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La agrupación fundada por Irvine Arditti participa en el 36 Foro de Música Nueva

El Cuarteto Arditti celebra en México 40 años de trayectoria

Ofrecerá dos conciertos en el Palacio de Bellas Artes

En el segundo estrenará Canciones lunáticas, escrita por la mexicana Hilda Paredes para el joven contratenor Jake Arditti

 
Periódico La Jornada
Martes 20 de mayo de 2014, p. 4

Somos cuatro solistas que colaboran para un propósito: la pureza que se necesita para interpretar la música clásica no funciona en el repertorio contemporáneo, donde se necesita más inspiración, más individualismo, algo difícil de encontrar en la música, pues no se trata de tocar juntos de manera hermosa e igualitos, dice en entrevista con La Jornada el violinista británico Irvine Arditti (Londres, 1953), fundador hace 40 años de una de las agrupaciones musicales más importantes desde entonces en el planeta: el Cuarteto Arditti, que luego de una ausencia de ocho años, regresa a México para celebrar su cuadrágesimo aniversario con varias presentaciones.

El Cuarteto Arditti dará dos conciertos (volverá en octubre para participar en el Festival Internacional Cervantino). El primero será mañana y forma parte de la serie Cuatro cuartetos en el Palacio, mientras el segundo, el sábado 24, está programado dentro de la edición 36 del Foro de Música Nueva Manuel Enríquez.

En el segundo concierto se estrenará en México Canciones lunáticas (2009), que Hilda Paredes compuso para el contratenor Jake Arditti, hijo de Irvine.

Amplio espectro interpretativo

Canciones lunáticas es el marco para tres poemas del mismo título del mexicano Pedro Serrano (1957). Cuando leí estos poemas, la música brotó, expresa Paredes, quien ya había escrito una pequeña pieza para el cuarteto y Jake Arditti.

Sin embargo, cuando el Festival de Primavera de Heidelberg le pidió componer una nueva obra para Jake, un cantante de ópera barroca y música contemporánea, y el Cuarteto Arditti, “al conocerlo y sus pensamientos muy bien –Hilda está casada con el padre de Jake– , pensé que esta pieza sería ideal para él. De allí que está escrita para su tipo de voz y sus maravillosas habilidades. No le da miedo usar técnicas vocales extendidas. Aunque es muy joven –27 años– cuenta con un amplio espectro de habilidades interpretativas”.

Canciones lunáticas, retoma Jake, “explora mi registro vocal y mis habilidades como cantante. Me estira y me permite hacer cosas divertidas como un vibrato de labios (golpea sus dedos en los labios)”.

Por eso también le gusta trabajar con el Cuarteto Arditti: Perciben su trabajo de manera extremadamente seria y también son serios en extremo en cuanto a divertirse al hacerlo.

Sin preocuparse por el futuro

Irvine Arditti es el único integrante original del cuarteto surgido por accidente de un compromiso en la Academia de Música de Londres, a donde el violinista acudió a tocar música de Krzysztof Penderecki, quien recibía un premio. “Nunca pienso en el futuro, sólo veo lo que hoy sucede. Cuando comencé el grupo era como una diversión. Supongo que vivíamos de un día a otro, y que eso ha continuado.

Foto
Hilda Paredes, flanqueada por Irvine y Jake Arditti, ayer, durante la entrevista con La Jornada en el Teatro de Bellas Artes. El Cuarteto Arditti, que vuelve al país después de ocho años, también se presentará en el Centro Nacional de las Artes e impartirá un taller a jóvenes compositores y, el próximo octubre, regresará para participar en el Festival Internacional CervantinoFoto Cristina Rodríguez

Claro, una vez que ya estábamos inmersos en ello, nunca pensé en hacer otra cosa o parar. Los números son irrelevantes, sólo sirven para llamar la atención sobre quién eres y lo que haces, comenta respecto de los 40 años del grupo. En 1999 el cuarteto recibió el prestigiado Premio Ernst von Siemens por sus logros en la música.

Aparte de Arditti, en la actualidad el cuarteto está integrado por el violinista Ashot Sarkissjan, el violista Ralf Ehlers y el violonchelista Lucas Fels.

Hace 40 años no era tan fácil encontrar personas experimentadas en la música contemporánea, mientras que hoy el panorama es diferente. Los cambios han enriquecido el grupo que ha ido de fortaleza en fortaleza.

Para Arditti no se trata de tocar juntos de manera hermosa e igualitos, sino somos cuatro solistas que contribuyen a hacer algo. Para mí la pureza que tal vez se necesita para tocar la música clásica no funciona tanto en la música contemporánea, para la que se necesita más inspiración, más individualismo, algo difícil de encontrar en la música. Para entrar al cuarteto hace falta poderse parar enfrente de una orquesta y tocar por tu cuenta.

Resulta agradable trabajar en piezas que conoces con alguien que no las conoce, trabajar de nuevo con el compositor si aún vive, refrescar tu interpretación y recibir nuevas ideas.

El cómo tocar las obras, siempre de acuerdo con los deseos del compositor, es un sello del cuarteto y una tradición que es legada a cada nuevo integrante. El 90 por ciento de su repertorio ha sido escrito para ellos.

Además de Hilda Paredes, la obra de otros dos compositores mexicanos forman parte de los programas que el Cuarteto Arditti tocará. El Cuarteto núm. 3 Red Over White, de Rodrigo Valdez Hermoso, y Cuarteto núm. 1, de Javier Torres Maldonado, que serán interpretados mañana, así como Estudio núm. 33, de Conlon Nancarrow.

El sábado 24, aparte de Canciones lunáticas, se incluyen el estreno en México de El árbol de cuerdas, de Harrison Birtwistle, a la vez que Cuarteto Op. 3, de Alban Berg.

El jueves 22, a las 10 horas, en el Aula Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes, el Cuarteto Arditti impartirá un taller para jóvenes compositores, algo que siempre procuran hacer donde vayan.