DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   29 DE JULIO DE 2013 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación

¿Qué es un desastre natural?
Bertha Sola

Nueva York no cierra todavía las heridas de Sandy

Los 10 desastres naturales más costosos que han afectado a México
Javier Martín Vide

Cinco desastres naturales en lo que va del siglo
www.interoxio.com

Europa también ha sufrido los desastres
Alex Fernández Muerza

Desastres naturales y humanos en África
Belén Presas Mata

Asia y el Pacífico son zonas catastróficas

Desastre natural en Myanmar
Agencia AP - Elespectador.com

El nuevo milenio, marcado por los desastres naturales
www.laangosturadigital.com.ar

Las grandes catástrofes del nuevo milenio

Los cambios en la Tierra después de los terremotos de Japón y Chile
Redactora qdiario.com

Instalan el Consejo Nacional de Protección Civil

La OCDE recomienda a México invertir más en prevención de desastres naturales
HabitatMx

Costos de los desastres en América Latina y el Caribe

Las catástrofes del año 2012 en el mundo


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Europa también ha sufrido los desastres

Alex Fernández Muerza
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Hace dos años la Agencia Europea del Medio Ambiente reveló en un detallado estudio que el número y el impacto de los desastres naturales y accidentes tecnológicos se habían incrementado los últimos tres lustros en los 27 países que conforman la Unión Europea. Las olas de calor son las que produjeron el mayor número de víctimas mortales, y las inundaciones y tormentas, las mayores pérdidas económicas.

Pese a que el informe no se centra en el estudio del impacto del cambio climático en esta tendencia, los autores del estudio señalan que existen evidencias de que éste ha contribuido al aumento del número e intensidad de varios de los tipos de desastres naturales, señalando además que podría favorecer un mayor incremento en los próximos años.

Entre 1998 y 2009, los desastres naturales y accidentes tecnológicos han causado cerca de 100 mil muertos y han afectado a más de 11 millones de personas. Las pérdidas económicas se calculan en 150 mil millones de euros.

El peor de todos los desastres fue la ola de calor de 2003 en el sur de Europa que ocasionó más de 70 mil muertos. Otro muy devastador fue el terremoto de Turquía en 1999 con 17 mil víctimas mortales.

A la cabeza en el número de víctimas mortales figuran las olas de calor. Aunque normalmente son fenómenos que forman parte de la variación interanual de temperatura, su frecuencia e intensidad se ha incrementado en la última década. Se estima que el cambio climático agravará esta situación con una previsión de un incremento de 1-4 por ciento de la mortalidad por cada grado que suba la temperatura en una localidad determinada.

En cambio, son las tormentas las que encabezan la lista en cuanto a pérdidas materiales.

Aunque los autores consideran difícil valorar si su número se ha incrementado, el aumento de las pérdidas se debe a un aumento de la población y de situación de diversas instalaciones en zonas expuestas.

Fundamentalmente son los incendios forestales los que han causado grandes pérdidas y varias víctimas mortales en la región mediterránea. Aunque no han sido capaces de encontrar una tendencia en el área quemada, los autores del estudio sí señalan que la intensidad y los daños producidos han aumentado en la última década. La Comisión Europea está preparando un estudio destinado a establecer medidas que protejan a los bosques del cambio climático.

Han aumentado también durante la última década la escasez de agua y la sequía. Aunque no se puede atribuir directamente el fallecimiento de personas asociadas a estos fenómenos, tienen graves consecuencias en el sector agrícola, el turismo, la energía y el abastecimiento de agua para consumo humano e industrial. Produce además una sobrexplotación de las reservas existentes y un incremento de la contaminación del agua al haber menos volumen para diluir distintos efluentes.

Las sequías no se han limitado solamente al sur de Europa sino que han afectado también a los países del norte. Las predicciones de los efectos del cambio climático señalan un aumento en la intensidad y frecuencia de este fenómeno.

Junto con las tormentas, las inundaciones son el mayor causante de pérdidas económicas. Las variables metodológicas a la hora de evaluar sus efectos han dificultado encontrar tendencias claras. Recientemente, extensas áreas de Alemania sufrieron por el embate del agua.

Deslaves de tierra: la información disponible para evaluar su intensidad, su frecuencia y daños es muy variable por lo que no ha sido posible evaluar tendencias. Los deslaves de tierra han provocado varias víctimas mortales y pérdidas económicas. Los autores señalan que la urbanización descontrolada agrava claramente este problema.

Los terremotos ocupan el segundo lugar en víctimas mortales durante esta década. Las erupciones volcánicas han producido problemas en el tráfico aéreo y calidad del aire. Evidentemente, no hay conexión con el cambio climático.

