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Bob Marley no ha muerto, sigue en el viaje
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Periódico La Jornada
Sábado 5 de octubre de 2013, p. a16

El corte 7 del disco Legend Remixed es un derroche de imaginación, creatividad, sentido del timing, articulación de episodios para lograr una narrativa rica en matices, sensaciones y sobre todo un sentido del ritmo, un beat delicioso que pone en movimiento incluso a todo el que posea dos pies izquierdos.

Los brazos, es inevitable mover los brazos, mientras la cadera sigue el beat vital: Satisfy my soul, canta Rita Marley y sus compañeras vocalistas del grupo The Wailers, que comandó una leyenda que no muere del todo: Bob Marley (Rhoden Hall, Saint Ann Parish, 1945-Miami, en escala de vuelo de retorno a Jamaica, desde Alemania, 1981) y a partir de/encima de/junto a ese material original, el magnífico grupo Beats Antique elabora una obra maestra de re-creación.

Aupados a las ventajas tecnológicas, han surgido recientemente muestras excelentes de estos re-trabajos, como el Vivaldi Remix que presentamos aquí hace poco (http://goo.gl/c8sove) e invaden territorios insospechados. En el caso que nos ocupa, el punto de partida es el disco de reggae más vendido en la historia: Legend, grabado en 1984 por Bob Marley con su grupo: The Wailers.

Los hijos de la leyenda, Stephen y Ziggy, idearon el disco que hoy causa sensación: Legend Remixed, donde ellos mismos y otros músicos imbricados en el mundo de la música electrónica, sacan lustre a los 14 temas del disco original, con la adición de Easy Skanking y Punky Reggae Party.

El resultado: suspense, ritmos en ritardando, dimiuendo, tambores tam tam tam, timbales, loops electrónicos, zumbidos, senderos sonoros y el soberano drum beat que identifica en todo el orbe a un ritmo inventado en la abundancia de agua, donde el pobre tiene sed: Jamaica.

Entre los muchos ejercicios de re-visión, re-mezcla y re-invención que se han practicado durante los pasados 32 años, es decir el tiempo transcurrido desde la muerte física de Bob Marley, este disco ofrece bondades muchas: un ejercicio de acercamiento-alejamiento, reverencia-irreverencia, cita-variación, seguramente debida a que los capitanes de este barco son los hijos del maestro.

Ziggy y Stephen Marley han sido los más activos de entre la numerosa prole que dejó el hombre-leyenda.

En el cuadernillo de este disco-homenaje, Ziggy Marley explica lo siguiente: el concepto tuvo su punto de partida en la idea de un acercamiento como una expresión ecléctica a piezas artísticas que llevaran las canciones a alguna otra parte pero respetando las grabaciones originales. Se trata de una aventura en música, una aventura del alma. (Hace un juego de palabras con soul: alma y soul: género musical).

Tears in my eye burns, tears in my eye burns, canta entonces Bob Marley en Waiting in vain, la pieza inicial del nuevo disco, mientras Jim James elabora el remix con cierta prudencia, que se verá rebasada en el siguiente track: Sitr it up, mezcla a cargo de Ziggy Marley.

El corte 4, remezclado por Rac: Could you be loved, posee un pulso interno atronador: las bocinas treman, reptan, guturan, gimen con una figura en abalorio que se mueve siempre en notas bajas. Encantador. Encantamiento.

Stephen Marley se queda muy corto en el siguiente corte: No Woman No Cry. Lo rescata Photek en el track 11: One Love/ People get ready; Jason Bentley mete candela en el corte 13: Is this love; Nickodemus y Zeb también tunden caña en el siguiente corte: Jamming; Z-Trip y el scratchero Lee Perry preparan el gran final con Punky Reggae Party, para la última oportunidad a Stephen Marley en el cierre: Buffalo Soldier.

Pero ninguno de esos momentos se aproximan a los seis minutos con seis segundos de exquisitez que brindan los Beats Antique en el track séptimo.

Con lo cual queda científicamente demostrado que Bob Marley no ha muerto, sigue en el viaje.

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