Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 13 de mayo de 2012 Num: 897

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
RicardoVenegas

Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova

Los luchadores y el cine
Jaimeduardo García entrevista con José Xavier Návar y Raúl Criollo

Eduardo Lizalde, tigre mayor
Marco Antonio Campos

Lizalde narrador
Rosario Sanmiguel

El tigre en la chamba
Rafael Vargas

Lizalde o la poesía del resentimiento
Mario Bojórquez

Rilke y Lizalde: la guerra de las rosas
Evodio Escalante

El Cinema Rif de Tánger
Alessandra Galimberti

Leer

Columnas:
Galería
Rodolfo Alonso

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Retratos
Alejandro Michelena

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
Núm. anteriores
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Rogelio Guedea
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Taxista con novela adentro

Por primera vez, mi carro me dejó tirado a mitad de la calle. Tuve que caminar y caminar hasta ver, a un costado del Warehouse, un taxi. Cuando llegué, agitado, y asomé la cabeza por la ventana, caí del asombro: el conductor leía una novela. Una novela gruesa. Tipo Stephen King o así. Esos autores que ya no deben tener culo de tanto que escriben. Resolví hablarle bajo. Excuse me, dije. Nada. Carraspeé y volví: excuse me, sir. Tampoco. El hombre seguía ido, ausente completamente de este mundo. Alcé un poco la voz: siir. El taxista, literalmente, dio un salto, miró hacia un lado y hacia otro y, luego de disculparse, me invitó a subir. ¿Está buena la novela?, pregunté. Sin pensarlo dos veces, dijo: no puedo dejar de leerla. No puedo. Me tiene  subyugado. Intenté ver el autor y el título, pero fue imposible. El hombre la cerró y la puso debajo del asiento. El taxista arrancó y tomamos por una larga avenida. Yo me fui viendo fijamente la línea que dividía un carril de otro, con la certeza de que nada me habría hecho más feliz en la vida que el autor de esa novela que el taxista leía hubiera sido yo.