Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 13 de julio de 2014 Num: 1010

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

La palabra de
Yásnaya, activista mixe

Ana Paula Pintado

Antropología, contracultura y rock
Miguel Ángel Adame Cerón

La música, el oído
y el silencio

Armando G. Tejeda entrevista
con Ramón Andrés

Rock, literatura
y experiencia

Xabier F. Coronado

Arnaldo Córdova y
La ideología de la Revolución mexicana

Carlos Martínez Assad

Cien mujeres contra
la violencia de género

Esther Andradi

Columnas:
Galería
Ricardo Guzmán Wolffer
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Naief Yehya
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El misterio de la reforma de telecomunicaciones
(II Y ÚLTIMA)

La trampa de las reformas secundarias

La reforma de las telecomunicaciones fue recibida con escepticismo dados los vínculos reales e imaginarios del presidente Peña Nieto y su familia con la empresa Televisa. El público estaba prejuiciado. Sin embargo, cuando se presentó el paquete de las llamadas leyes secundarias, el 24 de marzo de 2014, se confirmaron las sospechas. Lo que podía haber sido una iniciativa honesta para modernizar un servicio, garantizar su calidad, accesibilidad “equitativa” y universalidad, incluía artículos redactados de una manera tan engañosa que podían interpretarse como claras violaciones a la Constitución, abrían las puertas a vigilancia y censura estatal sin precedentes y beneficiaban a las empresas “preponderantes”. La reforma comprometía el principio de la neutralidad de la red. Los proveedores de servicios de internet (ISP) deben ser transparentes en su administración del flujo de información, en particular en momentos de congestión. Los ISP no pueden bloquear ni dar trato preferencial al contenido legal, aplicaciones y servicios en el ciberespacio, sino que todo acceso debe realizarse en las mismas condiciones. El artículo 146 establece la posibilidad de crear “carriles de alta velocidad” en internet: “Los concesionarios y los autorizados que presten el servicio de acceso a Internet podrán hacer ofertas según las necesidades de los segmentos de mercado y clientes, diferenciando entre niveles de capacidad, velocidad o calidad.” José Ignacio Peralta, subsecretario de Comunicación de la SCT, declaró que esto era un modelo de gestión de tráfico equivalente a las casetas de cobro de las carreteras. El articulo 145 dice: “Los concesionarios y autorizados que presten el servicio de acceso a Internet […] podrán bloquear el acceso a determinados contenidos, aplicaciones o servicios a petición expresa del usuario, cuando medie orden de autoridad o sean contrarios a alguna normatividad.” La fracción VII del Artículo197 permite: “Bloquear, inhibir o anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional a solicitud de las autoridades competentes”, para crear “zonas de silencio”. Esto impediría documentar y reportear en manifestaciones, “eventos y lugares críticos”, actos represivos y confrontaciones entre ciudadanos y autoridades. Peralta explicó que se intentaba evitar que los criminales pudieran comunicarse entre ellos, ya sea desde reclusorios y prisiones o durante secuestros o ataques violentos, e intentaban “detener la propagación de rumores peligrosos y mentiras que pudieran provocar pánico”.

Muerte al hacktivismo

Para contrarrestar y perseguir el hacktivismo, la ley legaliza el uso de internet para espionaje, control e intimidación del público. Los artículos 189, 191, 192, 193 y 194 exigen a las empresas de telecomunicaciones almacenar los metadatos de las comunicaciones (origen, destino, hora, fecha, duración, localización geográfica), sin órdenes de un juez. Esta información puede ser usada por la policía, la Marina, Presidencia y CISEN (con sus pavorosos antecedentes de abuso). Se obliga a los ISP  a vigilar y censurar los contenidos de los usuarios, a riesgo de ser acusados de complicidad. Estos artículos de la iniciativa de ley legalizan transgresiones y atropellos de espionaje indiscriminado y masivo, como los cometidos por la NSA y el GCHQ  británico, que fueron denunciados por Edward Snowden.

Reconsideración o medio tiempo

El Ejecutivo ha eliminado por ahora de la propuesta de ley los incisos que se refieren a internet. Sin embargo, la autonomía que se le había dado al IFT parece anulada, pues ahora se le sitúa como una dependencia subordinada a la Secretaría de Gobernación y a la Presidencia, quienes tendrán realmente el control de los contenidos de las telecomunicaciones. La ilusión central de la modernización de Peña Nieto reside en el concepto de la competitividad, al cual se le atribuyen poderes casi mágicos para crear oportunidades y mejorar servicios. Debemos preguntarnos: ¿de qué forma protege la competitividad los derechos del usuario? Al dar tal importancia a la competitividad se asume que las interacciones en el ciberespacio y las telecomunicaciones son simplemente transacciones comerciales y el usuario queda reducido al papel de simple consumidor. La propuesta de ley favorece a los gigantes de las telecomunicaciones al no imponer límites para las propiedades cruzadas (posesión de diversos medios en una sola localidad) y al dejarlos intactos con apenas un simulacro de sanción.

Esperemos lo peor.