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Reaparece en chat el ex contratista de la NSA que reveló la vigilancia mundial estadunidense

Para nada le ha servido a EU espiar a millones de personas, afirma Snowden

Hasta Obama está de acuerdo en que la agencia ha abusado en la recolección de datos, dice

Reitera que es la opinión pública la que debe decir si quiere vivir con el acoso gubernamental

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Edward Snowden, ex contratista de la NSA que vive asilado en Rusia, en imagen de archivoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 24 de enero de 2014, p. 26

Nueva York, 23 de enero.

Edward Snowden declaró hoy que la vigilancia masiva que lleva a cabo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) es inconstitucional, insistió en que la opinión pública es la que debe decidir si desea vivir con un régimen que vigila toda la vida de los ciudadanos, y reiteró que a pesar de la persecución oficial y las amenazas de muerte en su contra, no seré intimidado.

Durante un chat en vivo –el primero desde junio de 2013– el fugitivo más famoso de Estados Unidos respondió a preguntas del público sobre las implicaciones y el debate generado en Estados Unidos y alrededor del mundo por sus filtraciones sobre la NSA a lo largo de los últimos siete meses.

Ahora hasta el presidente está de acuerdo que nuestros programas de vigilancia se han pasado recolectando montos masivos de registros personales sobre estadunidenses comunes que nunca han sido sospechosos de ningún delito. Esto viola nuestra protección constitucional contra cateos y confiscaciones ilegales, resumió Snowden al comentar por primera vez el discurso del presidente Barack Obama de hace una semana, en el cual el mandatario intentó responder a las preocupaciones públicas aquí y alrededor del mundo generadas por las divulgaciones del ex contratista de la NSA.

Snowden señaló que aunque el presidente insistió en que no se ha abusado de estos programas, el propio inspector general de la NSA ha identificado por lo menos 12 casos de abuso, y agregó que el informe emitido hoy por la Junta de Supervisión de Privacidad y Libertades Civiles (entidad independiente dentro del poder Ejecutivo) documenta que la NSA ha espiado los teléfonos de por lo menos 120 millones de estadunidenses, pero que no se ha logrado identificar ni una sola instancia en la que este programa ha contribuido a detectar un complot terrorista, y que, además, el programa es ilegal.

Cuando incluso el gobierno federal dice que la NSA violó la Constitución por lo menos 120 millones de veces con un solo programa, pero fracasó en descubrir un solo complot, es hora de poner fin a la recaudación en bruto, lo cual es un eufemismo para la vigilancia masiva. Simplemente no hay justificación para continuar una política inconstitucional con una tasa de éxito de 0 por ciento, comentó Snowden.

Afirmó que los programas de vigilancia masiva tienen entre sus peores consecuencias la de congelar la libre participación de los ciudadanos ante la sensación abrumadora de que están sometidos a vigilancia. Pero es aún más siniestro que “estos programas clasificados efectivamente crean ‘historiales permanentes’ de nuestras actividades diarias, aun en ausencia de alguna mala conducta de nuestra parte. Esto permite una capacidad llamada ‘investigación retroactiva’, donde una vez que eres persona de interés para el gobierno, éste tiene un registro muy completo de tu actividad durante los últimos cinco años… Tu podrías no recordar adónde fuiste a cenar el 12 de junio de 2009, pero el gobierno sí”.

Fundamentalmente, una sociedad en que el monitoreo masivo de la suma de la actividad civil se vuelve rutinaria es volver las tradiciones de libertad hacia la infraestructura iliberal de la investigación preventiva, un tipo de Estado cuantificado donde las acciones más mínimas son evaluadas para ver si son apropiadas. Agregó que si eso es lo que una sociedad desea, entonces debería ser el resultado de una decisión pública, en lugar de una conferencia a puerta cerrada.

Snowden respondió que no todo espionaje es malo. El problema que enfrentamos ahora mismo es la nueva técnica de vigilancia masiva indiscriminada, donde los gobiernos obtienen miles y miles y miles de millones de comunicaciones de inocentes cada día. Insistió en que no hay justificación real para todo esto. Creo que una persona debería poder marcar un número, hacer una adquisición, enviar un SMS, escribir un correo electrónico o visitar un sitio de Internet sin tener que pensar cómo se verá esto en su historial permanente, sobre todo cuando la evidencia indica que estos programas de espionaje no han generado mayor seguridad, insistió.

No es bueno para nuestro país, no es bueno para el mundo, y yo no me iba a quedar parado observando lo que ocurría. Añadió: cuando somos tan sofisticados como para intervenir cualquier aparato en el mundo que queremos (hasta el teléfono de Ángela Merkel), no hay justificación para perder nuestro tiempo recaudando los registros de llamadas de abuelas en Missouri.

Ante las repetidas acusaciones del gobierno de que él podría haber utilizado los canales institucionales para presentar sus denuncias en lugar de filtrarlas a medios, dijo que hizo esfuerzos tremendos para reportar los abusos. Reiteró que muchos de sus colegas en las agencias de inteligencia compartían su alarma y preocupación, pero que muchos no estaban dispuestos a arriesgar sus carreras y hasta su libertad si denunciaban los abusos de los programas de inteligencia.

Al preguntarle bajo qué condiciones regresaría a Estados Unidos, Snowden dijo que su retorno sería la mejor solución para todos, pero desafortunadamente no es posible con las leyes actuales de protección de denunciantes, las cuales no se aplican a contratistas como él. Más aún, señaló que la Ley de Espionaje según la cual ha sido acusado, prohíbe una defensa en donde se argumenta que las acciones del acusado fueron en bien del interés público. Esto es particularmente frustrante porque implica que no hay posibilidad de un juicio imparcial, y de ningún camino para que yo regrese a casa y presente mi caso ante un jurado, indicó.

En Washington, el procurador general Eric Holder comentó que estaría dispuesto a negociar los cargos penales contra Snowden si éste estuviera dispuesto a reconocer su culpabilidad y regresar a este país, pero descartó la opción de algún tipo de clemencia o perdón oficial. Subrayó que siempre ha afirmado que la noción de clemencia no era algo que estamos dispuestos a considerar.

La sesión del chat en vivo fue patrocinada por The Courage Foundation, dedicada a la protección de fuentes periodísticas que maneja el Fondo de Defensa de Snowden (www.freesnowden.is/index.html, ahí también se encuentra el texto completo del chat).

Mientras tanto, el debate que detonó continúa. En las encuesta más reciente de Pew Research, 53 por ciento se opone ahora a los programas de vigilancia masiva y 40 por ciento aprueba esas iniciativas como parte de los esfuerzos para combatir a terroristas (casi lo opuesto a las tendencias de hace un mes). La misma encuesta registró que el discurso de Obama sobre el tema tuvo un efecto nulo sobre la opinión pública en torno a este tema. A la vez, una encuesta de CBS News registró que 61 por ciento cree que Snowden debería ser enjuiciado en Estados Unidos y sólo 23 por ciento apoya la idea de brindarle una especie de amnistía por sus actos.

Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks