jornada


letraese

Número 190
Jueves 3 de Mayo
de 2012



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

opiniom


Candidatas, candidatos ¿están dispuestos a comprometerse con los derechos de la diversidad sexual?

En la lucha por la democracia, la contribución de los movimientos a favor de los derechos humanos de las mujeres y de la diversidad sexual ha sido central en la construcción de sociedades más justas e igualitarias.
Como resultado de sus luchas históricas, en México ha habido avances importantes. Uno de los más significativos fue la reforma constitucional en materia de derechos humanos, aprobada en junio de 2011, en la que se establece: "todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad"; prohíbe además toda discriminación motivada por las "preferencias sexuales".
La Ley de Sociedades de Convivencia (2007), la Interrupción Legal del Embarazo –ILE- (2007), y las modificaciones al Código Civil y al Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal (2009) que reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo y su derecho a adoptar, han dado pauta a que la Ciudad de México sea conocida como "la isla de los derechos". Estas reformas, no sólo reconocen nuevas reglas de convivencia a través de uniones libres, sino sitúan, los derechos de toda persona sobre el dogma religioso, reivindican los derechos de un sector de la sociedad históricamente discriminado, y fortalecen la laicidad del Estado.
Lamentablemente, estos avances en materia de derechos humanos de las mujeres y de la diversidad sexual, no se reflejan en el resto del país.
Sin embargo, vale la pena recordar que en agosto de 2010 la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que todas las entidades federativas están obligadas a reconocer la validez de los matrimonios entre personas del mismo sexo, celebrados en el Distrito Federal y los estados deberán generar legislaciones que hagan efectivos los derechos de estas parejas en sus territorios, determinando que no existe impedimento alguno para garantizar la plena igualdad para todas las personas, con independencia de la identidad o de la diversidad sexual. Este fallo es trascendental porque otorga garantías a la libertad de conciencia y a la libre decisión en la vida privada de las personas. El movimiento de la diversidad sexual, comprometido con una agenda de derechos humanos y un gobierno de izquierda sensible a sus demandas, hicieron posibles estos avances.
No obstante, en el proceso electoral que vive México se acentúan los discursos, que lejos de reconocer y respetar estos avances, cuestionan y restringen los derechos humanos de la comunidad LGBTTTI. Es preocupante que hasta ahora, las propuestas políticas de la candidata y los candidatos a la presidencia no han considerado las demandas de la diversidad sexual. Y que en lugar de responder a las demandas ciudadanas y establecer compromisos para ampliar la protección de sus derechos humanos, recientemente se reunieron con la Conferencia del Episcopado Mexicano, para rendir cuentas "a manera de examen" sobre sus propuestas políticas y comprometerse con una agenda moral conservadora. Cabe resaltar que esta acción atenta contra el carácter laico del Estado, al permitir la injerencia de la jerarquía católica en la agenda política de los candidatos.
Preguntamos a la candidata y candidatos presidenciales, ¿Están dispuestos a comprometerse con las demandas de la diversidad sexual?, ¿Están dispuestos a abrir otros espacios de diálogo, así como lo hicieron con la jerarquía de la Iglesia católica?, ¿Se pronunciarán clara y abiertamente en temas como la protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y los derechos de las parejas del mismo sexo?
Existe una ciudadanía crítica que espera de la candidata y los candidatos presidenciales respuestas y acciones concretas, a la altura de lo que requiere esta República representativa, democrática, federal y laica. La lista de pendientes es amplia. Hoy más que nunca es necesario en México el abatimiento pleno de la discriminación e intolerancia por motivos de sexo y género.


S U B I R