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Con gol tempranero de Mandzukic, diseñó un plan perfecto sobre su archirrival

Atlético vence 1-0 al Madrid y conquista la Supercopa de España

Los colchoneros nunca vieron peligrar el título

El mexicano Jiménez ingresó al minuto 73

No usé a Di María porque no lo necesité: Ancelotti

Este cetro nos dará buena energía: Simeone

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Jugadores del Atlético de Madrid, familiares, amigos y cuerpo técnico posan con el trofeoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de agosto de 2014, p. a12

Madrid, 22 de agosto.

Atlético de Madrid conquistó la Supercopa de España al vencer 1-0 al Real Madrid con gol tempranero de Mario Mandzukic, su solidez habitual y la ejecución de un plan perfecto ante su clásico rival.

El conjunto merengue llegó al estadio Vicente Calderón con la obligación de marcar tras empatar 1-1 en casa en el primer partido. No lo hizo y pocas veces estuvo cerca de conseguirlo.

Por el contrario, los colchoneros sumaron las mejores oportunidades y no vieron peligrar el título. El símbolo de lo que fue el conjunto rojiblanco lo expuso Mandzukic, el mejor del partido.

La primera noticia llegó antes del partido, pues Cristiano Ronaldo se quedó fuera de inicio por molestias en la pierna izquierda. Lo sustituyó el colombiano James Rodríguez. Además, Carlo Ancelotti reforzó su apuesta por Iker Casillas en el arco del Real Madrid.

Por su parte, el Atlético repitió prácticamente el mismo equipo que el pasado martes, aunque esta vez incluyó a Antoine Griezmann. Lo que más cambió fue el escenario inicial del propio juego, pues en apenas dos minutos los rojiblancos ya ganaban.

Ya sea por lo tardío de la hora del encuentro o por pereza, el cuadro blanco salió dormido al campo y cuando se quiso dar cuenta ya perdía, por demérito propio.

Miguel Ángel Moyá mandó en largo; Raphael Varane y Sergio Ramos erraron en los saltos y el balón quedó franco para Mandzukic, quien ajustó el balón al palo de Casillas y desató el delirio en el estadio.

Rival incómodo

Apenas sucedieron algunas cosas durante los siguientes 25 minutos. El Real evidenció todo lo que se le atraganta del juego del Atlético, un equipo que se mueve como nadie cuando quiere que no ocurra nada en un partido. Lo traba, pierde tiempo, incomoda a su rival, lo aprieta y de vez en cuando avisa con intentos de contrataques.

Lo que nadie esperaba es que tal placidez la rompiera precisamente su propio entrenador. A los 26 minutos Diego Simeone decidió montar su show. Protestó airadamente que el árbitro no dejara entrar en el campo a Juanfran, quien se había marchado con sangre en la playera.

Luego golpeó la cabeza de un asistente. Y finalmente aplaudió a los jueces cuando lo expulsaron. Lo echaron, como en la final de la Liga de Campeones.

El Atlético se sintió huérfano de entrenador y dio varios pasos atrás, una concesión que su rival agradeció. Coincidió con el crecimiento de James, el jugador merengue más destacado de la primera mitad. Dos disparos suyos llevaron el silencio al estadio, que recuperó aire cuando llegó el descanso.

Lo primero que ocurrió en el complemento fue la entrada de Ronaldo, en lugar de Toni Kroos, pero no benefició al Real Madrid porque James se alejó del área y el dibujo confundió al equipo blanco.

El Atlético se sintió más cómodo que en la final de la primera parte y pudo asestar un golpe definitivo al minuto 49, con un remate al palo de Raúl García.

Ancelotti rectificó su propia decisión y quitó a James para situar a Isco. Quería volver a recuperar la posesión de balón. No lo consiguió y los delanteros blancos volvieron a acusar la falta de conexión con los volantes.

El Real Madrid nunca entendió la naturaleza del partido y le faltó futbol en la medular. Todo lo contrario de los colchoneros, que incluso tuvieron oportunidades de sentenciar con disparos de Koke o Griezmann.

Y la final se marchó entre el clamor de la hinchada del Atlético, que celebró el título ante su eterno enemigo, que se quedó con 10 elementos por expulsión de Luka Modric, al 91. No sólo eso, sino que confirmó que sabe cómo ganar al Real Madrid. Consiguió su primera victoria ante los blancos en el Vicente Calderón desde 1999.

El mexicano Raúl Jiménez entró al minuto 73, por Griezmann, y se mostró solidario en la defensiva, además de filtrar un par de pases.

El conjunto rojiblanco ya tiene la Supercopa de España en el bolsillo y envió un claro mensaje: esta temporada también está preparado para competir.

En cambio, Real Madrid evidenció que todavía tiene que mejorar mucho si quiere repetir antiguos éxitos, además de que todos apuntan a un ausente: Ángel di María, quien según Ancelotti no jugó por decisión mía, no lo necesitaba. Prefiero perder la Supercopa que la Liga de Campeones.

Por su parte, Simeone destacó que logramos tapar su juego entre líneas y aislar a sus mejores elementos. En el segundo tiempo tuvimos más conexión en el medio campo y pudimos anotar un gol más. Este título nos dará buena energía.

En tanto, Jiménez se mostró contento de pisar por primera vez este estadio, y qué mejor que hacerlo ganando un título y ante este rival. Tengo una semana y un día en Madrid y la adaptación ha sido difícil, pero tengo las metas claras. Trataré de adaptarme rápido y jugaré donde me pongan, aunque sea en la media o de central.

La liga de los porteros

Esta sábado comienza el torneo español, que será la liga de los porteros, un puesto que cobró importancia superlativa en el reciente Mundial de Brasil, cuyo valor amplificaron Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid con sus contrataciones.

Atrás quedaron los tiempos en los que los arqueros ocupaban un puesto menor en la escala de reconocimientos comparada con el eco que cobraban las acciones de volantes virtuosos o goleadores. Los tres equipos grandes del futbol español decidieron invertir bajo palos y ficharon nada menos que a cinco arqueros.

Víctor Valdés, todavía sin equipo, se fue del Barcelona por voluntad propia y el club azulgrana gastó 30.5 millones de dólares en el chileno Claudio Bravo y el alemán Marc-André ter Stegen.

El Atlético se quedó sin el belga Thibaut Courtois, uno de los grandes artífices del título de la liga, y despidió al veterano Daniel Aranzubia.

Consciente de la importancia del puesto, el club madrileño fichó al esloveno Jan Oblak por 21.2 millones de dólares. Nunca antes había pagado el Atlético tanto por un portero. Además, contrató al experimentado Miguel Ángel Moyá, un arquero que da garantías.

Mientras, Real Madrid convirtió la portería en todo un enredo. Despidió a Diego López, se quedó con Iker Casillas y fichó al costarricense Keylor Navas, provocando un debate casi interminable.

El Málaga fue otro de los destacados al firmar al mexicano Guillermo Ochoa, uno de los mejores guardametas de Brasil 2014, en sustitución de un emblema como el argentino Willy Caballero, quien se marchó al Manchester City.

En otro tema, el brasileño Neymar es duda en el Barcelona para el duelo del domingo ante Elche, por un esguince en el tobillo izquierdo.

La lesión del astro se produce sólo cuatro días después de que recibiera el alta médica por la fractura en una vértebra que sufrió en la Copa brasileña.