Lo que logró Eduardo Mata en México con la juventud no puede olvidarse: creó un fiel, apasionado y conocedor público para la música de concierto.

Ese es el mayor legado que Carmen Cirici-Ventalló reconoce al fallecido director de orquesta y compositor mexicano, quien fue su esposo durante 25 años.

De acuerdo con la productora de origen español, hasta antes de que Eduardo Mata irrumpiera en los escenarios, en la segunda mitad de los años 60 del siglo pasado, la presencia de los jóvenes en las salas de concierto nacionales era muy escasa, como tristemente ocurre de nuevo ahora.

Aspecto al que el entonces joven intérprete le dio un giro radical, merced al apasionamiento y entrega en su trabajo, cuando era el titular de la entonces Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Reconocen a Ignacio Toscano

Durante la mesa Eduardo Mata y Bellas Artes –efectuada anteanoche en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, como parte del homenaje que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) e Instrumenta Oaxaca rinden al músico por el 70 aniversario de su natalicio–, Cirici-Ventalló evocó la comunicación y compenetración que el director entabló con la juventud.

Recordó cómo el Instituto Nacional de Antropología e Historia debió pedir que la orquesta universitaria dejara de dar sus conciertos en el Castillo de Chapultepec debido a que el numeroso público asistente comenzaba a causar afectaciones al edificio.

Fue así como la agrupación se trasladó al Teatro Hidalgo, rememoró Cirici-Ventalló, a donde la siguieron sus jóvenes adeptos, los cuales en una ocasión, cuando se interpretó la Novena Sinfonía de Beethoven, eran tantos los que no pudieron ingresar al recinto que intentaron dar portazo.

“Eran como 300 chicos, que empujaban los cristales mientras gritaban el Goya y que Mata era suyo. Finalmente, el administrador del teatro los dejó pasar y se sentaron en el piso del vestíbulo a escuchar tranquilamente el concierto”, señaló.

Esa es una de las grandes labores de Eduardo, porque nadie como él había traído a la juventud a la música.

Cirici-Ventalló recordó que conoció a Mata cuando ella era productora en la RCA Víctor y juntos hicieron un álbum doble de música para ballet de autores mexicanos, y luego varias grabaciones para la UNAM.

De entrada, lo que me llamó la atención de Eduardo fue su absoluta pasión y devoción por la música. Hablaba de ella y se le iluminaba la cara. Por mi trabajo conocía a muchos músicos, pero pocas veces había visto esa intensidad de pasión, contó.

Lo segundo fue su capacidad de construcción. No sólo quería dirigir grandes orquestas, sino le gustaba hacerlas; y eso no es común, un director quiere llegar, que le den la orquesta y hacer un gran concierto.

Al respecto, la productora mencionó que cuando ofrecieron a Mata dirigir la Orquesta de Dallas tuvo dos opciones más, también con agrupaciones de primer nivel en Estados Unidos, y si él se inclinó por la primera fue porque había mucho que hacer en ella, debido a que estaba en bancarrota.

La única condición que puso para aceptar fue que se construyera una sala específica para la orquesta, pues tocaba en un auditorio multiusos para 3 mil 500 personas cuya acústica era mala.

Durante el acto, compartieron sus recuerdos y anécdotas sobre Eduardo Mata, el ex titular del CNCA Rafael Tovar y de Teresa –quien eludió responder a La Jornada si el equipo de Enrique Peña Nieto lo ha buscado para que vuelva a ocupar ese cargo el próximo sexenio–, y el ex director del Instituto Nacional de Bellas Artes Gerardo Estrada.

De igual manera, participaron Roger Díaz de Cossío, ex subsecretario de Educación Pública en la presidencia de Luis Echeverría, melómano y gran amigo del director de orquesta, y el pianista venezolano David Ascanio, quien habló del papel determinante que desempeñó Eduardo Mata en y para el desarrollo del sistema de coros y orquestas infantiles y juveniles de Venezuela.

De manera informal, en la mesa se reconoció la labor del promotor cultural Ignacio Toscano para que la figura y legados de Mata se mantengan presentes.

Actos privados en Bellas Artes

En otro asunto, por segundo día consecutivo el Palacio de Bellas Artes fue utilizado como un salón de fiestas particular, según definieron trabajadores del máximo recinto cultural del país, pues las puertas principales permanecieron cerradas la tarde-noche del jueves para el público, porque se efectuó un acto privado para una casa de bolsa. La noche del miércoles ocurrió lo mismo, pero por el estreno de la película Hecho en México.