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Los amotinados de las fuerzas de seguridad amenazan con ampliar sus protestas

Ministra argentina denuncia penalmente a ex jefes de Gendarmería y Prefectura
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Elementos de los guardacostas argentinos, pertenecientes a la Prefectura, protestan frente a la sede de su institución en Buenos AiresFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de octubre de 2012, p. 28

Buenos Aires, 9 de octubre. La ministra argentina de Seguridad, Nilda Garré, denunció penalmente a los ex jefes de Gendarmería y Prefectura por irregularidades en esas entidades y presuntas maniobras para liquidar sueldos indebidamente, mientras los amotinados de ambas fuerzas de Seguridad decidieron continuar sus medidas de fuerza ante la sede de esas instituciones, que mantienen desde la semana pasada, y anunciaron que ampliarán la protesta.

Esto eleva la tensión cuando se están descubriendo sectores y personajes que están detrás de estas protestas, y conexiones con los grupos golpistas del pasado. Además se realizan reuniones de suboficiales de otras fuerzas, como las del ejército en Campo de Mayo esta noche.

Como extraño contraste en un edificio del centro Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la restitución de la identidad a la nieta 107 encontrada recientemente, María Mercedes Oviedo, hija de Carlos Héctor Oviedo y María de las Mercedes Moreno, nacida durante el cautiverio de su madre en Córdoba.

En tanto, la denuncia de Garré se basa en las comprobadas maniobras que habrían realizado los jefes de Gendarmería y Prefectura confabulados con estudios de abogados y jueces, que manejaban los pedidos de amparo por sueldos mal liquidados, un problema que viene desde los años 90.

En estas maniobras las escalas salariales quedaron sustancialmente alteradas y fuera del control del gobierno, que debe presupuestar y liquidar sueldos.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, señalaron que la denuncia alcanza a altos y medios mandos de las fuerzas que actuaron con la participación de abogados y varios jueces.

Ambos funcionarios habían abierto la posibilidad de solución en los primeros momentos al despositar los sueldos sin los descuentos realizados por Prefectura y Gendarmería este mes, mientras se analizaba la situación para el mes próximo. Pero el conflicto continuó.

Hoy no respondieron al petitorio realizado por los amotinados, ya que esto está en manos del secretario de Seguridad, Sergio Berni, pero advirtieron que es imposible hablar de un sueldo básico de siete mil pesos (unos mil 500 dólares) como se había pedido.

El jefe de los ministros destacó que “el descalabro que derivó –de la actuación irregular de las cúpulas de ambas fuerzas de seguridad– se observa en que 60 por ciento del personal cobraba un salario como producto de una demanda judicial”.

Los anuncios provocaron un fuerte revuelo en los grupos, que siguen bloqueando la entrada de Gendarmería y Prefectura, los que entraron en estado de deliberación y advirtieron de la posibilidad de recortar los servicios, en el caso de Gendarmería en 50 por ciento.

En el interior del país se tomó la medida de relevar al jefe de la Escuela de Suboficiales de Jesús María en Córdoba, el mayor Orlando Angeletti, y derivarlo a Buenos Aires, remplazándolo en las últimas horas por el comandante principal Carlos César Cáceres.

Ayer el grupo de efectivos apostados en Jesús María volvieron a protestar a la entrada de la Escuela de Suboficiales y rechazaron las sanciones. Hoy habían abandonado la plaza, pero esta noche podría cambiar esa actitud.

El gobierno ha señalado que los sancionados por actos de indisciplina grave fueron puestos a disponibilidad, no por la protesta inicial, sino porque continuaron bloqueando los edificios centrales de Gendarmería y Prefectura, y no retornaron a sus unidades como habían ordenado los nuevos jefes de ambas fuerzas.

Hasta ayer, la Gendarmería pasó a disponibilidad a nueve efectivos, por no acatar la orden del nuevo jefe de la fuerza. Detrás de la protesta se mueven las espesas sombras de un golpismo que cada día que pasa deja ver sus ocultos orígenes.

Los elementos de la Gendarmería marcharon esta noche a Plaza de Mayo y exigieron hablar con la presidenta Cristina Fernández.

Uno de los voceros de la protesta Jose Luis Cabañas, advirtió que esta noche que no se irán a su casa y que se espera mucha gente, muchísima gente de todo el país para sumarse al reclamo.

El sociólogo y director de la Biblioteca Nacional, Horacio González , se refiere hoy en una nota de Página 12 a un golpismo que “no tiene rostro, tiene difusas cadenas de mails; no tiene programa, tiene un rosario de acciones diseminadas cuyo contenido es el descrédito sistemático del gobierno; no tiene argumentos, tiene apariciones; no tiene actividades, tiene operaciones; no tiene identidad odiosa, tiene el odio como identidad. (…) El golpismo sin sujeto niega ser un sujeto; por lo tanto niega ser golpista.