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Exige nuevamente al gobierno ruso que extradite al ex contratista Edward Snowden

Ante las críticas, Obama promete transparentar políticas de espionaje

Defensores de libertades tildan de ambiguas las medidas del presidente estadunidense

Revela The Guardian que vigilancia a ciudadanos se efectúa con una autorización general

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Barack Obama al término de la conferencia de prensa de ayer en la Casa BlancaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 10 de agosto de 2013, p. 17

Nueva York, 9 de agosto.

El presidente Barack Obama cedió hoy ante la creciente crítica a los programas masivos de espionaje sobre la ciudadanía, detonada por las revelaciones de Edward Snowden –hoy se dan a conocer más detalles sobre éstos–, y propuso medidas para transparentarlos y cultivar la confianza pública en éstos, mientras reiteró la demanda de que se extradite al denunciante fugitivo y reprobó al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin.

En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Obama –primera en tres meses– declaró que no es suficiente que yo, como presidente, tenga confianza en estos programas. El pueblo estadunidense tiene que tener confianza en ellos. Indicó que dada la historia de abusos de algunos gobiernos, es correcto hacer preguntas sobre la vigilancia, particularmente cuando la tecnología está cambiando cada aspecto de nuestras vidas.

Ante ello, detalló medidas para generar mayor confianza del público en dichos programas, pero ninguno modifica de manera significativa la operación de éstos, mismos que calificó de vitales para la seguridad nacional.

Su plan incluye trabajar con el Congreso para discutir cambios apropiados a una sección de la Ley Patriota, la cual autoriza recopilar llamadas telefónicas en masa, y modificar el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISC, por sus siglas en inglés), incorporando a un representante de las libertades civiles al proceso secreto que aprueba las acciones de espionaje. También ordenó hacer públicas las evaluaciones –por el Departamento de Justicia– de la legalidad de las recopilaciones de inteligencia de algunos programas (sobre todo el de registro de llamadas), y anunció la creación de un sitio de Internet, por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y otras corporaciones de inteligencia, en el que se informe sobre lo que hacen. Por último anunció la creación de una junta de evaluación de alto nivel –que incluye a ex oficiales de inteligencia y defensores de libertades civiles– para analizar los planes secretos de vigilancia.

Acompañando las palabras de Obama, hoy la NSA tenía programado emitir un resumen de los programas que opera bajo las leyes Patriota y de Vigilancia de Inteligencia Extranjera como parte del esfuerzo por promover la transparencia –paso inusual por la tal vez agencia de inteligencia más secreta de todas en el gobierno.

Obama sugirió que la controversia sobre los programas tiene que ver más con lo que supone y percibe la gente como resultado de las filtraciones que no con lo que se hace. Es cierto que tenemos capacidades significativas, pero también es cierto que demostramos un freno que muchos gobiernos alrededor del mundo no tienen.

Respondiendo sobre el hombre que provocó el debate, Obama declaró que Snowden no es un patriota. Recordó que el joven tiene en su contra delitos federales.

Obama expresó su irritación por las filtraciones y sugirió que éstas fueron manejadas de manera tal que descarrilaron un examen legal y ordenado de esas leyes, un debate pensante y basado en hechos. Expresó que antes de las filtraciones ya había impulsado la discusión sobre el equilibrio entre las libertades civiles y la seguridad nacional en torno a dichos programas. Con ello hubiéramos llegado al mismo lugar, pero sin poner en riesgo la seguridad nacional.

Reconoció que no hay duda de que las filtraciones del señor Snowden detonaron una respuesta mucho más rápida y apasionada que si yo simplemente hubiera nombrado a esta junta de evaluación. Pero reiteró: Había otras vías disponibles para alguien con una consciencia agitada y que pensaba que necesitaba cuestionar la acción gubernamental. Insistió en que si Snowden en verdad cree que hizo lo correcto, debería regresar a Estados Unidos y defenderse ante un tribunal.

En torno a la relación con Rusia, Barack Obama afirmó que la cancelación de su reunión con Vladimir Putin no fue sólo porque el gobierno ruso otorgó asilo a Snowden, sino por una serie de diferencias, incluidos los temas de Siria y derechos humanos, y se adoptó la decisión porque es apropiado para que nosotros hagamos una pausa, revaluemos hacia dónde va Rusia y recalibremos la relación bilateral. He alentado al señor Putin a ver hacia delante en lugar de hacia atrás, concluyó.

Asimismo, se opuso a la propuesta de un boicot estadunidense de las Olimpiadas de 2014 en Sochi, Rusia, en protesta por las políticas antigay del gobierno ruso.

Todo ello fue, de cierta manera, un triunfo en los objetivos proclamados por Snowden de promover un debate y más transparencia sobre los programas masivos de vigilancia manejados por la Agencia de Seguridad Nacional.

Ezra Klein, comentarista del Washington Post, escribió que “si esta conversación y estas reformas son tan positivas para el país como dice Obama, entonces es difícil escapar de la conclusión de que Snowden hizo un servicio real al país –aun si la Casa Blanca no puede contemplar darle crédito por ello”.

Sin embargo, defensores de las libertades civiles y críticos de dichos programas cuestionaron la falta de cambios concretos y la ambigüedad de algunas medidas anunciadas hoy.

Por otro lado, defensores de esos programas condenaron las declaraciones de Obama. El influyente representante republicano Peter King emitió un comunicado calificando el plan de fracaso monumental en liderazgo y responsabilidad presidencial en tiempos de guerra.

En tanto, hoy se revelaron más detalles de estos programas, incluida una puerta trasera secreta, bajo una autorización judicial general, que permite la vigilancia de correos electrónicos y llamadas telefónicas de estadunidenses sin orden judicial, según documentos filtrados por Snowden, reportó The Guardian.

Ello parece contradecir las aseveraciones de la Casa Blanca, de que la privacidad de los estadunidenses no es violada por los programas de la NSA. La agencia sólo tiene la autoridad legal para espiar, sin orden judicial, las comunicaciones de extranjeros que no pueden ser ciudadanos y tienen que estar en el exterior cuando la inteligencia es recaudada. También puede interceptar comunicaciones de estadunidenses, sin orden judicial, que están en contacto directo con extranjeros bajo vigilancia.

Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks