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Al menos 2 sujetos estuvieron primero con policías y luego en las protestas

Documentan con videos e imágenes la presencia de infiltrados entre los jóvenes
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de diciembre de 2012, p. 8

En diversos videos y fotografías tomados el primero de diciembre, en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, aparecen varios sujetos vestidos de civil justo del lado en el que se encontraba la Policía Federal. De acuerdo con diversos testimonios, algunos de estos hombres se apersonaron en la madrugada de ese día en el Monumento a la Revolución, cuando se preparaba la marcha convocada por el movimiento #YoSoy132.

Integrantes de la asamblea de este colectivo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Nacional Autónoma de México aseguraron que al menos dos de ellos arengaron en favor de la violencia a quienes se congregaron en ese lugar.

Al ir recabando imágenes y videos de ese día, nos dimos cuenta que horas antes dos de ellos estuvieron en el Monumento a la Revolución. Daban instrucciones a los contingentes y durante toda la noche participaron en la reunión donde se planificó la seguridad de la movilización.

Los universitarios agregaron que estos sujetos siempre mostraron un deseo porque hubiera protesta con violencia en la Cámara de Diputados. “Durante la reunión de seguridad (que se prolongó de las 23 horas del viernes 30 de noviembre hasta casi las 4:30 del día siguiente) eran insistentes en que la ‘misión’ era llegar a San Lázaro, y el ‘objetivo’ tirar las barricadas para entrar al recinto a como diera lugar”. Con esa idea se engancharon muchos de quienes se sumaron a la movilización.

Desde su perspectiva, los jóvenes que pernoctaron esa noche en el Monumento a la Revolución fueron el talón de Aquiles del colectivo estudiantil, pues la Acampada Revolución se hallaba en un espacio público con riesgo a que personajes con otros intereses se infiltraran.

Recuerdan que entre el 10 y el 15 de noviembre poco a poco varias personas (entre 50 y 60) se fueron adhiriendo a la Acampada Revolución y muchos de ellos, eran de los que más incitaban a llevar elementos como bombas molotov y termitas, y a actuar contra los principios pacíficos de #YoSoy132. Además que ese día iban encapuchados.

Aunque aclararon que aquellos que llamaban a realizar este tipo de acciones no eran los rostros habituales de Acampada Revolución, es decir, quienes venían trabajando en ese espacio desde que los primeros días que se instaló (en junio pasado). Como a unas tres cuartas partes de quienes participamos en la marcha no los conocíamos y muchos de ellos iban encapuchados.

Ya en San Lázaro, llamó la atención de los integrantes de la asamblea de la FCPS que durante el primer enfrentamiento con los policías federales (suscitado antes de las 7 de la mañana y que se prolongó unos 25 minutos), los encapuchados tiraron muy fácilmente el cerco metálico de más de dos metros de altura. El nivel de violencia fue impresionante. Los compañeros que fueron nombrados como seguridad pedían calma, pero estas personas los ignoraron.

Al ser cuestionados sobre si faltó visión política al movimiento #YoSoy132 para replegarse e inclusive retirarse del lugar. Los universitarios respondieron que sí hubo un vacío político que fue cubierto con el descontento social de muchos sectores contra la imposición.

Fue justo cuando las comisiones de seguridad llamaban a la retirada –cerca de las 10 de la mañana–, cuando apareció un camión de basura tripulado por varios jóvenes encapuchados. En la cabina –aseguran– sólo iba la persona que lo conducía, mientras que quienes iban en la parte posterior invitaban a los manifestantes a unirse.

Todos se bajaron del vehículo, menos el conductor que iba con la puerta abierta y metros antes de estrellarlo contra la valla metálica se lanzó al piso. Pero, ¿de dónde apareció un camión cuando todas las inmediaciones de San Lázaro estaban cercadas y vigiladas por la policía?; inclusive era difícil para los vecinos transitar por la zona. Del mismo modo creemos que no cualquiera pueda conducir un camión así.

Tras el colapso, el camión se incendió y los mismos que iban en él quisieron impedir el paso de los bomberos, e intentaron tomar el camión de éstos para usarlo con el mismo propósito, señalaron.

Una versión más apunta que una columna de estudiantes que llegó a San Lázaro alrededor de las 7 de la mañana, al ver la violencia quiso alejarse del lugar, pero pequeños grupos disfrazados de nosotros –declaró una estudiante– los incitaban a no irse, mientras que policías les cerraban las opciones de salida.