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Proveedora de más de 60 países, no le afecta el escándalo de implantes en Europa

En Río de Janeiro, la fábrica más grande de prótesis mamarias de América Latina
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de enero de 2012, p. 3

Río de Janeiro, 18 de enero. A través del cristal pueden observarse los gestos meticulosos de hombres y mujeres con ropa quirúrgica esterilizada, máscara y guantes finos de latex, palpando, sopesando y estirando bolsas de gel transparente.

Son trabajadores de la empresa brasileña Silimed, la mayor fábrica de prótesis mamarias de América Latina y la tercera del mundo, ubicada en los suburbios del norte de Río de Janeiro, cerca de la favela Vigario Geral, de donde proviene la mitad de sus 450 empleados. La empresa, que exporta a más de 60 países con total discreción –ningún cartel identifica el negocio en el exterior del inmbueble–, asume distancia del escándalo provocado por los implantes mamarios de mala calidad del fabricante francés PIP y la holandesa Rofil, que han levantado alertas en todo el orbe porque utilizaron silicona de calidad inferior a la médica.

Más de 15 pruebas de control

Aquí hacemos más de 15 pruebas de control de calidad, probamos la membrana que da forma al producto, el gel que lleva dentro y hasta el embalaje, aseguró Claudio Carvalho, jefe de producción.

Fundada hace 33 años, Silimed fue la primera del mundo en colocar, en 1995, un número de serie a sus implantes, señaló, e hizo hincapié en la seguridad del producto.

Brasil, país en el que se estima que más de 1.5 millones de mujeres usan implantes de silicona, empezó la semana pasada la elaboración de un registro de usuarias de prótesis para identificar la marca de silicona, el motivo de su implante o retiro y su caducidad, explicó José Horacio Aboudib, presidente de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica (SBCP).

Unas 12 mil 500 brasileñas son portadoras de implantes mamarios de la cuestionada marca PIP y otras 7 mil de la holandesa Rofil, ambas cerradas en 2010 tras los cuestionamientos, pero que en esa fecha ya habían realizado exportaciones a todo el mundo.

La Agencia Nacional Sanitaria brasileña ordenó la semana pasada a los servicios públicos hacerse cargo de las operaciones a las mujeres que sufran ruptura de esos implantes. El número es mínimo, comparado con la producción de Silimed, que hizo 340 mil implantes en 2010, 70 por ciento de las prótesis del país, a un costo promedio de 2 mil 100 reales (unos mil 186 dólares al precio actual), afirmó Carvalho.

Luego de Estados Unidos, Brasil es el país con el mayor número de cirugías plásticas del mundo: en 2011 se realizaron 700 mil, 60 por ciento con fines estéticos.

La posibilidad de pagar a crédito democratiza las operaciones estéticas, según la SBCP, que agrupa a los cirujanos plásticos del país.

Las liposucciones son las más solicitadas, seguidas de los implantes mamarios, de glúteos y hasta de pantorrillas, estiramientos faciales y reducción de abdomen, en ese orden.

Para la propietaria de Silimed, Margaret Figueiredo, en Brasil las mujeres pagan para ser bellas y los hombres tienen cada vez menos escrúpulos en ponerse implantes de glúteos o pectorales.

Figueiredo se pregunta si se verá afectada por el escándalo de Europa, aunque quiere creer que, pasada la tormenta, todo volverá a ser como antes.