda la investigación e información que contiene... esa relación de la televisión mexicana con los políticos del PRI. Superó mis expectativas. Se las pondré a mis alumnos como tarea y después organizaremos una discusión. Está muy buena.

Hilda Aguirre, por su lado, expresó: Creo que está muy exagerada. No creo que la realidad sea así. A mí me gustan los programas de Televisa y los periodistas como Dóriga y Loret... aunque puede que me equivoque, ¿no?

Néstor Ocaña, estudiante universitario, expresó: No tenía idea de que fueran así de perversos y cínicos; pensaba que sí existía una relación entre el poder de la televisión y los políticos, pero no tan así de cínicos.