Política
Ver día anteriorSábado 12 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
La tragedia

Su amigo llegó a Bucareli por su experiencia en el combate al crimen en Baja California

Es un político leal, práctico y eficaz, dijo Calderón cuando puso a Blake en la SG

Hasta el final defendió con riguroso apego las indicaciones de su jefe sobre la lucha antinarco

Foto
José Francisco Blake Mora, Felipe Zamora y José Alfredo García Medina, hasta ayer secretario, subsecretario y director de Comunicación Social de Gobernación, entre las ocho víctimas que dejó el desplome del helicóptero cuando se dirigía a la ciudad de CuernavacaFoto Francisco Olvera, Yazmín Ortega Cortés y Notimex
 
Periódico La Jornada
Sábado 12 de noviembre de 2011, p. 6

Un día antes de su nombramiento, nadie lo mencionó en la baraja de posibles sucesores de Fernando Gómez Mont. Su apellido era recordado sólo por algunos –lo candidatearon para procurador general de la República, decían–, por lo que nadie sospechó que la decisión del Presidente recayera en su amigo de Tijuana, José Francisco Blake Mora, para que tomara las riendas de la Secretaría de Gobernación.

El 14 de julio de 2010, ya en la ceremonia de relevos, en Los Pinos, el presidente Felipe Calderón destacó las características personales del nuevo integrante del gabinete, a sabiendas de que, en lo político, la carrera del funcionario se limitaba a puestos en su natal Baja California.

Se trata de un operador político leal, práctico y eficaz, subrayó el Ejecutivo, para enseguida destacar que el responsable de la política interna del país había jugado un papel fundamental ante el problema de la violencia y el crimen organizado en esa entidad.

De esta forma, las cartas de Blake se reducían a dos: su experiencia para combatir el crimen, desde su posición en la secretaría de Gobierno de Baja California, y ser amigo de Calderón.

Su nombramiento desató críticas que denotaban desconfianza entre la clase política, con la que, según la primera tarea encomendada, debía fortalecer el diálogo, difícil reto en momentos en que no paraba el número de muertes vinculadas a acciones del crimen, pero también a los daños colaterales de las acciones de las fuerzas armadas y policiales.

Se fue con uno de sus más cercanos colaboradores

Blake, nacido en 1966 en Tijuana, inició su carrera política a temprana edad. A los 29 años ocupó el cargo de regidor en esa ciudad fronteriza, por el Partido Acción Nacional. Abogado por la Universidad Autónoma de Baja California, se integró a la 58 Legislatura Federal (2000-2003), donde fue miembro de las comisiones de Gobernación y de Fortalecimiento Municipal.

Un año después regresó a su tierra para integrarse al Congreso local y, de noviembre de 2007 a julio de 2010, se desempeñó como secretario general de Gobierno en Baja California, gobernada por José Guadalupe Osuna Millán.

Así, al llegar a Gobernación, el 14 de julio de 2010, apenas con 44 años de edad, retomó el diálogo con los partidos políticos y con organizaciones sociales, el cual estaba roto o empantanado.

Sus interlocutores solían expresarse bien de él, en especial quienes habían tenido asperezas con Gómez Mont, su antecesor. Sin embargo, a pocas semanas de su llegada a Bucareli tuvo que enfrentar la problemática de las agresiones a migrantes, que hicieron crisis en agosto, cuando fueron masacrados 72 indocumentados en un rancho de Tamaulipas.

Dejó pendiente la conclusión de la negociación con el Sindicato Mexicano de Electricistas y la depuración del área reguladora de casinos.

Casi desde el principio, su agenda viró a las constantes crisis por los múltiples crímenes en todo el país, adjudicados a la lucha por territorios entre las bandas del crimen organizado.

Siempre discreto y distante con la prensa (no concedía entrevistas exclusivas), gustaba de hacer viajes relámpago a los estados, donde emitía mensajes apegado estrictamente a discursos escritos.

Los Tijuanos, era como identificaban propios y extraños a Blake y a sus cercanos colaboradores, con quienes elaboraba un repetido discurso respecto de los planes de seguridad: la violencia es provocada por los criminales; la participación del Ejército es temporal y subsidiaria, por lo que será retirada de manera paulatina, en tanto las instituciones locales se fortalecen.

Con ese eje, coordinó operativos conjuntos y protocolos de seguridad para las elecciones y, hasta su última presentación ante los medios, defendió, con riguroso apego, las indicaciones y discursos de su jefe. Blake, de 45 años, falleció ayer. Le sobreviven su esposa y sus dos pequeños hijos.

Felipe Zamora

En México no estamos en guerra, soltó esta semana, sin preámbulo, el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de Gobernación, Felipe de Jesús Zamora Castro, en su último mensaje público para defender la política de derechos humanos.

Como en otras ocasiones, se presentó ante los medios para dar la cara en nombre del gobierno calderonista; así lo hizo varias veces en situaciones críticas, principalmente ante los reclamos de organizaciones civiles nacionales e internacionales, como la emitida esta semana por Human Rights Watch, pero también para defender sus convicciones humanistas y la vida desde la concepción.

El subsecretario, fallecido ayer a los 41 años, abogado de la Escuela Libre de Derecho y asesor jurídico del PAN, es hijo de Esteban Zamora, uno de los fundadores panistas en Sinaloa.

En el fatídico desplome del helicóptero que transportaba a Blake murió también José Alfredo García, quien siempre se acercaba a los reporteros diciendo que él era del gremio; ello, por su paso en el equipo de investigaciones especiales del semanario Zeta.

En 1995 se integró como coordinador de comunicación del gobierno estatal panista, y de ahí se relacionó con otros integrantes de ese partido, hasta que en 2006 se unió a la campaña de Calderón. Más tarde fue nombrado coordinador de medios nacionales de la Presidencia.

La tripulación estaba a cargo del teniente coronel Felipe Bacio, quien formaba parte de una familia saltillense de 11 hermanos. A los 21 años se incorporó a la Escuela Militar de Aviación con sede en Zapopan. Formó parte del cuerpo de pilotos del Estado Mayor Presidencial durante la administración pasada y piloteó en varias ocasiones para el ex presidente Vicente Fox.

Con información de Antonio Heras, Leopoldo Ramos y Javier Valdez, corresponsales