Durante esta década se han producido nueve grandes derrames de crudo desde un barco y uno desde un oleoducto. El peor de todos fue el del Prestige en las costas de Galicia, España, seguido del Erika en Francia. Los autores han detectado una tendencia a la disminución de este tipo de accidentes y consideran que se reducirán más aun con la aplicación de la legislación relativa a la seguridad de los barcos.

Aunque no se han producido muchos derrames tóxicos durante el periodo que contempla el citado estudio, cuando han ocurrido, sus consecuencias económicas y medioambientales han sido muy altas.

Los autores consideran que, aunque se han hecho progresos para prevenir los riesgos de estos desastres tecnológicos e industriales, hay todavía mucho trabajo por hacer en prevención y sistemas de alerta y respuesta tempranas. La protección de los bosques y la planificación territorial son herramientas muy poderosas. Por ejemplo, la reforestación y conservación de los bosques será de gran ayuda en la lucha contra los efectos de las grandes tormentas. La planificación urbana jugará un papel importante en la reducción de los efectos de las inundaciones.

Según el informe citado, en España (que ahora vive una severa crisis económico-social) no se han registrado muchos eventos catastróficos: entre 21 y 30, frente a los más de 50 de países como Francia o Turquía. A pesar de ello, es uno de los países europeos que más muertos ha sufrido: más de 15 mil víctimas, solo superadas por Francia e Italia (más de 20 mil víctimas cada uno) y Turquía (unas 18 mil). El informe recuerda que España protagonizó algunos de los mayores desastres ecológicos de Europa (la marea negra del Prestige y el vertido tóxico de la mina de Aznalcóllar).

Los responsables del estudio señalan que el aumento de las pérdidas se puede explicar en gran medida por el incremento de la actividad humana y la acumulación de bienes económicos en áreas de riesgo. No obstante, contar con mejores estadísticas sobre el tema también ha tenido que ver, aunque en menor medida. En cuanto a las pérdidas atribuibles al cambio climático, la Agencia Europea para el Medio Ambiente, AEMA; reconoce que en la actualidad es imposible determinarlo con precisión.

Algunas cifras:

En el periodo al que se refiere el organismo europeo citado hubo 213 inundaciones, que provocaron mil 126 muertos y unas pérdidas de 52.172 millones de euros.

Las 155 tormentas contabilizadas causaron 729 muertos y 44.338 millones de euros de pérdidas materiales. El desastre natural que más pérdidas causó en Europa fueron las inundaciones en la zona central en 2002, unos 20 mil millones de euros.

Los terremotos (46 en el periodo citado) fueron los segundos desastres naturales con más víctimas mortales, 18 mil 864. El sismo de Izmit (Turquía) en 1999, con 17 mil fallecidos y unos 11 mil millones de euros de pérdidas, fue el más violento.

Por su parte la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull en 2010, no causó muertos pero sí problemas en el tráfico aéreo y en la calidad del aire.

Mareas negras hubo nueve con 700 toneladas de crudo derramadas al mar. El petrolero Prestige vertió en 2002 frente a la costa gallega unas 63 mil toneladas de crudo. Por otro lado, el Erika derramó en 1999 frente a la costa atlántica francesa unas 20 mil toneladas de crudo. Los responsables del estudio señalan que es muy difícil estimar los costos económicos de las mareas negras.

Los 35 grandes incendios forestales causaron la muerte de 191 personas y dejaron pérdidas por casi 7 mil millones de euros. La mayor parte de ellos sucedieron en la región mediterránea.

En cuanto a derrames tóxicos por actividades mineras, hubo cuatro, dos de ellos con efectos muy graves para el medio ambiente. Es el caso de Baia Mare, en Rumanía, en el año 2000, y de Aznalcóllar, en 1998, en el río Guadiamar, cercano a la importante reserva natural de Doñana, España. En este último caso se derramaron cinco millones de metros cúbicos de líquido tóxico, que afectó a 3 mil 600 hectáreas de cultivos. Se recogieron 12 toneladas de peces muertos. Los trabajos de recuperación costaron unos 377 millones de euros.

Los responsables del estudio de la Agencia Europea del Medio Ambiente afirman que aunque se han adoptado diversas leyes y políticas europeas para hacer frente a los desastres, hace falta mayor esfuerzo, así como la armonización de las distintas iniciativas puestas en marcha por cada país. Señalan la necesidad de establecer el denominado Sistema Integrado de Gestión de Riesgos (IRM), que incluye la prevención, preparación, respuesta y recuperación frente a los riesgos naturales en toda Europa.

Agregan que algunas de las medidas más efectivas se pueden tomar a escala local y municipal, como mejorar los drenajes naturales y contar con adecuados planes para el desarrollo urbano a fin de evitar inundaciones. O brindar a la gente una atención adecuada para amortiguar los efectos de las olas de calor.

Otra de las medidas necesarias consiste en una mayor inversión en estudios y sistemas de alerta y respuesta temprana, que ayuden a prevenir y reducir los desastres y evaluar su impacto.

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