Barcelona, 4 de marzo.

Capitán e ícono del Barcelona durante la reciente década, Carles Puyol, de 35 años, anunció que abandonará el club a final de la temporada, debido a los problemas físicos que le impiden rendir al máximo nivel, pero no reveló cuál será su futuro una vez que esté fuera del conjunto catalán.

Tras las dos últimas operaciones (en la rodilla) tan agresivas me está costando mucho recuperar la calidad que yo me exijo para continuar aquí, más de lo que yo pensaba y mucho más de lo que me dijeron los cirujanos. Por eso he tomado esta decisión, señaló el defensa.

El club lo sabe y está de acuerdo, tanto en el hecho como en la manera. Rescindiremos el contrato y dejaremos sin efecto los dos próximos años pendientes, dijo en una escueta comparecencia en la que no aceptó preguntas.

Con el sueño de retirarse a los 40 años, Puyol había firmado en enero de 2013 su renovación hasta 2016 con el Barça. Sin embargo, sus continuas lesiones en la rodilla afectaron su juego y en dos años pasó de estar entre los mejores defensas del mundo, a contemplar una buena parte de los partidos desde el banquillo o la grada.

El calvario de Puyol empezó en mayo de 2012, cuando fue sometido a una artroscopia en la rodilla derecha y se perdió la Eurocopa de Ucrania y Polonia, que conquistó España. La siguiente temporada pasó por el quirófano en otras dos ocasiones, la más reciente en junio de 2013.

En octubre recibió el alta pero desde entonces sólo ha disputado como titular 12 partidos, cinco de ellos en la liga, el último de los cuales el pasado domingo ante Almería, en el que anotó el tercer tanto de su equipo (4-1).

Quedan tres meses de campeonato en los que seguiré luchando hasta el final para ayudar al equipo a lograr los objetivos de esta temporada, afirmó.