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Una obstrucción del tercera base Middlebrooks a Craig dio la victoria a San Luis

Con polémico triunfo 5-4, Cardenales aventaja la serie 2-1 sobre Medias Rojas

El puertorriqueño Carlos Beltrán, de los pájaros rojos, recibió el premio Roberto Clemente

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Pete Kozma (izquierda) dobla a la primera base para completar un doble play en la sexta entradaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de octubre de 2013, p. a35

San Luis, 26 de octubre.

En uno de los desenlaces más extraños en la historia de la Serie Mundial de beisbol, una obstrucción del tercera base Will Middlebrooks a Allen Craig, en la novena entrada, permitió a Cardenales de San Luis llevarse la victoria 5-4 sobre Medias Rojas de Boston e irse al frente de la serie 2-1.

Con corredores en tercera y segunda con un out, así como el infield adelantado, Jon Jay bateó una rola que el segunda base Dustin Pedroia tiró al plato para poner fuera a Yadier Molina.

El disparo del receptor Jarrod Saltalamacchia se fue al jardín izquierdo y Middlebrooks, tirado de estómago sobre la grama, levantó ambas piernas, lo que impidió el avance de Craig.

Jim Joyce, el umpire de la antesala, decretó de inmediato la obstrucción. Aunque el guante de Saltalamacchia tocó primero a Craig al deslizarse en el plato, tras el tiro del jardinero Daniel Nava, el umpire principal Dana DeMuth cantó quieto y apuntó hacia la tercera base, señalando que había ocurrido una obstrucción.

Boston había empatado el juego 4-4 al anotar dos veces en el octavo, y luego que un doble de dos carreras, Matt Holliday puso al frente 4-2 a San Luis en la baja del séptimo.

La victoria pone a los Cardenales en una posición envidiable en el clásico de otoño. De las 55 instancias previas que el duelo por el título de las Grandes Ligas tuvo un empate 1-1, el ganador del tercer juego se coronó campeón en 37 ocasiones, y en 11 de las últimas 12.

La excepción de esta constante se dio en 2003, cuando los Marlins de Florida remontaron ante los Yanquis de Nueva York.

Previo al encuentro, el puertorriqueño Carlos Beltrán, de los Cardenales de San Luis, fue reconocido como el ganador del premio Roberto Clemente, correspondiente a este año, por sus aportes dentro y fuera del diamante.

Beltrán se sentó junto a la viuda de Clemente, Vera, durante el acto en que se le entregó el galardón. También asistieron a la ceremonia y conferencia de prensa miembros de la familia Clemente.

El galardón reconoce a los jugadores cuyas contribuciones dentro y fuera del terreno representen mejor el espíritu del beisbol de las Grandes Ligas.

El premio lleva el nombre del legendario pelotero puertorriqueño de los Piratas de Pittsburgh, miembro del Salón de la Fama, quien murió el 31 de diciembre de 1972 cuando se perdió en el mar el avión en que viajaba, mientras llevaba asistencia humanitaria a las víctimas de un terremoto en Nicaragua.

En el caso de Beltrán, se le otorgó el premio por haber creado una fundación benéfica, una de cuyas acciones ha sido establecer una academia en la que los jóvenes puertorriqueños pueden entrenar y al mismo tiempo cursar la educación secundaria.

Para mí, la motivación más grande es la necesidad. Esta escuela va a durar muchos años, dijo Beltrán.

El pítcher de los Dodgers de Los Ángeles, Clayton Kershaw, fue honrado el año pasado.