La falta de trabajo, de dinero, los fuertes gastos que deben afrontar o el abandono en que viven ha provocado que diariamente 12 mil personas, principalmente madres solteras, estudiantes, desempleados, jóvenes en situación de calle y personas de la tercera edad sean clientes asiduos de los comedores públicos, donde ingieren alimentos de manera gratuita.

Desde hace seis meses, Lucrecia Fernández acude al comedor público del Centro de Desarrollo Humano José Emilio Pacheco, en la colonia Ampliación Gabriel Hernández. “Aquí comemos lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, aunque mi má dice que sólo el lunes. No pagamos, y qué bueno porque ella no trabaja, ni tenemos dinero. Además nos tratan bien”, dice su hijo Héctor, de seis años.

Para Idalia Ponce, divorciada y con cinco hijos, este lugar es un alivio, porque con los 2 mil 300 pesos que recibo de pensión mensual no me alcanza para la comida y los gastos de la casa y la escuela, sobre todo cuando no tengo la oportunidad de realizar otra actividad, porque no sé. Una situación semejante vive María del Carmen Lorenzo.

El abandono de sus hijos, las enfermedades, la falta de dinero o un apoyo de las autoridades capitalinas para irla pasando ha llevado también a decenas de adultos mayores a este comedor, aun cuando varios tardan hasta 30 minutos en llegar, pues tenemos que bajar del cerro o apoyarnos en un bastón, pero somos siempre de los primeros, comentan Anselma Espinoza y Elena Madrigal.

Evangelina Molina reconoce que haber ido al comedor no fue fácil, porque soy muy orgullosa, pero la necesidad te obliga y aquí he coincidido con muchas personas los días que he venido, aunque meterme en alguno de los talleres que se ofrecen no me es posible, porque no tengo dinero para el material, pero a lo mejor más adelante.

César Hoyo Rodríguez, coordinador de atención social emergente y enlace institucional del Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis), explicó que el sistema alimentario del Distrito Federal tiene 350 comedores: 80 populares manejados por el DIF-DF y 210 comunitarios de la Secretaría de Desarrollo Social, donde se cobran 10 pesos; mientras en los 60 públicos la comida es gratuita.

Estos últimos se encuentran instalados en espacios públicos delegacionales, áreas de organizaciones civiles, centros de Asistencia e Integración Social y algunos domicilios particulares, aunque son los menos, donde se atiende diariamente a 12 mil personas, con un promedio de 200 raciones en cada uno, siendo la delegación Gustavo A. Madero la que concentra el mayor número de sitios, con 13.

Sin embargo, en los tres tipos de comedores se apoya a 40 mil personas al día. El presupuesto destinado a los comedores públicos es de 54 millones de pesos y “confiamos que este programa continuará, ante la difícil situación económica que vive gran parte de la población.