Ballenas y caballos

Linda Hogan

LOS CRUCES

Existe un lugar en el centro de la Tierra
donde un océano se disuelve en el otro
con un amor sagrado y oscuro;
es por eso que las ballenas de un mar
conocen canciones de otras,
porque unas cosas se convierten en otras
y la arena del reloj cae
a un tiempo distinto.
Una vez vi un feto de ballena
sobre un pedazo reluciente de hielo negro.
No ballena todavía, conservaba la sombra
de un rostro humano, y dedos que le habían crecido
antes de transformarse en aleta.
Era una criatura del curvilíneo mundo del agua
vuelto pequeño, cuadrado y frío.
A veces mi nostalgia
viene de cuando recuerdo
el territorio de los cruces del principio
cuando la ballenas vivían en tierra
y nosotros salimos del agua
para ingresar en el aire de nuestras existencias.
En ocasiones es la taza derramada de un niño
que atravesó todos los elementos
hasta la envoltura humana.
Pero cuando le di vuelta
comprendí que no quería vivir
en el aire. Apenas había perdido
el rastro de las agallas
y ya era un miembros del clan de los cruces.
Como las corrientes marinas,
quería regresar.
Hablé a través de los elementos
mientras se alejaba
y le dije, Vete.
Yo era como los caballos salvajes
cuando esa noche levantó la neblina.
Cruzaban a nado el río.
Oscura era el agua,
más oscuros los caballos,
y de pronto ya no estabang

Versión del inglés: Hermann Bellinghausen

SALVAJE

Esto no es un caballo. Es el poema
aunque vocifere a su hermana,
aunque camine por la tierra
queriendo alfalfa y otras hierbas crecidas
y sea salvaje con su rebaño,
hable de forma que la mente
no puede oír
para que otra parte del ser humano
traduzca ese animal en América,
la deseada pareja de una mujer
o un hombre, que conozca las manadas de bisontes,
la pérdida de la creación, los desaparecidos
que no pueden volver
y así anhele ser esta
traducción
de la vida a la primera luz de la mañana
en las hierbas crecidas de la pradera,
las cimas desde donde ve
que no hay libertad aquí, ya no
más en la historia cambiada del mustang*,
en el idioma que inquiere, ¿qué sabes
de este mundo, te acuerdas
de lo salvaje, el idioma olvidado?
¿Puedes invocarlo todavía?

Traducción: Katherine M. Hedeen y Víctor Rodríguez Núñez

Linda Hogan (Denver, Colorado, Estados Unidos, 1947), poeta, narradora, dramaturga, ensayista y ambien­talista de la nación chicksaw, autora de las novelas El pue­blo de la ballena y Tormentas solares, y los poemarios Barro rojo, Ahorros, Eclipse, Viendo a través del sol, Redondeando la curva humana y El libro de los re­medios. Su obra más reciente, el poema narrativo Indios (Wings Press, 2012), trata de una suerte de Medea indí­gena llamada Indios, con algo de Malinche, La Llorona y Pocahontas, seducida por el conquistador y acusada falsa­mente de asesinar a sus hijos.

*Mustang: caballo salvaje de Norteamérica.