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Por encima del artista, Héctor García fue generoso, dice la autora de la biografía Pata de perro

Su vida era apasionante y siempre fue fiel a la calle, recuerda Norma Rivera
Foto
Con su esposa María, sus hijos Amparo y Héctor, en su casa en 1999Foto tomada del libro Pata de perro
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de junio de 2012, p. a16

La vida de Héctor García fue apasionante. Sus vivencias y anécdotas daban para varios volúmenes, lo mismo que sus imágenes, afirma la periodista Norma Inés Rivera, autora de la biografía del fotógrafo, Pata de perro, publicada en 2009 por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA)

De acuerdo con la comunicadora, quien fue amiga cercana del maestro, si algo lo distinguió fue siempre ese sentimiento de orgullo por su origen: la calle, el cual expresaba no sólo de manera verbal, a la menor provocación, sino que lo perpetúo con su quehacer cotidiano.

Héctor fue un gran amigo, por encima de todo; ya sea de los niños de la calle o de artistas, de todo mundo. Fue un hombre generoso, vital, que amo la vida y a sus amigos, indica.

Siempre se consideró un fotógrafo de la calle. Él decía que no era artista, que la calle le había dado todo: desde la vida, en la Candelaria de los Patos, donde nació, hasta los tres premios nacionales de periodismo que ganó. Su escenario, aseguraba, era la calle y lo que retrataba era la vida; sus fotos no eran posadas.

La elaboración de la mencionada biografía requirió poco más de cinco años de trabajo intenso, en los que Norma Inés Rivera trataba de reunirse a diario por las tardes con Héctor García para hablar de diversos pasajes de la historia de éste.

Era un hombre que hablaba mucho, le gustaba compartir sus vivencias, había mucho que abrevar de él, su vida y sus experiencia, señala.

Hasta casi el final de sus días, fue un hombre muy activo, siempre tenía cosas que hacer. Me pedía, por ejemplo, que lo acompañara a algún lugar, como a una exposición, y fue así que muchos pasajes de su vida me los contó, no en su casa, sino caminando, en la calle.

La alegría, la generosidad y el gran valor humano son las principales virtudes que la periodista destaca del fotógrafo: Por encima del gran artista, fue un hombre más grande.

Al respecto, menciona que Héctor García fue un niño de la calle, uno de los olvidados, como él decía, y que con base en tenacidad logró salir de ese entorno y superarse, hasta convertirse en uno de los más importantes fotógrafos del país.

La llave para salir de ese inframundo fue, paradójicamente, haber caído en la correccional, porque allí conoció a personas que lo guiaron para salir de ese entorno y encontrar su destino.

Escrito en primera persona, como si fuera el propio Héctor García el que lo hubiera hecho de manera directa, el libro sobre la vida del fotógrafo es una selección de algunos de los pasajes, momentos y personajes más importantes en y de su existencia.

Hice sólo una parte pequeña, porque la vida de Héctor era apasionante; tiene miles de anécdotas y experiencias, sin embargo, no podíamos hacer una biblia. Lo que buscamos fue hacer un material accesible a la gente, que cualquier persona, aunque no conociera de arte, pudiera leerla. Es un trabajo hecho con mucho cariño, sostiene Norma Inés Rivera

Lo más difícil fue la selección fotográfica, porque debí escoger 350 fotos de entre un total de 6 millones. Tanta era su generosidad, que me permitió decidir qué fotos y hasta el título del libro.

Por último, la periodista hace patente su interés de actualizar dicho volumen con más de la información que dejó fuera en la primera edición. Lo mismo tiene pensado para el aspecto de las imágenes.