Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 8 de septiembre de 2013 Num: 966

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

El llamado
Arturo Echavarría

El mejor verso de
San Juan de la Cruz

Luce López-Baralt

El huracán mítico
de Palés Matos

Mercedes López-Baralt

Devórame otra vez
Juan Otero Garabís

Querida abuela
Hjalmar Flax

En una calle del
Viejo San Juan

José Luis Vega

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Columnas:
A Lápiz
Enrique López Aguilar
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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Germaine Gómez Haro
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Saúl Kaminer y Paul Levin: Alta resistencia

Saúl Kaminer (México df, 1952) y Paul Levin (Bayona, Francia,1949) presentan una exposición audaz e ingeniosamente curada y museografiada por David Israel en el Centro Cultural Estación Indianilla (Dr. Claudio Bernard 111, col. Doctores). Alta resistencia es el evocador y elocuente título de esta muestra que les sirve como leitmotiv para reflexionar sobre la esencia y el devenir de su quehacer artístico. Alta resistencia nos habla de la perseverancia que han tenido estos creadores para consolidar y conservar, cada uno en su terreno, un lenguaje propio, ajeno a los vaivenes de las modas y a los caprichos del mercado. Alta resistencia es la voluntad de no ceder a la globalización que propicia lenguajes homogéneos y desabridos que satisfacen la creciente demanda de un público diletante que se deja llevar por la banalidad y no por la calidad. Alta resistencia es la idea “romántica” de seguir el llamado de las voces internas y defender la creación genuina que surge del azar, de la imaginación lúdica y de la pasión por el oficio. Y es el dominio del oficio lo que destaca en el centenar de piezas que el curador logra concatenar magistralmente, teniendo como punto de partida la poética formal de las propias obras.

El poeta Eduardo Milán habla de una “suntuosidad, se diría, femenina” en las formas de Nevin que yo interpreto como una sensualidad intrínseca que resulta de ese trazo suelto y espontáneo que lo lleva a “dibujar” en el hierro forjado, para crear hermosas esculturas que combinan una sutil armonía entre el peso y la levedad. Añade Milán: “Paul Nevin no trabaja a hierro forjado: trabaja a hierro tocado, el efecto, el resto, lo que deja la levedad cuando abandona al hierro.” Sus esculturas remiten, por una parte, a evocaciones primitivas ancestrales y, por otra, a formas orgánicas que nos hablan de nuestra propia esencia humana en un lenguaje que es a la vez contenido y libre. Nevin llega a México en 1972 para quedarse, y su creación escultórica transita por la madera, la arcilla, la piedra y el bronce, hasta definirse como un amante apasionado del metal, material que convierte en hoja de papel que dibuja y recorta con la presteza y naturalidad de un niño, pero con el rigor técnico del gran escultor consumado que es.


Casa del poeta, Paul Nevin

El visitante recorre la muestra cobijado por la música de Dominique Besson compuesta ex profeso como complemento de la obra plástica de Kaminer, como si se tratase de una “arquitectura sonora”. La colaboración con la música surge –a decir del artista– de su coincidencia en “la espacialización de la materia, en el caso de ella se trata de la materia sonora y en mi caso de la materia piedra, metal, madera, la sombra como un desdoblamiento de la materia”. Y es precisamente el desdoblamiento, no nada más de la materia, sino también de la forma, de la luz y del color lo que caracteriza la obra de Kaminer de los últimos cinco años, a lo largo de los cuales poco a poco se ha ido deshaciendo de la figuración en una búsqueda de la pureza lineal que lo lleva a explorar composiciones inusitadas en las que los protagonistas principales son la luminosidad y las sombras, opuestos complementarios que entrevera en sus óleos sobre tela y en sus obras escultóricas murales. Guiado por la espontaneidad y por el azar, su obra reciente es, hasta cierto punto, el resultado de un ejercicio de automatismo que se palpa en la agilidad y frescura de sus trazos libres y desenfadados. Se presenta también el documental Las venas del tiempo que registra diferentes procesos de su creación reciente y, para el disfrute del visitante, el artista está pintando in situ una imponente obra mural en la que se puede presenciar la exquisitez de su técnica pictórica.


Dibujo 06, Saul Kaminer

La exhibición está integrada por óleos sobre tela, dibujos, esculturas y objetos de Kaminer de 2008 a la fecha, y esculturas, acuarelas y dibujos de Nevin realizados en las últimas dos décadas. El espléndido guión museográfico de David Israel hace destacar la misteriosa, seductora y al mismo tiempo mística armonía de la línea en la obra de ambos creadores que coinciden en la exploración de la luz y la sombra, el movimiento y el reposo, la levedad y el peso, en una interacción del espacio y el vacío. La amistad y complicidad de los dos artistas, así como sus afinidades estéticas y filosóficas, se revelan en la relación analógica de su trabajo. La “alta resistencia” de Kaminer y Nevin es una postura ética que da como resultado la sólida presencia plástica de dos creadores fundamentales en nuestro arte contemporáneo.