Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 28 de septiembre de 2014 Num: 1021

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Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Difícil no me es...
Ricardo Yáñez

Nuno Júdice,
a pedra do poema

Juan Manuel Roca

Laguna larga
Gaspar Aguilera Díaz

La sátira política:
actualidad de
Aristófanes

Fernando Nieto Mesa

László Passuth,
el cronista insólito

Edith Muharay M.

El ALMA sonora
del Universo

Norma Ávila Jiménez

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Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
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La Otra Escena
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Bemol Sostenido
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Las Rayas de la Cebra
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Cabezalcubo
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A Lápiz
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Cinexcusas
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Hugo Gutiérrez Vega

Notas sobre la historia de la prensa (III DE IV)

La tecnología, por otra parte, dio a la prensa la oportunidad de imprimir a su desarrollo industrial un ritmo acelerado. Los inventos fueron enriqueciendo la capacidad productora de la prensa y permitiéndole ampliar su esfera de influencia. John Walter, el escocés fundador del periódico londinense The Times, adquirió dos máquinas de vapor inventadas por el alemán Koening. Con ellas sustituyó el trabajo manual por un sistema de verdadera producción industrial. El 21 de noviembre de 1814, el señor Walter, que había trabajado toda la noche con sus nuevas máquinas, anunció al público londinense que con el número de ese día, The Times inauguraba una nueva etapa en el desarrollo de la prensa, e informaba escuetamente que las máquinas de Koening podían imprimir mil 100 hojas en una sola hora de trabajo.

El Siglo de las Luces contribuyó al crecimiento de la prensa con notables inventos: en 1821, W. Church patentó en Inglaterra la máquina de componer y fundir tipos; en 1848 The Times de Londres echó a andar la primera prensa rotativa. En ese mismo año, en Francia, la rotativa de Marinoni tiraba 6 mil ejemplares por hora. Al año siguiente, las máquinas de Applegarth y Cooper lograron tirar 7 mil ejemplares por hora. Mergenthaler dio a conocer, en 1876, el resultado de sus experimentos con una linotipia. Los adelantos en materia de grabado y fotografía sirvieron también a la prensa de masas, mientras que el perfeccionamiento de las comunicaciones del teléfono y la telegrafía sin hilos favorecieron el desarrollo de las modernas técnicas de transmisión de noticias. En 1847, el telégrafo eléctrico de origen estadunidense fue utilizado por varios periódicos. Las primeras agencias de noticias se sirvieron de estos complejos inventos para organizar sus maquinarias y las grandes potencias, ricas en tecnología y en patentes, aseguraron muy pronto las formas de dominio sobre la información, condenando a la dependencia a los países atrasados.

El tercer problema a resolver por la prensa ya maquinizada, fue el alto costo de los ejemplares.

El aumento notable del número de ciudadanos alfabetizados en los países ricos y el predominio de las ideas liberales en materia de libertad de prensa, hicieron que la demanda de periódicos tuviera un desmesurado crecimiento. Sin embargo, la mayor parte de los ciudadanos no podía adquirirlos. Inglaterra fue el primer país que se enfrentó a este problema. El Partido Laborista emprendió una campaña tendiente a abaratar el precio de los periódicos y algunos escritores pidieron a la Cámara de los Comunes la reducción de las cargas fiscales impuestas a la prensa. El gobierno inglés suprimió el impuesto sobre los anuncios comerciales en 1835; en 1851 abolió el del timbre y en 1861 el del papel. En Francia, Emile de Girardin, director de La Presse, abarató el precio de su periódico incrementando el número de anuncios y, a partir de 1838, ese diario hizo descansar su economía sobre los anuncios; su venta pasó a ser un aspecto secundario de su vida financiera.

Burke había llamado a la prensa “el cuarto poder”. En 1848 la afirmación ya no era tan sólo un hallazgo de ingenio. The Times, dotado de una gigantesca máquina Appleghart, tiraba 10 mil ejemplares por hora, controlaba la publicidad de las grandes industrias y empresas comerciales y criticaba al poder público, basado en la suficiencia económica que le proporcionaban sus múltiples anuncios y sus ligas con los poderes financieros de la burguesía.

(Continuará)

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