Nestora Salgado, de la CRAC,
rehén del Estado

Tras siete meses en una prisión federal de alta seguridad de Tepic, Nayarit, acusada de secuestro y delincuencia organizada por participar del sistema comunitario de justicia de Guerrero, Nestora Salgado, coordinadora de la Policía Comunitaria, migrante, trabajadora, madre y esposa, puede tener una oportunidad de libertad. Los cargos más graves en su contra se retiraron, mientras organizaciones estadunidenses anuncian una caravana de solidaridad.

Los primeros días de abril, la Fundación Sergio Méndez Arceo concedió su premio de derechos humanos a la ex migrante y hoy presa en el penal federal. Unos días antes, el Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Primer Circuito —con residencia en Chilpancingo— revocó el auto de formal prisión por delincuencia organizada, cargo que se derivó de girar la orden para la detención de un funcionario local implicado en un robo, como parte de sus labores dentro del organismo de seguridad comunitaria.

El gobierno de Guerrero anunció que Salgado permanecerá en una cárcel, a pesar de que un ordenamiento institucional reconoce a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias- Policía Comunitaria (Crac-pc) como instancia de procuración de justicia y seguridad de los pueblos, avalada por la Ley 701.

Por lo pronto, se prepara una caravana de representantes de pueblos de Guerrero, que visitarán Estados Unidos como parte de su lucha por el respeto a los derechos indígenas y la libertad de Nestora Salgado.

Jaime Quintana