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Asisten 142 de 207 purpurados al encuentro previo al cónclave para elegir al papa 266

Impera un diálogo franco en el primer día de congregaciones

Iglesia católica, la institución más machista y monárquica de Occidente: teóloga López Vigil

Varios jerarcas religiosos piden que se les informe sobre las filtraciones del caso Vatileaks

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Aspecto de la primera jornada de las congregaciones generales ayer, en imagen cedida por el periódico vaticano L’Osservatore Romano Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de marzo de 2013, p. 22

Ciudad del Vaticano, 4 de marzo.

Las congregaciones generales, nombre técnico de las reuniones preparatorias del cónclave cardenalicio que elegirá al papa 266 de la historia de la Iglesia católica, comenzaron hoy en los salones del Vaticano con la asistencia de 142 de 207 purpurados convocados, que tendrán como primer objetivo la definición de la fecha en que se iniciarán las reuniones secretas y restringidas a los 115 jerarcas menores de 80 años, con derecho a elegir al sucesor de Benedicto XVI.

Los religiosos tienen por delante el reto de seleccionar al líder de mil 200 millones de católicos, que al mismo tiempo es el gobernante de una institución sacudida por denuncias de que sus sacerdotes en diversos puntos del planeta han cometido actos de pederastia y por revelaciones acerca de que la alta burocracia vaticana –la curia– se ha enfrentado por dinero, poder y relaciones sexuales indebidas.

Pese a todo, en esta primera jornada de congregaciones privó un diálogo franco, según la definición del cardenal francés Philippe Barabrin, así como un ambiente de serenidad y espíritu constructivo, de acuerdo con la información del portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Poco antes de las nueve de la mañana (dos de la mañana en México), los prelados comenzaron a llegar al Vaticano a pie y a bordo de taxis, minibuses y autos particulares. Después de un paréntesis para la comida, los cardenales volvieron a las cinco de la tarde para cerrar la primera ronda de sesiones, dos horas después.

Por la mañana, los purpurados profesaron su juramento, uno por uno, ante la Biblia. En este acto, los religiosos se comprometieron a no revelar información del proceso de selección del futuro pontífice, aunque eso no les impide hablar con periodistas y expresar sus ideas sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia.

Para esta primera jornada de congregaciones se reportaron 103 de los 115 cardenales electores que tendrán la oportunidad de decidir, primeramente, el perfil del próximo sucesor del apóstol Pedro y, posteriormente, el nombre de quien se pondrá al frente del Estado Vaticano.

Además de definir la fecha de inicio de los encuentros en la Capilla Sixtina, los prelados tendrán la oportunidad de conocerse, puesto que 67 de los cardenales obtuvieron su nombramiento recientemente; tal es el caso del arzobispo de Bogotá, primado de Colombia, Rubén Salazar, quien recibió su proclamación cardenalicia el 12 de noviembre pasado, de manos de Benedicto XVI.

Las reuniones preparatorias del cónclave también darán lugar a la posibilidad de que los prelados observen de cerca y escuchen a los candidatos al pontificado. Los cardenales nunca revelan sus preferencias durante el proceso, pero ocasionalmente dan pistas en las entrevistas que conceden a la prensa.

Varios cardenales que han expresado sus puntos de vista sobre la sucesión en el Vaticano –entre ellos el hondureño Óscar Andrés Rodríguez Madariaga, de la orden de los salesianos– han señalado la necesidad de que en las congregaciones generales se informe a los purpurados sobre el caso de filtraciones de información vaticana, conocido como Vatileaks.

Este lunes el cardenal sudafricano Wilfrido Napier dijo: si queremos tomar decisiones buenas, tenemos que informarnos mejor sobre algunos temas, incluidos los que se derivan del caso Vatileaks.

Sobre el tipo de cardenales que asisten a las congregaciones, el diario La Stampa de Roma publicó este lunes un reportaje en el cual señala que hay dos clasificaciones: los que están enmarañados en el poder de la curia y los que trabajan con las bases en todo el mundo.

Pero más allá de las clasificaciones existe en el ambiente vaticano la sensación que el cónclave debe tomar pronto una decisión sobre el sucesor de Pedro, no sólo porque faltan 20 días para el comienzo de la Semana Santa, sino también porque es necesario reacomodar a la alta burocracia vaticana.

Al respecto, el ex arzobispo de Westminster en Londres, el cardenal Murphy O’Connor, dijo que los católicos necesitamos un hombre de gestión, que sea capaz de gobernar a la Iglesia con las personas que elija para ayudarlo de cerca.

Sin aludir directamente a las versiones difundidas la semana pasada, según las cuales Benedicto XVI optó por abdicar para romper de tajo con las disputas en la curia, el cardenal Murphy-O’Connor afirmó que entre las cosas de las que estaremos hablando aquí está precisamente la necesidad de buscar un nuevo papa para que estas fallas sean tratadas y enfrentadas.

Fuera del Vaticano también continúan expresándose opiniones sobre el devenir de la Iglesia.

La teóloga cubano-nicaragüense María López Vigil afirmó en Managua que la Iglesia católica es la institución más masculina, machista y monárquica de Occidente, y por lo tanto, veo muy difícil que 115 cardenales, todos varones y nombrados por Juan Pablo II y Joseph Ratzinger, vayan a elegir un cambio en el camino.

La dimisión del ahora Papa emérito, apuntó la ex monja de la orden de las teresianas, es simplemente una buena jugada de Ratzinger, un hombre muy inteligente que prefiere salir del Vaticano en caballo blanco y apostando a tener un peso mayor para decidir la sucesión.