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Más que victimizarlos, requieren tratamientos sicológicos

A pederastas hay que tratarlos como enfermos, señala el religioso Bermejo
 
Periódico La Jornada
Martes 13 de noviembre de 2012, p. 15

A los pederastas no sólo se les debe dar trato de delincuentes, sino también de enfermos. Se debe mirar esa realidad de otra manera, manifestó el religioso camilo José Carlos Bermejo Higuera, quien resaltó que más que victimizarlos, reprimirlos y sólo encarcelarlos, necesitan tratamientos sicológicos, pues dijo que desde su experiencia la condición de esos agresores sexuales podría ser curable.

En conferencia de prensa, en la que presentó el libro Doble drama, el cual coescribió con la sicoterapeuta de orientación Gestalt Marta Villacieros Durbán, el integrante de la orden de los Ministros de los Enfermos, fundada por Camilo de Lelis, reprobó que en la Iglesia católica se hayan cometido actos de ese tipo. Dijo que aunque los abusos contra niños siempre son reprobables, son más cuando los cometen integrantes del clero, en quienes debe prevalecer la ética de la virtud.

Sin embargo, resaltó las medidas de tolerancia cero implementadas por el Vaticano para enfrentar esa situación sin dejar de reconocer que en la Iglesia es seguro que ha habido encubrimiento. No obstante, comentó que no todos los colectivos contemplan la denuncia como único camino, porque a veces ello implica la revictimización de los agredidos.

Aunque no quiso comentar si la Iglesia católica ha enfrentado de manera adecuada esos casos, indicó que todas las formas de abordar el problema son mejorables. Insistió en que el conflicto de la pederastia no sólo está en la Iglesia católica, sino en toda la sociedad, y en mayor medida, pero dijo que la socialización del asunto hace pensar inmediatamente en los sacerdotes.

El especialista en atención de duelos apuntó que luego de entrevistar a diversos pederastas condenados en España (trabajos que recopila en el libro mencionado), es evidente que el manejo de esas personas requiere otro enfoque, porque en general es pobre. Enfatizó que la intención de la obra no es justificar lo injustificable, sino presentar que los agresores sexuales de menores también precisan atención, pues poco o nada se consigue con sólo encarcelarlos.

El catedrático de la Universidad Ramón Llull de Barcelona y experto en counselling (ayuda personal para situaciones dificiles) dijo que atrás de la pederastia y de la pedofilia (que se diferencia de la anterior por estar sólo en fase de fantasías, sin cometer abusos) está un trastorno mental. No hay relación con la homosexulalidad ni con la opción de vida celibataria o con estar casado o no.

Reconoció que ha hablado con sacerdotes pederastas y que la diferencia con agresores que no son ministros es que sienten más culpa.