Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 15 de abril de 2012 Num: 893

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Tres días en bagdad
Ana Luisa Valdés

Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova

Todos los hijos son poesía
Ricardo Venegas entrevista
con Rocato Bablot

De la saga chiapaneca
de Eraclio Zepeda

Marco Antonio Campos

Habermas y la crítica
de clases

Agustín Ramos

Una mujer de la tierra
Dimas Lidio Pitty

El alma rusa en Latinoamérica: breve historia de una seducción
Jorge Bustamante García

Poema del pensamiento
Andréi Platónov

Platónov, fundamental
y desconocido

Cabrera Infante y el cine
Raúl Olvera Mijares

Columnas:
Galería
Rodolfo Alonso

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Perfiles
Miguel Ángel Muñoz

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Rogelio Guedea
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Las partes no eran el todo

Mi computadora hacía un ruido extraño y la llevé a que me la repararan. El técnico la vio y dijo: debe ser el disco duro. Cogió la computadora y empezó a revisarla. Al lado suyo, otro técnico maniobraba con una computadora que tenía todas las partes desperdigadas. Estaban ahí las partes de la computadora, pero no la computadora. Pensé:  hasta que todas esas partes no estén “integradas” entonces será una computadora y ésta, a su vez, sólo así podrá cumplir su función. Lo mismo sucede con el hombre. Si nos quitaran las partes (memoria, brazo, corazón, esperanza) estarían ahí las partes pero no el hombre. Sin embargo, el asunto se vuelve más complejo cuando hablamos de un país. Si le quitamos al país los sectores más vulnerables, o separamos el diálogo entre los partidos políticos, o enemistamos a las empresas privadas, etcétera, ¿tendremos un país o sólo sus partes?, ¿podrá acaso cumplir su función así? Pienso en mi propio país, que parece estar sobre la mesa del técnico en computadoras con todas las partes desperdigadas y sin encontrar la forma de poder ensamblarlas.