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Rinden homenaje al cineasta en París; también promueve War Horse

Si no cuento historias me pongo como león enjaulado, dice Steven Spielberg
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de enero de 2012, p. a10

París, 10 de enero. Tras 40 años de carrera y unos 30 filmes, el realizador Steven Spielberg, uno de los más taquilleros en la historia, confesó en París que se pone como león enjaulado si no está contando un cuento, como el de War Horse (Caballo de batalla), su película más reciente.

El cineasta y productor de 65 años, que se enamoró del cine cuando su padre lo llevó de niño a ver una película de Cecile B. de Mille sobre el circo, recordó el lunes, en una velada en la Cinemateca de París, que supo desde entonces que lo que quería hacer en su vida era contar historias.

Y me vuelvo inaguantable, como un león enjaulado, si no estoy contando un cuento. Pero lo cierto es que siempre son las historias las que me encuentran a mí, no soy yo quien las busco, dijo Spielberg, a quien la Cinemateca parisina rinde tributo con una retrospectiva de unas 20 de sus películas.

Son las historias las que me han hallado a mí, explicó el cineasta, quien viajó a París para la presentación especial de War Horse, que estuvo precedida de una clase magistral.

Así ocurrió con War Horse, que cuenta la historia de un chico y un caballo durante la Primera Guerra Mundial, relató Spielberg antes de la proyección en la cinemateca, donde fue recibido por cientos de admiradores y cinéfilos.

Todo el cine que he hecho ha sido porque me enamoré de las historias y no podía dejar de filmarlas. Era llevado como por una fuerza irresistible, dijo el realizador, galardonado con cuatro Óscares, uno de ellos en reconocimiento a su carrera.

War Horse, que está postulada a los Globos de Oro y que se perfila como aspirante a una estatuilla dorada, surgió luego de que la coproductora de Spielberg, Kathleen Kennedy, vio la obra de teatro en Londres y le dijo que tenía que verla, porque debía llevar esa historia a la pantalla.

Y al ver la pieza supe que tenía que hacerla, y la rodé en siete meses, dijo el realizador, que en sus conversaciones con cinéfilos y reporteros pasó revista a su trayectoria, cuyo hilo conductor ha sido su amor por el cine y las historias.

Recordó, entre otras cosas, que siempre, desde muy niño, había querido hacer una película sobre los ovnis, personajes míticos de la cultura contemporánea, pero que fue sólo gracias a la fama que obtuvo con Tiburón que pudo hacer Encuentros del tercer tipo.

Una pasión devoradora

Dijo que su pasión por el cine había sido devoradora, hasta que tuvo hijos. El cine era lo único que existía para mí hasta que tuve mi primer hijo, que me enseñó que había cosas más importantes.

El ciclo pone en evidencia cómo el imparable y prolífico realizador ha trastocado todas las reglas del cine, mezclando géneros, incorporando efectos especiales, explorando las nuevas tecnologías.

Chico prodigio del cine estadunidense, Spielberg, quien dio sus primeros pasos en el séptimo arte rodando pequeños filmes con una cámara súper ocho, se dio a conocer con Duelo, en 1972, un filme de suspenso y angustia rodado en 11 días, recuerda la retrospectiva en la cinemateca.

Había realizado sólo tres filmes cuando se atrevió con Tiburón (1975), considerado el primer blockbuster en la historia de Hollywood. Estrenada en el mes de julio, la cinta llenó las salas oscuras, algo inédito, y abrió las puertas a un nuevo tipo del cine popular, de gran espectáculo.

Spielberg trabaja ahora en varios proyectos a la vez, entre ellos una secuela de Las aventuras de Tintín, el célebre reportero de historietas del belga Hergé, en 3D.

“Pero trabajar en varios filmes a la vez no es algo nuevo en Hollywood, muchos realizadores lo hicieron antes, como Victor Fleming, el realizador de una de las más famosas películas de todos los tiempos, Lo que el viento se llevó, afirmó Spielberg.