Tegucigalpa, 23 de noviembre.

Las elecciones presidenciales de este domingo en Honduras serán las más vigiladas en su historia: unos 250 observadores internacionales de la Unión Europea, Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos seguirán la apretada disputa entre los dos principales candidatos.

La presencia de los observadores podría ser clave, pues las encuestas muestran un virtual empate entre el aspirante del gobernante Partido Nacional (PN), Juan Orlando Hernández, y la candidata opositora, Xiomara Castro, esposa del ex presidente Manuel Zelaya, derrocado mediante un golpe de Estado a manos de militares. Muchos hondureños temen que haya fraude.

Es indudable que existe una creencia sobre la irregularidad del proceso electoral, debido tanto a prácticas como percepciones al respecto, afirma José Antonio de Gabriel, subjefe de la misión electoral de la Unión Europea en Honduras.

El temor al fraude se finca en que la plataforma política de Castro es muy similar a la que provocó el derrocamiento de su esposo en 2009.

La ex primera dama, postulada por el Partido Libertad y Refundación, propone convocar a una asamblea constituyente que refunde el país y cambie las instituciones y el sistema electoral. Aunque su bandera original de socialismo democrático se ha movido hacia el centro, muchos hondureños siguen creyendo que su programa es radical.

El Tribunal Supremo Electoral informó que 5 millones 300 mil ciudadanos están registrados para sufragar este domingo en unos comicios en los que por primera vez habrá siete partidos, incluidos los dos tradicionales, el gobernante PN y el Partido Liberal (PL), que postuló a Zelaya en 2005.

Manuel Villeda llega a las urnas como abanderado del PL, que junto con el PN representa los intereses oligárquicos y han ocupado alternadamente la presidencia desde principios del siglo XX, salvo en periodos de dictadura militar.

También participarán un popular presentador de televisión, Salvador Nasralla, por el Partido Anticorrupción; el general Romeo Vásquez Velásquez, de la promilitar Alianza Patriótica; Jorge Aguilar, por la Socialdemocracia; Orle Solís, de la Democracia Cristiana, y Andrés Pavón, por la izquierdista Unificación Democrática.