Sociedad y Justicia
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Las ciudades han crecido sobre tierras altamente productivas, alertan productores

Sepulta avance urbano campos de arroz y caña en oriente de Morelos

El grano enfrenta además la competencia de la importación, piratería de su marca y falta de apoyos

Otros problemas son la atroz falta de agua debido al errático ciclo de lluvias

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En Morelos, los ejidos son pulverizados por la invasión urbana, afirman productoresFoto Rosa Rojas
Enviada
Periódico La Jornada
Domingo 18 de agosto de 2013, p. 27

Cuautla, Mor.

En el campo morelense se siembran más casas que comida. Los campos arroceros y cañeros van siendo sepultados por planchas de cemento.

El metro cuadrado de tierra se vende a mil 300 pesos en esta ciudad y ya sólo los ancianos se aferran a ella. Los hijos, cuando la venden, se compran taxis, pues los muchachos quieren trabajo fácil, no quieren trabajar de sol a sol, dicen los campesinos.

Reconocido internacionalmente por su calidad, el arroz Morelos (que ahora tiene denominación de origen) enfrenta, además de la competencia de granos importados, de la piratería de su marca y la falta de apoyos al campo, la pulverización de los ejidos por el crecimiento desmedido y no planificado de la mancha urbana en la entidad, señalan productores.

Las ciudades deberían extenderse hacia las zonas de temporal, pero en el oriente morelense han crecido sobre tierras fértiles, de riego y altamente productivas, comentaron en las instalaciones del molino de arroz Buenavista, el secretario y el vocal del consejo de administración de Arroceros del Oriente del Estado de Morelos, Jorge Torres Benítez y Cándido Peláez Ortiz, respectivamente, y Humberto Méndez Molina, jefe de producción de la planta industrial.

El arroz que se produce en la entidad es intensivo en mano de obra. A diferencia de lo que ocurre en otros estados, aquí se siembra a mano en almácigos y de la misma forma se trasplantan las plántulas a la tierra. La cosecha está mecanizada en 80 por ciento. En el campo se pagan unos 80 jornales por hectárea, y en fábrica, otros 10 jornales por turno.

El ciclo del arroz es de seis meses; se siembra en primavera-verano. El costo de producción por hectárea es de aproximadamente 31 mil pesos –casi el doble que en otros estados– y el rendimiento es uno de los más altos en el país: 10 toneladas por hectárea, más del doble que en Veracruz o Campeche.

Otro problema grave es la atroz falta de agua. El cambio climático ha hecho que el ciclo de lluvias sea muy errático. Se compite además por el agua con el crecimiento de ciudades y pueblos. En Sacapalco, Axochiapan, Tepalcingo, Tenango y Jantetelco ya no siembran el grano por la escasez del líquido.

Además, en Morelos predomina el minifundio. La parcela promedio mide una hectárea en los ejidos, y en la pequeña propiedad es 20 por ciento menor. Eso contrasta por ejemplo con Campeche, donde las parcelas son de 20, 50 o 100 hectáreas e incluso más, lo que permite economías de escala.

Hace 10 años, sólo en la zona oriente sembraban mil 500 hectáreas de arroz, mientras ahora en todo el Estado se plantarán unas mil 200, con rendimiento de 12 mil toneladas de arroz de grano grueso y corto, pero han llegado a bajar hasta a 700.

Arroz y caña compiten por las tierras

Hay tres molinos del cereal en el estado y cada uno muele lo que se habilita con créditos a los productores de su área. El año pasado disminuyó el cultivo porque el precio de la caña –que compite por la tierra con el arroz– estaba muy alto: a 800 pesos la tonelada, un costo fuera de serie. En cambio, el arroz estaba a 4 mil 650 pesos por tonelada, y aunque el gobierno del estado le dio un apoyo de 350 pesos por tonelada como estímulo de productividad, no competía con la caña.

Este año se cayó el precio de esta última. Relataron los entrevistados que ahora están liquidando a 590 pesos la tonelada, por lo que se espera que aumente el cultivo de arroz y disminuya el de caña.

Respecto del costo al público, informaron que el arroz Morelos se vende a 20 pesos el kilo libre a bordo en planta. En los anaqueles del mercado cuesta entre 22 y 23 pesos, pero lo vale, es un arroz de excelente calidad. Realmente la producción que tenemos es muy poca y a veces no alcanza, pues ésta se empieza en agosto y en enero o febrero ya se terminó, explicaron.

El circuito de comercialización del arroz del molino Buenavista es directamente en las centrales de abasto, no con tiendas de autoservicio y no en toda la República. Tiene algunos nichos de mercado que reconocen la calidad y pagan el precio.

Mencionaron que ya que el precio del arroz ha ido repuntando, la organización otorga a los productores un sobreprecio de un peso por kilo, para incentivarlos a seguir cultivando el cereal.

Faltan apoyos al campo

En cuanto a apoyos federales y estatales, aseveraron que el arroz es un grano básico que no ha recibido el respaldo que debiera, y aunque se dice que hay muchos programas del gobierno de Enrique Peña Nieto para el campo, la realidad es que no nos ha llegado nada. Desgraciadamente todas las instituciones se están retirando del campo... tal parece que lo que está buscando el gobierno es crear latifundios o que volvamos a caer en el cacicazgo, apuntaron.

Para colmo, aunque el gobierno de Graco Ramírez tiene un programa de crédito a la palabra, ahora salieron con que están cobrando deudas de 1992, de cuando era gobernador Lauro Ortega. Si nos vamos legalmente, (el adeudo) ya prescribió, pero esos son motivos para no darnos apoyos ni para semillas ni para fertilizantes, sorgo y otras cosas más, afirmaron.

Comentaron que de unos 520 productores de la zona oriente, unos 200 deben estar en esa situación. De sus afiliados, alrededor de 120 están en la lista de deudores.

Desgraciadamente, muchos funcionarios usaron nuestras credenciales y datos para sus campañas; soltaron lana y dejaron endeudados a los productores. Los utilizaron para fines políticos y muchos de ellos ni siquiera pidieron y ahora sale que sí deben... Y pasaron tres gobiernos panistas y nunca ellos cobraron ese dinero... nunca salió a relucir eso, y hasta ahora que tenemos un perredista nos quiere cobrar, lamentaron.

Sobre el arroz importado, señalaron que el mismo gobierno hizo insuficiente la producción con los cupos de importación.

Mencionaron que cuando Estados Unidos mandó arroz transgénico a Japón, éste se dio cuenta de que no servía y lo mandó a México casi regalado, de mala calidad pero muy barato, a 2.50 pesos el kilo. Imagínese a qué precio se lo dio Estados Unidos a Japón para que lo dieran a tan bajo precio... Eso sí afecta mucho la producción nacional, porque al reducir ésta, hay gente que se queda sin trabajo, apuntaron.