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La Compañía Nacional de Teatro presenta la tercera temporada de Natán el sabio, de Gotthold Ephraim Lessing

Luminoso discurso en favor de la tolerancia

El dramaturgo alemán describe cómo oponerse a la intransigencia de las ortodoxias: Luis de Tavira

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Ricardo Blume, Marisol Castillo, Iván Cortés, Natalia Benvenuto y Luis Rábago, actores de la Compañía Nacional de Teatro, en una escena del montaje de Natán el sabioFoto CNT/ Sergio Carreón Ireta
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de marzo de 2014, p. 5

La tercera temporada de Natán el sabio se inició ayer en la sede de la Compañía Nacional de Teatro (CNT). La obra maestra del dramaturgo, teórico y filósofo alemán Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) forma parte del repertorio de la agrupación.

La pieza, que por primera es llevada a escena en el país, gira en torno a las intrigas políticas, los equívocos del amor y reflexiona sobre la fe y la conciencia.

Hoy tres religiones monoteístas se disputan la devoción y el destino espiritual del ser humano en el mundo: el cristianismo, el judaísmo y el islamismo. En ese contexto, en Natán el sabio se desarrolla un luminoso discurso en favor de la tolerancia, la conciencia y el respeto a las diferencias como única posibilidad para la convivencia humana.

Se trata de una obra muy actual, sobre todo en lo que se refiere a la tolerancia y la conciencia, comentó el director Enrique Singer. “En esta propuesta escénica, quizá la palabra tolerancia no es suficiente, en la medida que la tolerancia implica un esfuerzo por acercarse a otro. Y la obra plantea algo que va más allá de la tolerancia: la conciencia de la unicidad de la creación.

Es una obra profundamente mística que entabla un diálogo con la realidad, de manera que judíos, cristianos y musulmanes se encuentran en el mismo territorio: la humanidad. Es una obra que pone en tela de juicio las diferencias que hemos hecho las personas respecto de las concepciones que se tienen de Dios.

Trama sencilla, divertida y profunda

La historia se ubica en 1188, durante Las Cruzadas, tras la caída de Jerusalén en manos del sultán Saladino, quien se regocija ante la sapiencia de Natán y lo desafía a responder la pregunta sobre cuál de las tres religiones que se practican en Jerusalén es la verdadera. Entre los personajes se encuentra un templario cristiano, el propio Saladino, quien es musulmán y Natán, quien es judío, personaje inspirado en Maimónides.

Con esos protagonistas, Lessing teje una trama clara, sencilla, divertida y profunda, sobre la no diferencia entre las religiones, destacó Enrique Singer.

En Natán el sabio, Lessing sabe ir y venir del drama a la filosofía y del silencio del pensamiento al fulgor de la palabra, para expresar con fuerza las sensaciones e ideas con las que hay que oponerse siempre a la intransigencia de las ortodoxias, apuntó Luis de Tavira, director artístico de la CNT.

Con Ricardo Blume, Adriana Roel, Rosenda Monteros, Juan Carlos Remolina y Luis Rábago, entre otros actores; escenografía, iluminación y multimedia de Philippe Amand; vestuario de Mario Marín; movimiento corporal de Marcela Aguilar, y maquillaje de Amanda Schmelz, Natán el sabio se presenta jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas en la sala Héctor Mendoza de la CNT (Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán). Entrada libre y cupo limitado.