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El grupo celebrará su trayectoria en el Teatro de la Ciudad, el 28 de noviembre

Mono Blanco, escuela y vindicador del son jarocho, cumple 36 años

Estaremos los tres fundadores y quienes han contribuido al proyecto; será un concierto muy emotivo, dijo Gilberto Gutiérrez

Este género ha crecido mucho en cantidad, pero en calidad a veces no lo deseable; aunque hay mucho entusiasmo de los jóvenes, afirmó el músico

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Durante el concierto será recordado Arcadio Hidalgo (1893-1984), figura emblemática y considerado heredero del son jarocho, además de gran decimista e integrante de Mono BlancoFoto Archivo
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de noviembre de 2013, p. 7

El espectáculo Celebrando a Mono Blanco 1977-2013 se presentará el próximo 28 de noviembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, para reconocer la trayectoria de esta agrupación de son jarocho fundada por Gilberto Gutiérrez Silva, en 1977.

La Jornada platicó con Gilberto Gutiérrez, quien dio un adelanto de lo que su agrupación presentará en el recinto del Centro Histórico: De entrada estaremos los tres fundadores: Juan Pascoe, Ángel Gutiérrez y yo. Estamos estrenando un disco, y nos acompañará la mayoría de los músicos que han formado parte y contribuido en el proyecto Mono Blanco. Será un concierto muy emotivo, porque el músico mayor tiene 85 años, mientras los más jóvenes son veinteañeros.

Con 36 años de trayectoria, Mono Blanco se mantiene fresco y cada vez más creativo, pues con el paso del tiempo se ha convertido en plataforma para varios músicos de la escena jarocha. Tal es el caso de Darmacio Cobos, Patricio Hidalgo, César Castro y Gisela Farías, por mencionar algunos.

En esta ocasión, el concierto tendrá la dirección de Eduardo Lizalde Farías, quien ha estado a cargo de la producción de varios festivales relacionados con la música y el talento mexicanos.

Sobre este tema, Gilberto menciona: “Mono Blanco ha sido una escuela del son jarocho, porque desde que nos formamos tuvimos una propuesta distinta a lo que se conocía como grupo de son jarocho; nació reivindicando el son jarocho campirano que conservaba sus características creativas, inventivas, artísticas, con una lírica poética y de un canto muy expresivo, contrario a lo que se conocía en ese momento, que se había reducido a la que se escuchaba en los restaurantes de mariscos y lo que se le tocaba al turismo.

Músicos que han dejado huella

Nosotros hicimos la reivindicación del son jarocho comunitario y festivo, que se encontraba en un estado de abandono por las autoridades y la sociedad misma, y que sólo algunas familias campesinas lo seguían atesorando, pero cada vez más ninguneado.

El músico recuerda: Por Mono Blanco han pasado varias decenas de músicos, pero los que han dejado huella son como 25; todos ellos nos acompañarán en el próximo concierto en el Teatro de la Ciudad; todos están confirmados.

Gilberto Gutiérrez es originario de Tres Zapotes, Veracruz; se ha dedicado profesionalmente a ejecutar la jarana y a componer sones jarochos desde 1977; por su trabajo ha recibido becas como la Rockefeller Bancomer-Conaculta y la National Endowment for the Arts (Estados Unidos), con la cual desarrolló el Fandango Project en el área de la bahía de San Francisco, California, entre 1993 y 1995.

En 1996 hizo una residencia en San Antonio, Texas, dentro del Proyecto Gateway, donde trabajó con un equipo de cuatro artistas que crearon la obra teatral De Jarocha a Pocha: La Doloritas. Participó como asesor y ejecutante en el disco Papa’s Dream, del grupo chicano Los Lobos y Lalo Guerrero, nominado a un Grammy.

Desde su fundación, el ensamble se ha dado a conocer en todos los rincones del país difundiendo el son jarocho como sólido patrimonio cultural y ha realizado giras por África, Asia, Europa y América.

A consideración del jaranero, “actualmente en el son jarocho hay motivos para estar contentos, porque ha crecido mucho en el ámbito nacional. Hay son jarocho en toda la República Mexicana, y también en ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Barcelona, así como en Argentina y Francia. El deseo es que llegue a África, porque parte de sus orígenes están allá.

El son jarocho ha crecido mucho en cantidad, pero en calidad a veces no lo deseable. Pero hay mucho entusiasmo y búsqueda entre los jóvenes, están profundizando en el conocimiento del son y hasta se han vuelto especialistas. También hay muchos soneros de raíz que se han metido a estudiar música para tener una mejor preparación y otros que están experimentando con diferentes vertientes del son que seguramente se reflejarán en el futuro.

Auge actual

El músico precisa: En este caso hablamos de son jarocho, pero no podemos dejar de lado el son mexicano en general, que también está de regreso, cada vez hay más en festivales y encuentros musicales en el país, donde se presentan las diferentes variantes de son del país. Hay grupos de jóvenes que se juntan con músicos veteranos para retomar esta música, para hacer nuevas cosas como el festival Son Para Milo, donde se presentan alrededor de 300 músicos en escena, cuya convocatoria es increíble, pues se reúnen cientos de personas a bailar y a convivir.

Por su parte, Eduardo Lizalde Farías comentó: Hacer un homenaje a una institución como Mono Blanco es muy pertinente, porque han tenido un trabajo ininterumpido de 36 años en la escena nacional e internacional. Las autoridades culturales del país han tenido una evolución en la percepción de grupos de la estatura de Mono Blanco para ocupar posiciones mejor valoradas en los escenarios nacionales. Este reconocimiento es al trabajo de los músicos tradiciones a través del trabajo de Mono Blanco.

Agregó: Este concierto será importante, porque se reunirán todos los músicos importantes que han desfilado por la agrupación; será un suceso interesante que no hubiera sido posible sin la voluntad de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal.

Celebrando a Mono Blanco 1977-2013 se presenta el jueves 28 de noviembre a las 20:30 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico, estación Allende del Metro). Boletos en taquilla y en Ticketmaster. Localidades de 150 a 300 pesos. Cincuenta por ciento de descuento a estudiantes, maestros, militares e Inapam.