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Acuerdan utilizar 7% de combustible para transporte basado en granos comestibles

Limita la UE el uso de biocombustibles ante el encarecimiento de los alimentos
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Vista aérea de un tractor fertilizante en un campo cerca de Rosenheim, al sur de MunichFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de junio de 2014, p. 22

La Unión Europea decidió limitar el uso de biocombustibles, en momentos en que los precios de los alimentos se están encareciendo por primera vez en dos años.

En una reunión en días recientes en Luxemburgo, los ministros de energía de la Unión Europea (UE) acordaron limitar la producción de combustibles hechos a partir de cultivos destinados a la alimentación, en respuesta a las críticas de que su uso eleva la inflación y perjudica más de lo que beneficia al medio ambiente.

El acuerdo fijará un límite de 7 por ciento y no de 10 por ciento, como se había planeado anteriormente, en el uso de biocombustibles basados en productos alimentarios en el combustible para el transporte.

La aprobación por los ministros de un nuevo compromiso deja atrás el estancamiento de finales del año pasado, cuando los gobiernos de la Unión Europea no lograron cerrar un acuerdo sobre el límite propuesto de 5 por ciento en el uso de biocombustibles basados en cultivos como el maíz o el aceite de colza.

El nuevo acuerdo debe ser considerado por el nuevo Parlamento Europeo recientemente elegido. Creemos que esta propuesta es mucho mejor que nada, dijo el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, en la reunión de ministros de Luxemburgo.

Tenemos que apoyar la investigación y desarrollo en biocombustibles avanzados para que podamos pasar de la generación uno a la dos y a la tres, añadió, en referencia a los biocombustibles más complejos que no compiten con los productos que se cultivan para alimentación.

A principios de junio el Banco Mundial reportó que los precios de los alimentos repuntaron 4 por ciento en el primer trimestre del año, lo que puso fin a la tendencia a la baja que se venía registrando desde agosto de 2012, cuando la carestía de los alimentos registró un nivel máximo histórico.

En su reporte, publicado el 5 de junio, el Banco Mundial analiza el papel que los precios y la escasez de los alimentos pueden tener sobre los disturbios sociales. El reporte del organismo señala que la mayor parte de los aumentos en los precios de los alimentos se han dado en un contexto de las preocupaciones por factores climatológicos, la demanda de importaciones y, posiblemente, en menor medida, la incertidumbre asociada a la situación política en Ucrania.

Las preocupaciones climáticas, la incertidumbre política y las fluctuaciones monetarias no existen en un vacío, como se evidencia con el aumento de los precios mundiales de los alimentos de este trimestre. En los próximos meses, hay que ver estos precios con cuidado, asegurándose de que cualquier aumento no ponga presión adicional sobre los más desfavorecidos en todo el mundo, advirtió Ana Revenga, vicepresidenta en la división de reducción de la pobreza y gestión económica del Banco Mundial.

Con todo y el alza, los precios de los alimentos que se han incrementado, aún permanecen 16 por ciento por debajo de su récord histórico registrado en agosto de 2012.

El límite propuesto de 7 por ciento es parte de un objetivo para obtener 10 por ciento del combustible para el transporte de fuentes renovables para 2020, dentro de los esfuerzos para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de la UE del gas y petróleo importado.

En un principio, la Unión Europea respaldó los biocombustibles como una forma de abordar el cambio climático, pero la investigación ha mostrado desde entonces que la fabricación de combustible a partir de cultivos como el maíz desplaza a otros, obliga a despejar hábitat valiosos y puede inflar los precios de los alimentos.