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Exposición de arte-objeto que se exhibe en la Galería Juan Martín

Geometría y repetición forman el entorno de Alba Rojo, que se expresa en Ventanas

A simple vista son 26 cajas: se trata de papel suajado en una máquina láser que marca dobleces

Usar las manos me hace sentir bien y ocupada, señaló la artista, matemática de formación

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Sentarme, ponerme a cortar, a doblar, a ver qué sale, desde siempre ha sido una verdadera necesidad, explica Alba Rojo en entrevistaFoto Roberto García
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de agosto de 2013, p. 9

Lo geométrico, con su simetría y repeticiones, es donde Alba Rojo se siente cómoda, ya sea por su formación como matemática o por el ambiente familiar en que creció. Si viene de los dos, no sé, pero por algún lado llegó, expresa con motivo de su muestra individual más reciente, intitulada Ventanas, en la Galería Juan Martín.

A primera vista, las 26 cajas, algunas colocadas sobre bases, otras colgadas en la pared, parecen encerrar piezas de papel picado, pero no. Se trata de papel suajado en una máquina láser que corta y pone una rayita donde hay que doblar. El formato de la caja nació de la exposición de carteles organizada el año pasado para festejar los 80 años de su progenitor, Vicente Rojo: Me tocó hacer uno y como no sé elaborar carteles me puse a pensar qué podía hacer de modo que quedara como tal, pero también como regalo. Entonces, hice una caja de éstas, tamaño cartel; Rafael López Castro lo fotografió perfecto y la convirtió en un cartel de a deveras. Me quedé así con ese gusanito y salió todo esto de allí. La caja del cartel de mi padre fue de muchos cuadritos, luego, ya la cosa se cambió un poco.

En una época la entrevistada hizo escultura en metal: Hacía mi maqueta en cartón y un arquitecto las hacía en metal. Luego, hice unas en metal con unas pequeñas piezas y las armaba. Era una especie de rompecabezas en volumen. Luego volví al papel a raíz de las nuevas tecnologías y la posibilidad de cortarlo con láser.

Respecto de los modelos para las cartulinas de Ventanas, dice que los hace en su casa con un cúter y “mi impresorcita escolar, tamaño carta: hago un modelito pequeño para saber si me va a gustar, luego lo hago en cartón, digamos, en otro nivel”. Las pruebas son tiradas a la basura porque están mal hechas.

–¿Cuándo se dio cuenta de su habilidad para las cosas manuales?

–Desde siempre. Siempre me ha gustado mucho usar las manos, ya sea para trabajar o hacer tru-tru, el bordadito, lo que sea. Me gusta tener las manos ocupadas en algo. Entonces, eso de sentarme, ponerme a cortar, a doblar, a ver qué sale, como que desde siempre ha sido una verdadera necesidad. Usar las manos me hace sentir bien y ocupada, elaborando cosas.

El conjunto de cajas en exhibición representa año y medio de trabajo. Para llegar a una de esas piezas de arte objeto, Rojo dice estar un buen rato “viendo y digo: ‘así no’. Tuve muchas maquetitas de esos cuadritos hasta que salía lo que quería; entonces, empezó el proceso de ir cortarla de a deveras, de doblar todos los pedacitos. Luego, se los llevo a un chavo que hace encuadernación súper profesional, quien me hace la caja de cartón con una madera para encuadernar. Es talachudo, como decían en la facultad, se hace hasta que sale”.

A veces emplea una plana entera de cartulina, en otras la composición se divide en cuadritos, en ocasiones todos iguales, en otras acomodados de diferentes maneras. Son dos los pasos: primero, el diseño, y luego el acomodamiento. Hay cajas que emplean una sola plana de cartulina, mientras otras, las más elaboradas, utilizan hasta cuatro.

Los materiales utilizados son de gran colorido y contraste. La expositora estuvo a punto de hacer una caja de muchos colores, pero a la mera hora no se animó porque visualmente me gusta mucho más todo de un mismo color adentro, digamos. Hubiera sido demasiado.

–Estudiar matemáticas, ¿qué le dio en lo personal?

–Razonamiento lógico, una forma de deducir las cosas, de verlas de otra manera que no tendría si no las hubiera estudiado. Te crea una estructura así como lógico-mental.

Cuando Rojo informó a sus padres que quería estudiar matemáticas supongo que me vieron raro, pero respetaron mi decisión absolutamente. Dice desconocer si desarrolló un ojo por las formas geométricas al asistir a la facultad de ciencias o me crié con él, e ir a la facultad fue nada más para redondearlo; no sé, pero sí está clarísimo que hubo una crianza absoluta en el medio.

Ventanas se inauguró el sábado pasado en la Galería Juan Martín (Dickens 33-B, colonia Polanco). La exposición fue posible gracias al apoyo de Juan Álvarez del Castillo y la colaboración de Juan Pablo León.