Sociedad y Justicia
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Incumplen promesas de brindar mayores rendimientos

Las trasnacionales persiguen a quien las contradice: ambientalista de India
Enviada
Periódico La Jornada
Domingo 28 de abril de 2013, p. 33

Oaxaca, Oax. 27 de abril.

Las promesas que ofreció la industria de los transgénicos –mayores rendimientos y acabar con las plagas– no se han cumplido, pero lo que sí han logrado es criminalizar a quienes buscan usar sus propias semillas, señaló Vandana Shiva, activista ambiental de India, quien acudió como invitada especial a la preaudiencia nacional sobre la contaminación transgénica del maíz nativo en el contexto del Tribunal Permanente de los Pueblos.

Ante un público constituido mayoritariamente por representantes de comunidades indígenas de Oaxaca y de otras entidades del país, recordó que desde hace varias décadas comenzó la transformación de las semillas con la llamada revolución verde, que ni era verde y tampoco revolucionaria, proceso que comenzó en el Centro Internacional para el Mejoramiento de Maíz y Trigo, en Texcoco, y que es financiado por instituciones como el Banco Mundial.

Agregó que las transnacionales quieren producir maíz transgénico en México, que es centro de diversidad, como lo hicieron en India, centro del algodón. Las empresas argumentan que todas las semillas transgénicas se han probado y son seguras, aseguró, pero cuando un científico autónomo hace pruebas independientes que dicen lo contrario es perseguido y criminalizado, aseveró

Sólo un loco podría creer que Monsanto, al meter una semilla tóxica al maíz puede haber inventado algo, como lo que han desarrollado los pueblos indígenas de México por miles de años. El maíz se hace a sí mismo y los hace a ustedes, indicó.

En India, antes de que entrara el BT, había más de 500 variedades del algodón. Monsanto utilizó a las divinidades indias en su propaganda para anunciar la llegada de una semilla milagrosa. Sólo les tomó una temporada erradicar las que estaban en manos de los campesinos; las empresas semilleras locales entraron en acuerdos comerciales con la transnacional y ésta les prohibió vender otro producto que no fuera el de ella, y las instituciones públicas dejaron de producir híbridos. Sólo quedaron disponibles las semillas de esa compañía, recordó.

Monsanto ha fallado en todas las promesas que ha hecho. No produce semillas de más rendimiento, no acaban con las plagas ni alimentan mejor. La paradoja es que cada fracaso se convierte en un éxito comercial porque han destruido la alternativa. Para ellos, mientras la legislación sobre propiedad intelectual es más estricta y tienen más control, reciben más regalías, añadió.

En tanto, Alejandro Espinosa, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales. Agrícolas y Forestales, dijo que el maíz es el cultivo más importante del mundo, del cual se cosechan 760 millones de toneladas al año, y del trigo 590 millones. En México hay 59 razas de maíz reconocidas y cada una tiene miles de variedades.