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Estadunidenses guardan un minuto de silencio en memoria de su presidente más querido

Recuerdan en todo EU el 50 aniversario del asesinato de JFK

Al menos 75% de ciudadanos lo ubica a la cabeza de hombres destacados, dice Gallup

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Jacqueline Kennedy (centro), acompañada por sus pequeños hijos Caroline y John, durante el funeral del mandatario en 1963, que tuvo asistencia masivaFoto Ap
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Ciudadanos que participaron ayer en el homenaje a éste en la ciudad de Dallas, TexasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de noviembre de 2013, p. 21

Dallas, 22 de noviembre.

Todas las banderas de Estados Unidos ondearon hoy a media asta y los estadunidenses guardaron un minuto de silencio en memoria del ex presidente John F. Kennedy, en el 50 aniversario de su asesinato, durante una jornada que estuvo marcada por diversos actos en todo el país y más allá de sus fronteras.

La ceremonia principal tuvo lugar a las 12:30 horas tiempo de Texas, momento en que ocurrió el disparo fatal con que el francotirador Lee Harvey Oswald acabó con la vida del mandatario el 22 de noviembre de 1963, cuando Kennedy atravesaba en una limusina descapotable la plaza Dealey de Dallas.

En ese lugar, pero medio siglo más tarde, miles de personas guardaron este viernes un minuto de silencio, marcado por solemnes campanadas.

Poco antes, bajo un cielo plomizo, el alcalde de Dallas, Mike Rawlings, recordó que con el deceso comenzó la leyenda de JFK, siglas con que era conocido el mandatario –tenía 46 años cuando perdió la vida– y con las que también se le recordó en una gigantesca pancarta en la plaza Dealey.

Un idealista

Rendimos tributo a un idealista que ayudó a crear un mundo más justo, a un soñador que nos desafió literalmente a alcanzar la luna, aunque él no llegó a vivir para ver cómo se lograba esa meta, expresó Rawlings, quien develó una placa con las últimas palabras del discurso que Kennedy tenía planeado en Dallas ese 22 de noviembre de 1963 y que nunca llegó a pronunciar:

“En este país –en esta generación– somos más por destino que por elección los vigilantes que resguardan los muros de la libertad del mundo. Pedimos, por tanto, ser dignos de nuestro poder y responsabilidad, y que podamos ejercer nuestra fuerza con sabiduría y contención para lograr en nuestra época y para siempre instaurar la visión antigua de paz en la tierra y buena voluntad para la humanidad. Ese debe ser siempre nuestro objetivo, y nuestra causa justa debe ser siempre el fundamento de nuestra fortaleza. Como se escribió hace mucho: ‘Cuando el Señor resguarda la ciudad, el vigilante despierta en vano’”.

Posteriormente, el historiador David McCullough afirmó que Kennedy se marchó pero nunca fue olvidado, y leyó algunas de las frases más famosas del presidente demócrata.

El coro masculino de la Academia Naval entonó himnos para conmemorar el servicio militar de Kennedy durante la Segunda Guerra Mundial.

Además de en Dallas, los actos principales tuvieron lugar en Boston, Massachusetts, donde nació Kennedy, el mandatario número 35 de Estados Unidos. Entre las actividades destacaron misas, conciertos y la inauguración de una exposición de objetos personales que nunca habían sido mostrados al público.

En Boston, bajo una lluvia intensa, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, y el general Scott Rice, de la Guardia Nacional, colocaron una ofrenda floral al pie de la estatua de Kennedy en el jardín delantero de la gobernación, lugar generalmente cerrado al público desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, pero abierto para esta ocasión.

Con su amplia visión y alto pero sobrio idealismo, Kennedy instó a toda una nación a mostrar su grandeza. Hoy honramos su memoria y celebramos su huella perdurable en la historia del país, señaló el presidente Barack Obama al ordenar que en este 50 aniversario del asesinato de Kennedy todas las banderas en edificios públicos se colocaran a media asta.

Aunque Obama no efectuó este 22 de noviembre un homenaje público a Kennedy, sostuvo una charla por videoconferencia –a puertas cerradas– con voluntarios en Tanzania de los Cuerpos de Paz que fundó su asesinado predecesor. Del mismo modo, otros homenajes privados tuvieron lugar durante toda la jornada en la capital estadunidense.

A primera hora de la mañana, el fiscal general, Eric Holder, rindió un discreto homenaje a Kennedy ante su tumba, en el cementerio militar nacional de Arlington, a las afueras de Washington.

En ese lugar, el pasado miércoles Obama y su predecesor Bill Clinton, acompañados por sus esposas, depositaron una ofrenda floral, con la cual marcaron el inicio oficial de los homenajes, que culminaron hoy.

Poco antes del comienzo oficial de las ceremonias en Dallas, Jean Kennedy Smith, única hermana viva del asesinado mandatario, también acudió a depositar flores ante la tumba.

Los periódicos de Nueva York incluyeron en sus ediciones del viernes segmentos de sus publicaciones de 1963 con el reporte sobre el crimen.

Del otro lado del Atlántico también se conmemoró el asesinato, sobre todo en Berlín, con una ceremonia cerca del lugar donde el presidente estadunidense pronunció su histórica frase Ich bin ein berliner (Soy un berlinés) en la ciudad alemana, dividida tras la Segunda Guerra Mundial.

En Londres, el museo Tate Modern expone la única pintura conocida del magnicidio en Dallas. Para el ex presidente francés Valéry Giscard d’Estaing, con el hombre asesinaron el sueño. Fue muy inspirador para mí, declaró a la radio RTL.

Al menos 75 por ciento ubica a JFK a la cabeza de la lista de los líderes estadunidenses modernos que pasarán a la historia como destacados, por delante de Ronald Reagan y Bill Clinton, según Gallup.

John F. Kennedy, nacido en una familia rica e influyente de Boston, se convirtió en el mandatario estadunidense más joven y en el primero de religión católica, encarnando una era de esperanza para la generación de los denominados baby boomers.

De su mandato trágicamente truncado la historia registró su enfrentamiento contra los soviéticos durante la llamada crisis de los misiles, la derrota en playa Girón y el programa Apolo para enviar a un estadunidense a la luna.

Tras la publicación de miles de libros, artículos de prensa, programas de televisión, películas y documentales sobre aquel día, las encuestas muestran que la mayoría de los estadunidenses aún creen en las teorías conspirativas y desconfían de la evidencia que apunta a que Harvey Oswald fue el asesino solitario. Él mismo fue ultimado por Jack Ruby días después de la muerte de Kennedy.