Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 24 de noviembre de 2013 Num: 977

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

El Premio FIL a
Yves Bonnefoy

José María Espinasa

Artigas en el cuarto
de los espejos

Alejandro Michelena

El asesinato de
Roque Dalton

Marco Antonio Campos

Cambio de armas
Esther Andradi entrevista
con Eva Giberti

La aventura artística
de Philip Guston

Eugenio Mercado López

Philip Guston,
del muralismo
al cartoonism

Gonzalo Rocha

Diego y Frida,
una pareja mítica

Vilma Fuentes

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
Galería
Rodolfo Alonso
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
@JornadaSemanal
La Jornada Semanal

 

Rogelio Guedea
[email protected]

La televisión y el Estado

En casa hay un solo televisor, que mi mujer y yo, por cierto, no vemos. Lo ven mi hijo y mi hija, a horas determinadas. Conforme mi hija crece, su convicción se hace más fuerte, así que un día mi hijo se encontró con que mi hija no quería ver el programa que él había elegido. Elijan, les dije, un programa que les guste a los dos. Así lo hicieron, a regañadientes. Pero, obviamente, los conflictos crecieron, y hasta hubo uno que otro grito y manotazo. Nada que pasara a mayores. Como en una casa el Estado somos los padres, nos vimos en la necesidad de intervenir. Mi mujer dijo que la solución era comprar otro televisor, y asunto arreglado. Yo dije que no, que lo mejor era tirar a la basura el que teníamos, y punto. Como el Estado de esta casa es mexicano, sucedió lo consabido: se dividió. Se hicieron dos partidos y el debate entonces tomó otro derrotero, muy lejano del derrotero inicial, que era, dicho sea de paso, el crucial. Ahora mi mujer y yo seguimos debatiendo entre comprar otro televisor o tirar el existente, mientras nuestros hijos, allá en la habitación, siguen arrebatándose los canales.