jornada


letraese

Número 203
Jueves 6 de Junio
de 2013



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

Respirar desechos
Contaminación ambiental

Los efectos de la contaminación ambiental en la salud han sido ampliamente documentados, sin embargo, parecen todavía ajenos para muchos médicos de primer contacto y más aún, para muchas autoridades. Niños menores de cinco años y adultos mayores de 65 siguen sufriendo las consecuencias más graves.

Rocío Sánchez

Durante los cien primeros días de este 2013 no hubo uno sólo en que se respirara aire limpio en la ciudad de México. Para otra de las grandes ciudades del país, Monterrey, el conteo fue de cuatro días con aire limpio y para Guadalajara no hay datos disponibles sobre los niveles de contaminación.
Así lo señalaron las organizaciones El Poder del Consumidor, Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), Bicitekas y Fundación Tláloc, quienes desde 2012 han buscado la homologación de las normas de salud ambiental con los parámetros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aire turbio
La contaminación atmosférica se mide con un puntaje dentro del Índice Metropolitano de la Calidad del Aire, los llamados puntos Imeca.
Para cada contaminante hay una escala Imeca. En el Distrito Federal se monitorean sustancias como el ozono, el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre, el monóxido de carbono, las partículas menores a 10 micras, las partículas menores a 2.5 micras y el plomo. Sólo en los casos del monóxido de carbono y del plomo, la ciudad cumple con los estándares requeridos tanto por las normas de la OMS como por la Norma Oficial Mexicana (NOM).
Para Alan Jiménez, responsable del Área de Participación Infantil de la REDIM, la gente no tiene una adecuada percepción del riesgo que implica la contaminación ambiental. "¿De qué me sirve que me digan que tenemos 70, 90 o 100 puntos Imeca de ozono o de partículas en donde yo vivo? No se ha hecho la traducción de esa información, y eso le corresponde al gobierno: comunicar de manera más eficiente cuáles son los riesgos de estar expuesto a todo esto".

Merma en la salud
Las afectaciones a la salud derivadas de la contaminación se pueden clasificar en agudas y crónicas, explicó Jiménez. Las reacciones agudas se presentan con mayor frecuencia en niños menores de cinco y adultos mayores de 65 años. Los menores, dice, se ven más afectados porque su sistema respiratorio todavía se encuentra en formación y está inmaduro. Por su parte, las personas mayores de 65 años enfrentan más afectaciones porque traen toda una carga de enfermedades y de desgaste en su salud.
En especial, los menores con asma pueden experimentar tos, flemas, irritación de garganta y de nariz. "Las crisis de asma se van a presentar en días posteriores a los días de alta concentración de contaminación", puntualizó Jiménez. "Por ejemplo, en el último mes hubo precontingencias desde el viernes 10 de mayo hasta el lunes 13; los niños que tienen asma debieron haber presentado crisis entre el miércoles siguiente y el fin de semana, reportando en esos días la mayor cantidad de ingresos hospitalarios".
Las consecuencias crónicas o sub-crónicas se presentan debido a la exposición de largo plazo. "Si una persona se expone a lo largo de un mes o de un año a altas concentracione de contaminantes, posiblemente desarrolle alergias, irritación de ojos, de garganta, tos, enfermedades respiratorias", afirma el activista. Pero una de las consecuencias más importantes es la disminución de la capacidad pulmonar. "Si en promedio una persona puede respirar entre 3 y 4 litros de oxígeno por minuto, la capacidad pulmonar va a disminuir hasta en 15 o 20 por ciento".
La exposición prolongada a la polución también puede afectar los sistemas cardiovascular y nervioso, y estaría relacionada con partos prematuros, retraso en el crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer y síndrome de muerte temprana.

Diagnóstico confuso
Hace falta mayor sensibilización e información para el personal médico, que no siempre detecta cuando las complicaciones de salud se derivan de la contaminación ambiental. "Según nos han comentado algunos médicos, cuando las personas empiezan a tener irritación en la garganta o en los ojos, por lo regular no llegan con ellos en un primer momento, sino hasta después de que fueron a dos o tres revisiones con algún médico de los que están ahora disponibles en las farmacias", expone Jiménez.
Además, los médicos no suelen preguntar dónde vive la persona, dónde trabaja o dónde realiza sus actividades. El dato es relevante, dice el entrevistado, porque no es igual la contaminación en la zona norte de la ciudad que en la zona sur. "En el norte hay más partículas suspendidas, son altas concentraciones pero no son tan tóxicas; sin embargo, en el sur existen partículas y contaminantes más tóxicos que ya han sobrevivido a lo largo de los días".

Prevención
Si bien es recomendable que la población siga las recomendaciones de las autoridades cuando hay altos niveles de contaminación, tales como no hacer ejercicio al aire libre, para Alan Jiménez es muy importante tomar medidas para reducir las emisiones contaminantes, desde el ámbito gubernamental hasta el individual.
"Hay que construir menos infraestructura para automóviles, promover un mejor transporte público y facilitar el transporte alternativo como la bicicleta", recomienda. En cuanto a los habitantes de la ciudad, destaca la importancia de llevar a verificar sus autos, procurar utilizarlos menos o compartirlos. "Si de verdad es muy necesario usar el auto, que lo hagan, pero si no, que se trasladen de otra forma".

S U B I R