Malé. La capital de Maldivas fue ayer escenario de enfrentamientos entre policías y seguidores del ex presidente Mohamed Nasheed, quien aseguró que fuerzas de seguridad y militares lo forzaron a renunciar con un golpe de Estado bajo órdenes del ex vicepresidente Mohamed Waheed Hassán, quien tras la dimisión asumió la presidencia. Es un golpe de Estado. No podemos aceptar lo que está pasando, la comunidad internacional debe ser alertada, dijo Nasheed, quien marchó aquí junto a miles de seguidores para protestar por su dimisión. Las autoridades señalaron que por primera vez la violencia se extendió fuera de la capital, cuando manifestantes atacaron puestos policiales e incendiaron sedes gubernamentales en dos islas del sur del archipiélago.