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Directora General: CARMEN LIRA SAADE Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER Domingo 26 de agosto de 2012 Num: 912 |
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Manuel Gamio
y la antropología del siglo XXI
Eduardo Matos Moctezuma Hace un siglo, en 1912, don Manuel Gamio (1883-1960) era alumno de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americana. Fundada un año antes por el interés de los gobiernos de Prusia, Francia y México, y las universidades de Harvard, Columbia, Pennsylvania y el Instituto Hispánico de América, la Escuela Internacional abrió sus puertas en el año 1911, bajo la dirección de un eminente mesoamericanista: el doctor Eduard Seler. Año con año se cambiaba al director y fue así como al insigne doctor Seler le sucedió en el cargo el doctor Franz Boas, a quien le siguieron los doctores George Engerrand, Alfred Tozzer y, finalmente, el mismo Manuel Gamio. A Gamio se le deben tres aportes fundamentales dentro de la arqueología en particular y la antropología en general: los primeros trabajos estratigráficos aplicados en México; la creación de la Dirección de Antropología como parte de la Secretaría de Agricultura y Fomento, y la investigación integral llevada a cabo en Teotihuacan por esta dependencia bajo el nombre de La Población del Valle de Teotihuacan. Con este último aporte se sentaban las bases para una antropología comprometida que tenía como meta estudiar las poblaciones desde su pasado prehispánico, la presencia colonial y la realidad actual, por lo que se partía de dos categorías fundamentales: población y territorio, todo ello dirigido a tratar de mejorar la situación de la población estudiada.
La trascendencia de Gamio en la antropología quedó establecida a partir de entonces. El concepto integral aplicado en la investigación de Teotihuacan tenía sus antecedentes en algunos trabajos practicados tanto en el Museo Nacional por sus investigadores como en el seno de la Escuela Internacional. Sin embargo, Gamio supo imprimirle un carácter práctico. Gracias a él y a su equipo de colaboradores pudo llevarse a cabo una investigación multidisciplinaria, con la participación de científicos en diferentes ramas del conocimiento y con una serie de mejoras para la población de Teotihuacan. Con esto nacía, en la teoría y en la práctica, la antropología en México. Lo que antes había sido estudios aislados, ahora se transformaba en ejes promotores en servicio de los habitantes de la región. Mucho se debió al apoyo que don Manuel recibió de un hombre inteligente: Pastor Rouaix, por entonces al frente de la Secretaría de Agricultura y Fomento. No han faltado algunos detractores de Gamio que han publicado despropósitos acerca de estos dos personajes, desconociendo la labor del secretario Rouaix, quien expidió en 1913 la primera ley agraria; creó el primer pueblo libre denominado Villa Madero; promulgó la Ley Agraria en 1915; fundó la Comisión Agraria, estableciendo los primeros ejidos, y fue iniciador de los artículos 27 y 123 constitucionales, entre otros aportes. Estas son, pues, las cartas de presentación de quien vio en Gamio al investigador que podría, con sus ideas y planteamientos, poner en práctica los estudios antropológicos para bien de la población. Y así se hizo. La labor de Gamio y muchos de sus postulados siguen vigentes pese al tiempo transcurrido. Su interés por los trabajos integrales plantea amplias perspectivas para la investigación antropológica; su honradez profesional al renunciar al cargo de subsecretario de Educación al darse cuenta de las pillerías que se hacían al interior de la misma son ejemplos a seguir, especialmente en estos tiempos; las directrices que él marcó están patentes en los estudios que se llevan a cabo en diversas escuelas en las que se estudia la arqueología, la etnología, la lingüística y la antropología física, tal como lo concibiera Gamio en su momento. Acudir a diferentes ciencias para la mejor comprensión del pasado y del presente lo hacen pionero en el conocimiento integral del hombre. La ciencia antropológica ha desarrollado nuevas técnicas y métodos de investigación que no se conocían cuando Gamio emprendió sus trabajos hace ya casi un siglo. Sin embargo, con estos nuevos aportes de la disciplina y con el concepto integral del autor de Forjando patria, se podría alcanzar un más amplio conocimiento de nuestra población con el fin de mejorar su situación, tal como se lo propusieron aquellos estudiosos del pasado y del presente de México.
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