Ayer se inició en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el cuarto Congreso de Alumnos de Posgrado, espacio académico mediante el cual se muestra a la comunidad universitaria y a la sociedad mexicana el trabajo que desarrollan los estudiantes de ese nivel de estudios. En el acto inaugural, el rector José Narro Robles señaló que el encuentro permite presentar buena parte de lo que la institución tiene en el escalón más alto de los estudios superiores, donde el año pasado se graduaron más de 3 mil 100 maestros, 742 doctores y más de 3 mil especialistas en todas las disciplinas. El posgrado en la UNAM aborda todos los campos del conocimiento en las humanidades, las ciencias sociales, químico-biológicas, económico-administrativas, las ingenierías, la física y las matemáticas, y reúne a 25 mil jóvenes, cifra superior a la población estudiantil de algunas universidades, destacó el rector. Juan Pedro Laclette, coordinador de Estudios de Posgrado de la UNAM, dijo que el congreso, máxima celebración en la vida académica de ese nivel de estudios en la institución, cuenta en esta edición con ocho formatos de presentación de los trabajos estudiantiles. Entre ellos, ponencias, carteles, talleres, mesas de discusión y exposiciones de desarrollos artísticos e innovación tecnológica.

Para Enrique González Ruiz, coordinador del posgrado de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, el movimiento estudiantil que mantuvo la huelga de 1999-2000 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no fue derrotado. Por el contrario, dijo, su impacto alcanzó incluso a las autoridades universitarias, quienes se sumaron al discurso de la relevancia de la gratuidad de la educación. Al participar en el foro Cuando la UNAM se pintó de rojo y negro: la huelga del 99-00, vigencia y trascendencia, que se realizó en la Facultad de Economía, dijo que aun cuando el rompimiento de la huelga (el 6 de febrero de 2000, con la entrada de la Policía Federal Preventiva) dejó un saldo de casi mil estudiantes detenidos y órdenes de aprehensión contra otros 500, el movimiento triunfó, pues a 15 años la institución sigue siendo pública. La madrugada del 20 de abril de 1999 prácticamente la totalidad de escuelas y facultades de la UNAM fueron tomadas por los estudiantes en rechazo al reglamento general de pagos del rector Francisco Barnés, que fijaba cuotas de inscripción y por servicios. González Ruiz, quien fue uno de los maestros que apoyó al Consejo General de Huelga, alertó ante una nueva posible embestida del sistema neoliberal con el fin de privatizar la educación superior del país.