Ocampo, Gto., 9 de octubre. Luego de hacer un reconocimiento a la Secretaría de Marina por haber abatido a Heriberto Lazcano Lazcano, alias El Lazca, presunto jefe y fundador de la organización criminal de Los Zetas, el presidente Felipe Calderón advirtió que este esfuerzo en contra del crimen organizado debe continuar más allá de coyunturas políticas.

Es indispensable que México continúe con esta estrategia integral, consistente en enfrentar a los criminales, pero a la vez en fortalecer las instituciones de seguridad y de justicia, y en reconstruir el tejido social, porque esa es la ruta, no sólo para ganar la batalla a la criminalidad, sino para construir el México seguro y en paz que todos, todos los mexicanos de buena fe anhelamos, dijo.

Al inaugurar el penal federal número 12 en este municipio, el mandatario señaló que los indicios con los que se cuenta revelan con claridad que Heriberto Lazcano “fue abatido, resistiendo a la autoridad, como consecuencia de un operativo implementado por la Marina, el pasado domingo en Progreso, Coahuila”.

Añadió que con esta acción su gobierno ha logrado aprehender o neutralizar a 25 de los 37 criminales más buscados, según una lista publicada por la Procuraduría General de la República en marzo de 2009, es decir, más de dos terceras partes de esa lista.

Señaló que Lazcano era uno de los más importantes y más peligros criminales de esta lista, conocido como el Z3 o El Verdugo, desertor del Ejército, fundador y líder de la organización criminal conocida como Los Zetas, una de las más peligrosas del mundo.

Acompañado de los secretarios de Gobernación, Alejandro Poiré, y de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el presidente Calderón dijo que en esta lucha han estado en primera línea no sólo la nueva Policía Federal, sino también las fuerzas armadas.

Calderón realizó una gira de trabajo por esta entidad, donde visitó varios municipios. Este fue su primer acto, donde reconoció que por muchas décadas México careció de una auténtica política nacional que permitiese el adecuado tratamiento de la población penitenciaria.

El presidente Felipe Calderón, acompañado del titular de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, inauguró ayer en Ocampo, Guanajuato, el penal federal número 12Foto Francisco Olvera

“Las cárceles, como todos sabemos, acusaban un gravísimo deterioro estructural, principalmente en materia de infraestructura, tecnología y personal confiable.

“Este deterioro –agregó– se reflejó en tres graves problemas: hacinamiento en los penales, donde en una sola celda para dos personas llegaban a convivir hasta 12; la corrupción sistemática en su interior y, con ello, la imposibilidad de prevenir que los internos reincidieran una vez cumplida su sentencia, además de fugas constantes, que algunas se siguen presentando, exclusivamente en el orden local.

Destacó que al término de su administración se contará con 21 centros penitenciarios federales, cuando durante en varias décadas sólo se construyeron seis.

Ahora el reto es que estos esfuerzos se repliquen en la esfera estatal y local, para garantizar con ello el fortalecimiento de todas las cárceles del país. Sólo así los sistemas carcelarios locales podrán ser un activo del Estado en su función de garantizar la seguridad de los ciudadanos, dijo.

En el acto, Calderón ratificó que su gobierno logrará, por primera vez, mantener a todos los reos federales –calculados en poco más de 50 mil– en penales de ese mismo orden, cuando al inicio de su gestión sólo custodiaba a internos de máximo riesgo, es decir, poco más de tres mil, y el resto se encontraba distribuido en penitenciarías estatales e, incluso, municipales.

El penal inaugurado es el segundo de un total de ocho que pondrá en marcha esta administración, construidos con una inversión público-privada. Éste tuvo un costo de 3 mil 750 millones de pesos, con una capacidad para 4 mil reos, en una extensión de 80 hectáreas en sus instalaciones.